miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cristina pone el dedo en la llaga.

Por Armando Brugés Dávila.

Parece que todo el mundo quiere pasar de agache ante las palabras de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, en el seno de las Naciones Unidas, refiriéndose a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y al derecho a veto que los mismos tienen.
La mandataria latinoamericana manifestó, que no compartía la necesidad de ampliar el número de miembros permanentes del Consejo de Seguridad y que por el contrario, creía necesario eliminar tal categoría y con ello finiquitar el llamado derecho a veto del cual sólo gozan los cinco miembros permanentes. Ambos, según ella, seguramente justificados en su momento, pero hoy día, en muchos casos utilizados para posicionamiento de miembros integrantes, quienes terminan de esta manera ejerciendo su propio derecho.
Pero qué es ser miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Para entender esto tenemos que retrotraernos en la historia al año de 1.945, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando las potencias vencedoras jalonan la conformación de la ONU. Y como bien dice la sabiduría popular, quien tiene la plata (en este caso las armas también) impone las condiciones. Fue así como Estados Unidos de América, el Reino Unido, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la República Popular China y la República de Francia, lograron que en los estatutos de lo que sería la organización se contemplara que a sus estados, y solo a ellos, se les reconociera el derecho de miembros permanentes del Consejo de Seguridad del organismo con todas las prerrogativas que el mismo ya de por sí contenía. En tanto que los demás Estados solo podrían serlo por dos años, sin posibilidad de elección para el período siguiente.
Pero si como lo anterior no fuera suficiente, también se dejó sentado en dicha carta que estos cinco estados, además de gozar de la calidad de miembro permanente quedaban con el derecho de veto, es decir, con la prerrogativa de poder parar unilateralmente una determinada decisión del Consejo, aun habiendo sido esta aprobada por mayoría de votos, o sea con 9 de los 15 posibles. Es el caso que actualmente sucede con el Estado de Palestina, el cual no obstante contar con una abrumadora mayoría al interior de la Asamblea, por un sólo voto de veto, el de Estados Unidos, no puede ser aprobado su reconocimiento como Estado por parte de la Magna Asamblea.
Hablar de democracia al interior de la ONU puede resultar irrespetuoso, por las monarquías allí presentes, y efectivamente en su preámbulo no se menciona la palabra. En cambio sí “se reafirma la fe en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas”.
Pero este tipo de gabelas no reafirma en la práctica ninguna fe en esa igualdad de derechos que pregona en sus estatutos la ONU. Salvo que se trate de la fe aquella llamada del carbonero, que decía que fe era creer en lo que no veíamos porque Dios lo había revelado.
Como se dice coloquialmente, la presidenta de Argentina, con lo planteado le cogió el pulso a la Organización de Naciones Unidas, y a futuro próximo seguramente generará una conmoción en su interior. Anoten la fecha.

Santa Marta, Septiembre 23 de 2.011

domingo, 25 de septiembre de 2011

Humor negro con Falcao.

Por Armando Bruges Dávila.

Definitivamente a España, como se dice por ahí, le gusta andar como la mosca, es decir donde se para la…
Recordemos cuando se le ocurrió decir que los aborígenes americanos no tenían alma, para justificar vergonzosos genocidios y despojos injustificables. Posteriormente fue artífice del desarrollo del comercio más infame que recuerde la humanidad: la esclavitud. Más adelante, por un orgullo torpe de aristocracia medieval, logró generar un resentimiento tan profundo en el joven americano Simón Bolívar, que le llegó a costar la pérdida de sus colonias en América.
Y cuando ya el mundo parecía olvidarse de tanta torpeza, de esas en las que suelen caer los imperios, nos encontramos con que ante el surgimiento de un fenómeno futbolístico como el samario Falcao García, lo único que se les ocurre es llamarlo “El guerrillero del gol”. Así lo catalogó el periodista español Víctor Rivera, quien escribe para el diario digital Ine.es. Mejor dicho, se tiraron en el muchacho. Se pueden imaginar lo que sucedería, en una supuesta llegada del equipo Atlético Madrid a la ciudad de Nueva York y más concretamente al Aeropuerto internacional John F. Kennedy. El diálogo sería más o menos el siguiente:
- Jimmy, ojo avizorr. Mi, recibir información de la DEA, que en este vuelo venirr un terrorista a quien apodan “el guerrillero del gol”. Que por favor, no dejar ingresar al país.
Se imaginan la batahola que se armaría por parte de los fanáticos que seguramente gritarían a lo esgualetao: “Falcao, tranquilo, que aquí estamos contigo”. Mientras tanto, las fuerzas de seguridad rodearían el aeropuerto para iniciar su despeje, como lo hicieron recientemente en Wall Street para desalojar a los “indignados de USA”, y poder de esta manera regresar al peligroso sujeto a su aeropuerto de origen.
Pero si esto pudiera suceder por allá, se pueden imaginar lo que podría acontecer en nuestro bello país. Para comenzar recordemos que nuestra extrema derecha siempre ha dado claras muestras de estar shakirizada, esto es, ser ciega, sorda y muda. A su interior todo parece oscuro, por eso primero ejecuta y después pregunta. Ante la llegada de un personaje con semejante seudónimo y además oriundo de Santa Marta, la cuna de Jaime Bateman Cayón, no tendrían opción diferente a declararlo Objetivo Militar. Mejor dicho, ni para qué seguir pensando en estas vainas.
Afortunadamente para “El Tigre”, así lo bautizaron en Argentina cuando era un desconocido, todo parece indicar que el calificativo no ha tenido eco fuera de España, salvo una que otra escaramuza entre aficionados y periodistas.

martes, 20 de septiembre de 2011

Se necesitan voltiarepas políticos.



Por Armando Brugés Dávila.
No se afanen mis queridos lectores, no se trata de comprar ni de trastear votos, ni más faltaba. Lo que sucede es que de acuerdo a una investigación realizada por el Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de Londres, las ideas políticas en los seres humanos se encuentran influenciadas tanto por factores genéticos como ambientales. La investigación partió de la hipótesis de que la estructura cerebral de una persona puede variar en función de su ideología política. En la misma participó un amplio número de jóvenes a quienes se les sometió a una serie de imágenes de resonancia con las cuales lograron medir el volumen de materia gris de cada uno de ellos.
Los resultados fueron sorprendentes; por ejemplo, se encontraron que el denominado córtex cingulado anterior, que se relaciona con la capacidad para decidir y resolver sobre informaciones contradictorias, así como también sobre rasgos sicológicos vinculados a ideologías, presentaba importante diferencias de tamaño entre las personas previamente declaradas progresistas (de izquierda) y las conservadoras (de derecha). En los primeros la región referenciada se mostraba más grande, caracterizándose esas personas por ser más abiertas a experiencias y formas de pensar nuevas, en tanto que en los segundos, la zona se mostraba más pequeña y sus poseedores fueron más sensibles a la amenaza o a la ansiedad cuando por cualquier circunstancia tenían que enfrentarse a situaciones de incertidumbre.
El estudio no pudo aclarar, por razones obvias, si era la ideología la que daba forma al cerebro o si por el contrario era éste el que definía la tendencia política. Pero los investigadores dicen que esto sería posible de averiguar si se pudieran encontrar tránsfugas políticos voluntarios, pero estos ejemplares son tan escasos en Inglaterra que resulta casi imposible conformar una muestra importante para la investigación.
Y aquí es donde viene lo bueno, pienso yo, dado que mientras esos ejemplares de laboratorio escasean tanto por aquellos lares, aquí en Colombia, quien lo creyera se dan silvestre, y siendo así, por qué no exportarlos. Tal intercambio comercial podría convertirse en una muy buena fuente de divisas para el país, que de mucho serviría, ahora que se nos viene el invierno. Pero sobre todo nos ayudaría a limpiar, así fuera en mínima parte, la política corrupta que desangra a este país desde tiempos inmemoriales.
Que no se pueda negociar ahora, porque el proceso electoral no lo permite, dado que los mismos son reclamados por gamonales y contratistas para el logro de sus proyectos electorales, eso no es problema. El Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de Londres, ante la escasez manifiesta del material experimental, seguramente esperará el tiempo necesario con tal de lograr hacerse a tan preciado material de investigación.

martes, 13 de septiembre de 2011

YO ME LLAMO...

Por Armando Brugés Dávila.

A decir de algunos expertos, la responsabilidad que los medios tienen en cuanto a educar a los pueblos es algo inherente a su naturaleza; infortunadamente en la medida en que los dueños del poder se han percatado de ello, han ido tomando por asalto esta herramienta, no sólo para llenar sus bolsillos sino también para realizar desde allí, la más tenebrosa manipulación de la opinión pública.
A finales del siglo XVIII el genial Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar, sostenía que después del triunfo de los independentistas, el camino a seguir era cambiar la educación por una que permitiera a los niños comprender que imitar era lo peor que les podría suceder en la vida. El maestro propugnaba por una escuela que enseñara la importancia de la creatividad, de la innovación, partiendo de la realidad circundante. En alguna ocasión expresó: “Vean la Europa cómo inventa, y vean nuestra América cómo imita. La América no debe imitar servilmente, si no ser original. ¡Pero ya que tratan de imitarlo todo, imiten el ser originales!”
Dos siglos después, algo similar expresaba Paolo Lugari, creador del Proyecto GAVIOTAS, quien en una entrevista que le hiciera Lucy Nieto de Samper, en 2.007, manifestaba que nuestro problema radicaba en que nos creíamos incapaces de crear, porque una vez que nos independizamos de Europa nos dejamos deslumbrar por su fantasía y terminamos imitándolo todo.
Lo anterior para protestar contra el programa Yo me llamo…, presentado por el Canal Caracol. Por favor respetemos al país. La televisión es un medio de culturización extraordinario, pero no por ganarse unos pesos más, representados en alto rating, los canales privados pueden terminar autoconcediéndose licencia de corso para comprometer tan altruista propósito social, promoviendo la mediocridad como sinónimo de talento, creatividad y originalidad; Con esto sólo consiguen hacerle un daño casi irreparable al pueblo colombiano.
En este planeta no existe un premio serio a la imitación y es obvio, el concepto apunta a más a la antioriginalidad y a la mediocridad. Una cosa es Julio Zabala, reconocido internacionalmente como excelente imitador de múltiples personajes, y otra lo que se propone este programa al pretender que el concursante imite a un solo personaje y llevarlo hasta el ridículo de tener que hacer todo lo necesario, desde lo físico hasta lo emocional, para parecerse al mismo, y después en una especie de delirium tremens, diga: Yo soy fulano. No sea que pase como sucedió con un conocido actor de nuestra televisión que interpretando a Bolívar, terminó en una clínica siquiátrica, al no poderse sacar el personaje de la cabeza.
Con programas como estos, lo único que se logra es venderle la idea al ciudadano común y corriente que imitación y talento son iguales, lo cual no solo es falso sino contrario a los intereses individuales y colectivos de la nación. Va en contravía de lo que en su momento propusieran Simón Rodríguez en 1.823 y Paolo Lugari en 2.007, para quienes una política promotora de la imitación solo conduce a la mediocridad y ésta por razones obvias a la dependencia. Utilizar un medio de comunicación tan importante para mensajes de este tipo es simple y llanamente un derroche perverso de recursos. Buena oportunidad tienen los docentes de promover con sus estudiantes discusiones al respecto a fin de generar en ellos opinión crítica.



jueves, 8 de septiembre de 2011

Pelaos jalándole a la filosofía del conocimiento.


Cuento

Por Armando Brugés Dávila

A mi nieto Miguel Andrés Silva Brugés.

Papá, qué es la incertidumbre?
-Carajo mijo, con tantos problemas que tengo, comenzando por el que no hay trabajo, y me vas a preguntar semejante pendejada. La única incertidumbre que conozco es una canción que cantaba Alfredo Sadel, y se la cantaba a las cachacas en la playa, frente al ParK Hotel, en las temporadas de diciembre.
Y a continuación me soltó una sonora carcajada.
Ante semejante respuesta sólo pude sonreír, callar, dar media vuelta y reconocer que estaba en el lugar equivocado.
Más tarde, me encontré con mi amigo Uldarico, un pelao piloso y teso para Internet, quien infortunadamente estudiaba en otro colegio y le comenté:
Vale, tengo una inquietud la verraca. Ayer leí que el ser humano lo puede soportar todo, menos la incertidumbre.
¡Aja! Y cuál es el problema? Me respondió.
Y le dije:
Te parece poco. Que exista algo que nosotros no seamos capaces de soportar y además inmaterial…No entiendo. Si soportamos hasta la locura. Cómo puede ser eso, no lo entiendo.
Oye cierto. Es curioso. Me dijo Uldarico. Y me propuso que hiciéramos de esta pendejada, como la llamó mi papá, un proyecto de investigación vía internet.
Listo, va pa esa.
Nos comprometimos a encontrarnos al sábado siguiente para comentar sobre lo averiguado.
Cinco días más tarde al llegar Uldarico a mi casa, y sin darme tiempo a decir nada, comenzó:
Huy pelao, esto ha resultado más interesante de lo que creía. Resulta que la palabra tiene su cuento. Imagínate que el diccionario la define como duda, falta de certidumbre o sea falta de conocimiento seguro y evidente de que algo es cierto. Pero resulta que en Internet me encontré con que un teso de la física llamado De Bhroglie, encontró, experimentando en su laboratorio, que algunos electrones, a diferencia de lo que se creía hasta ese momento, no respetaban la norma general de desplazamiento, detalle éste que lo hizo llegar a la conclusión de que en el mundo material todo era incierto. Esta declaración armó un tierrero tal entre los hombres de ciencia de la época que los dividió de una.
Y remató: Ahora y para que te quede el casco ardiendo, resulta que otro duro de la física llamado Werner Heissenberger, partiendo de ese delgado hilo de fundamentación teórica, terminó planteando el llamado Principio de Incertidumbre, el cual se vino a convertir en la base de la actual física cuántica que surgió como respuesta a los problemas que no podían ser resueltos por medio de la física clásica. ¿Cómo la ves?
Oye loco, cómo así?
Como lo oyes, mariquita e playa. Pero eso no es todo. Resulta que hoy día científicos, entre los que se destaca un compatriota nuestro de nombre Rodolfo Llinás, no dudan en señalar que fue precisamente la incertidumbre la causa directa, para que los primeros animales generaran como necesidad vital la anticipación y para que el proceso terminara por convertirse en la semilla germinadora de lo que a futuro se identificaría como el conocimiento. Mejor dicho vale, la esencia de lo que hoy llamamos inteligencia, propia de los humanos, es una capacidad que comenzaron a construir los animales en su proceso evolutivo en el momento mismo en que iniciaron el aprender a anticiparse a la incertidumbre.
Yo, no hacía nada más que mirarlo y escucharlo en silencio, asombrado de dónde diablo había sacado tanta vaina este loco.
Y continuó diciendo:
Llinás dice que las plantas no necesitan cerebro, por la sencilla razón que su sobrevivencia no depende de la anticipación, ellas no requieren de movimiento para subsistir, lo que necesitan para ello lo reciben de los rayos solares y de la madre tierra.
En cambio, para los seres vivos anticiparse a lo que pudiera suceder a futuro resultaba de una importancia capital, era algo de vida o muerte, no hacerlo podría implicar bien caer en las fauces del depredador o caer en el fondo del abismo.
Es decir, siguió diciendo, el hecho de haber logrado los animales anticiparse a la incertidumbre, ha llevado a los hombres de ciencia a considerarlo como el clímax, no propuesto, del proceso evolutivo de los animales. Y la última que te tiro es que algunos científicos consideran que esta cualidad de la anticipación, ante la incertidumbre de la no inmortalidad de la especie, tan cara a la vanidad humana, ha podido ser, en última instancia, la causa generadora de los cielos, los devas y los suargas.
Al llegar a este punto, solo pude decir:
Sabes qué vale, mejor cállate, porque me estas dejando un embrollo en la cabeza que no se qué carajo voy a hacer ahora para salir del mismo. Yo solo vine a decirte que dejáramos la vaina para el otro sábado porque no había tenido tiempo de investigar nada.


lunes, 5 de septiembre de 2011

ALGUIEN MIENTE…

Por Armando Brugés Dávila.



Por estos días, dada la avalancha de noticias sobre los sucesos en Libia decidí hurgar en Internet a ver qué se decía en el mundo internáutico al respecto, y comenzaron a desfilar por mi pantalla varias páginas Webs, entre las que recuerdo, Wikipedia, portalámbito.com, elestadodelmundo.com, y lo que encontré me dejó perplejo.
Según la información que logré, la nación Libia antes de los sucesos insurreccionales que allí se vienen dando, presentaba el mayor PIB de toda África. Su sistema de distribución de la riqueza nacional permitía que todo el país se beneficiara de la misma, al punto que a las parejas que se unían en matrimonio el Estado automáticamente las convertía en elegibles para un préstamo destinado a la compra o construcción de vivienda con cero intereses. La pobreza se encontraba casi que erradicada en aquel país, tanto así que menos del 5% de la población estaba por debajo del umbral de la pobreza, es decir el mismo resultaba más bajo que el de Holanda. Su tasa de desempleo bordeaba el 0%.
La educación era gratuita desde el kínder hasta la universidad; los universitarios solo pagaban 9 dólares anuales, algo así como 18.000 pesos colombianos. Mientras su gasto en educación representaba el 2.7% del PIB, su gasto en defensa era de 1.1%. Lo que explica que sus fuerzas armadas fueran tan reducida, la conformaban 76.000 hombres, 50.000 de los cuales correspondían al ejército de tierra, 18.000 a las fuerzas del aire y 8.000 a la marina. Pero también los servicios de salud eran gratuitos para la totalidad de la población, además disponían de hospitales y clínicas con personal altamente capacitado y equipos de última generación. La esperanza de vida de sus habitantes era la más alta de África, 75 años.
De igual manera los servicios públicos de agua y energía eran gratuitos; el sistema acuífero allí instalado para dar agua potable a toda la nación se conoce con el nombre de Río Hecho por el Hombre y ha sido aclamado mundialmente. La gasolina costaba 0.75 centavos de dólar el galón, algo así como $1.500 pesos colombianos.
Que se cometieran errores políticos al interior del gobierno, seguramente que sí, siendo el más garrafal de ellos el haber suprimido los partidos de oposición. Pero esto no explicaría plenamente el proceso tan devastador que incluso terminara con la intervención militar de la OTAN, “autorizada” por la ONU y pongo autorizada entre comillas porque tengo entendido que lo autorizado fue una especie de bloqueo aéreo. Pero bueno, esta es harina de otro costal.
Ante la información anterior no puedo entender lo que leí en la edición de El Espectador del domingo, tomada a su vez de El País de España, escrito por su corresponsal en Trípoli, Juan Miguel Muñoz, quien afirma, entre otras cosas, que “En Libia, han sido sus médicos, abogados, desempleados, obreros y estudiantes quienes han derrocado – con la imprescindible ayuda de la OTAN – al déspota fugitivo”. No me cabe en la cabeza que un pueblo recibiendo tantos beneficios, como los arriba señalados, sea tan oligofrénico como para rebelarse contra dicho gobierno. Qué pasó? No tengo ni la menor idea, pero aquí alguien miente, este cuento no está del todo claro.