domingo, 28 de octubre de 2012

El oso de la Unión Europea.

Por Armando Brugés Dávila.

No quisiera pasar por alto esto del Nobel a la UE por las trascendentales connotaciones que el hecho tiene a nivel planetario, dado que con ese acto no han hecho sino ratificar la poca vergüenza de que son capaces los poderosos cuando quieren aparentar lo que no son ni han querido ser jamás.
Europa nació con ansias imperiales, afortunadamente para el resto del mundo no logró consolidarse como unidad continental, si no las consecuencias hubieran sido mucho peores para nosotros. Su egoísmo primario se losimpidió. Sólo en época reciente, cuando se encuentra al borde del colapso lo ha intentado, pero con lamentables resultados. Grecia, España, Portugal, Francia, Italia, incluso la misma Inglaterra son buenos ejemplos de la debacle.
El oso radicó, primero por el auto-otorgamiento. Eso no se ve bien ni en los juegos de niños; lo digo porque precisamente quien lo otorga es Suecia, país perteneciente a la U.E., lo que quiere decir que era lo mismo de lo mismo. Y  segundo, por las razones a las que apeló para justificar su concesión diciendo que lo hacía “por sus más de seis décadas de contribución al avance de la paz y la reconciliación, la democracia y los Derechos Humanos en Europa”, añadiendo además que “el atroz sufrimiento de la Segunda Guerra Mundial demostró al mundo la necesidad de una nueva Europa”. La Unión Europea no tiene seis décadas, cuando mucho dos y mal contadas, dado que su constitución se concreta en 1993. Hablar de avances democráticos en Europa no resulta fácil, la UE cuenta con siete monarquías, que constitucionales o no, sus aparatos no dejan de ser monárquicos. Pero a ellas nadie les critica y ahora resulta que son ejemplos de democracia. De igual manera en lo concerniente a Derechos Humanos, las masivas manifestaciones que hoy se producen en algunos de sus países integrantes parecen mostrar lo contrario. Ahora, decir que “los sufrimientos generados por la segunda guerra mundial le demostró al mundo la necesidad de una nueva Europa”, no es nada fácil entender. Aquella horrible conflagración  lo que hizo fue hacerles caer en cuenta que como iban se estrellarían, porque sus luchas intestinas les estaba impidiendo lo que unos y otros querían pero para sí  únicamente, esto es, la gran tajada del dominio mundial.  Por eso, finalizada la Segunda Guerra Mundial se funda la ONU, en donde una de las primeras determinaciones que se tomaron las potencias victoriosas fue la de abrogarse la prerrogativa del derecho al veto en el Consejo de Seguridad. Pero si bien es cierto, los países europeos en estos últimos tiempos no han peleado entre sí, la UE ha participado en cuanta guerra se ha suscitado fuera de su territorio a través de la OTAN; recordemos entre otras las de Irak y Libia, cuyos fondos nacionales, que no de Hussein ni de Gadafi, valorados en miles de millones de dólares,  que se encontraban en sus bancos, fueron confiscados,  y al parecer posteriormente desaparecidos como por arte de magia, tanto así que  hoy día nadie sabe nada de esas millonarias sumas, mientras que Europa y con ella la UE se debate en la crisis económica más grave que recuerde su historia.
Si alguna organización merece esta distinción, ella es Suramérica. Territorio que con la constitución de UNASUR, ha venido dando ejemplo al mundo de cómo a través del diálogo se pueden resolver las diferencias, entre las que podemos recordar, el conflicto entre Venezuela y Colombia y la sublevación con qué el sector derechista de la policía ecuatoriana intento derrocar a su presidente constitucional Rafael Correa; sin olvidar que es el único territorio del planeta que mediante el Tratado de Tlatelolco, se ha comprometido a no tener armamento nuclear. En otras palabras, Suramérica tiene más méritos que la UE para un Nobel de Paz. Pero ni siquiera la propusieron.

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domingo, 21 de octubre de 2012

El pueblo le falló a Chávez.

Por Armando Brugés Dávila.

La primera vez que le vi en persona fue en el sagrado recinto  de la Quinta de San Pedro Alejandrino, eran los tiempos en que Hugo Chávez, había sido elegido por primera vez presidente y hacía su primera visita al histórico sitio. Su cara no me inspiró confianza alguna, a lo que pudieron contribuir sus facciones toscas de labios gruesos y nariz de grandes orificios. Para mis adentros pensé: Este no es sino otro farsante de la política criolla latinoamericana.

Tiempo después hice un viaje de turismo a Venezuela, con la idea del Chávez dictador que me habían creado los medios. En Caracas, extrañamente, me encontré que el tirano, contra toda lógica, era criticado, fustigado y acosado por cuatro o cinco canales nacionales de televisión privada, que no lo bajaban de diablo. Igual hacían dos o tres periódicos, también de circulación nacional; esto sin hablar de los medios de provincia. Y nada les pasaba. Era la época que en nuestro país, por el contrario, periodista que se atrevía a cuestionar al presidente terminaba, por fuerza de las circunstancias, en el exilio. Era como buscando el muerto río arriba.

Por estos días, ese personaje que los medios europeos, estadounidenses y algunos latinoamericanos, no bajan de dictador, tuvo al mundo en ascuas, con motivo de su aspiración por tercera vez a la presidencia de su país. Diez mil periodistas de todo el planeta se dieron cita en Venezuela, con el único propósito de monitorear el proceso electoral que allí se llevaría a cabo el 7 de octubre. Estas son palabras mayores. Contra todo lo pensado por el establecimiento de la derecha mundial, Chávez sale elegido por una votación de ocho millones de votos. Mi pregunta, entonces es, por qué? Y me encuentro con datos como que en Venezuela, en los últimos 10 años la educación pasó a ser gratuita desde la primaria hasta la universitaria. Obviamente que también existe la educación privada. Igualmente en el mismo lapso a nivel nacional se fundaron 20 nuevos centros universitarios estatales. Este año su territorio fue declarado por la UNESCO libre de analfabetismo. La CEPAL lo reconoce como el segundo, país en América Latina con menos desigualdad social, en donde la pobreza se ha reducido del 49.4 % a un 27.8%. El periódico londinense The Guardian, por su parte, señaló que la pobreza extrema de 23% en 1999 se redujo al 8.5% en 2011. Igualmente el desempleo se redujo de 14.5% al 7.6%, mientras que el producto interno bruto (PIB) por habitante pasó de 4.100 dólares a 10.810. En aquel país la tierra cultivable se incrementó en un 49%. Actualmente 27 millones de hectáreas son utilizadas para la agricultura. El consumo de alimentos se aumentó en un 27,24 % en los últimos doce años. En estos días la FAO manifestó que el país es  líder en el tema de la alimentación señalando que un 98%  de su población come tres comidas por día. Por si lo anterior fuera poco, Venezuela le ha dado un ejemplo de juego limpio al mundo político, al presentar un sistema electoral al que ninguna entidad o persona seria en el planeta ha sido capaz de cuestionar. Los anteriores logros no son fáciles de encontrar en el tercer mundo, incluso ahora mismo ni en muchos países del llamado primer mundo, por lo que definitivamente se podría decir que el pueblo venezolano le falló a Chávez: ocho millones de votos resultan pocos ante alcances tan positivos. Alguien dijo que con petróleo todo era fácil, pero resulta que antes también lo había, pero nada se hacía, la plata se esfumaba. Gústenos o no esto es lo que está sucediendo en el vecino país. Así de sencillo.

 

 

 

domingo, 14 de octubre de 2012

Con legisladores así, para qué democracia?

Por Armando Brugés Dávila.

Aprovechando la distracción que tuvo la opinión pública nacional a raíz de los comicios electorales en Venezuela, los legisladores de la Cámara de Representantes, de manera soterrada e infame le pusieron conejo al país, archivando el proyecto de reforma constitucional que convertía en derecho fundamental el acceso a la salud para todos los colombianos. En el proyecto se decía que: “La vida como la salud deben ser garantizadas y protegidas por el Estado y no por los particulares”. De acuerdo al ponente, el representante Pablo Salamanca, la vida y la salud no deberían ser transables, y mucho menos tratadas como mercancías sujetas a las leyes del mercado o a la voracidad económica de los empresarios privados. Y tiene toda la razón, si observamos la legislación que al respecto tienen algunos países de la región.
En Bolivia, por ejemplo, la Constitución en su artículo 9º numeral 5º dice que el Estado garantiza el acceso de las personas a la educación, a la salud, a la educación y al trabajo. En lo que concierne a Ecuador, nos encontramos que en su artículo 42 el Estado no sólo garantiza el derecho a la salud, sino también a su promoción y protección por medio del desarrollo de la seguridad alimentaria, la provisión de agua potable y saneamiento básico… y la posibilidad de acceso permanente e ininterrumpido a servicios de salud, conforme a los principios de equidad, universalidad, solidaridad, calidad y eficiencia. Por su parte en Venezuela, su Constitución establece que el sistema público nacional de salud dará prioridad a la promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades, garantizando tratamiento oportuno y rehabilitación de calidad. En Brasil, mientras tanto, la Constitución garantiza la asistencia sanitaria como un derecho de todos y una obligación del Estado, lo cual significa que corresponde al Gobierno su regularización, fiscalización y control, independiente de su aplicación directa por parte del mismo, dejando claro que si bien la empresa privada puede participar en su aplicación, sólo podrá hacerlo de modo complementario.
Pero qué dice el artículo 48 de nuestra Constitución? “La Seguridad Social es un servicio público de carácter obligatorio que se prestará bajo la dirección, coordinación y control del Estado, en sujeción a los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad, en los términos que establezca la Ley.” Lo anterior significa que la seguridad social en nuestro país, independientemente de lo que arriba se señala, queda en manos de la empresa privada. Así de simple. Esto explica el porqué se hundió el proyecto de reforma constitucional que convertía en derecho fundamental el acceso a la salud para todos los colombianos, sencillamente porque acababa con el inhumano modelo empresarial de la salud  por la  cual esta seguirá teniendo el carácter de negocio privado. Esa figura, perversa, terminó convirtiéndola en fuente inagotable de corrupción. Permite que las EPS desvíen más de 10 billones de pesos anuales en inversiones que nada tienen que ver con ella. De igual manera, permite la vinculación de sus empleados a través de cooperativas de dudosa ortografía, con lo que evaden compromisos laborales, supuestamente inviolables al tenor de nuestra Constitución. Y como si lo anterior no fuera suficiente, este modelo nefasto, ha permitido, por ejemplo, convertir la cesárea, en un negocio redondo para muchos galenos inescrupulosos  Pero no; en este modelo de democracia representativa no está pasando nada; Aquí todo es paz y en el cielo gloria.
Aunque un poco tarde, no quiero finalizar este artículo sin ofrecer mi voz de solidaridad a los colegas periodistas que han sido amenazados por cumplir con valentía, decoro  y dignidad  su compromiso con la comunidad. Adelante que el camino es largo.
 
 
 

 

 

 
 

 

 

domingo, 7 de octubre de 2012

El Archivo Histórico: una vergüenza impresentable.

Por Armando Brugés Dávila.

En estos días he sentido dolor de patria al enterarme que el archivo histórico localizado en el antiguo Hospital San Juan de Dios se está botando a la basura por camionadas, a consecuencia del agua lluvia filtrada por los techos de sus instalaciones.
Recuerdo que en 1998 escribía con júbilo, en este mismo Hoy Diario, que la intelectualidad del Magdalena y especialmente la de Santa Marta, se encontraba feliz  con la noticia de la iniciación de lo que podría considerarse la obra cumbre de la Academia de Historia del Magdalena: la creación del Archivo Histórico.
Gracias al tesón y empeño del médico e historiador Arturo Bermúdez Bermúdez, en aquel entonces presidente de la Academia de Historia, dos entidades nacionales habían decidido hacer importantes aportes para ello: Colcultura con ocho millones y medio y el comité del V Centenario con dos millones y medio, para un total de once millones de pesos, ambos con la destinación específica de reparar y adecuar la antigua Escuela de Readaptación de Menores, local donde debería funcionar el Archivo Histórico y Regional del Magdalena, habida cuenta  que la documentación histórica existente en Colombia estaba considerada como la más importante en Hispanoamérica después de México, y que en lo que a nuestro interior  correspondía, la documentación del archivo histórico del Magdalena era considerado por los expertos como el más importante del país. Es más, por su planta física y riqueza documental, el Consejo Nacional de Archivos lo tenía  señalado como la futura sede del Archivo Histórico de la Costa. Pero, cuando todo era felicidad, se comenzó a filtrar un rumor que parecía no tener sentido: una entidad universitaria de carácter privado, a la que se le habían adjudicado dichas instalaciones, pero que en su momento, por razones que en su momento desconocimos, no quisieron asumir la responsabilidad, resultaba ahora reclamando dicho derecho no obstante haber finiquitado el tiempo para validar el comodato que se le había otorgado. Pero como en este país,  la política y el lobby pueden más que cualquier otra cosa, nos tocó salir de allí con todo. Sólo la estantería se salvó porque no había ingresado al edificio. El local fue cedido a la Universidad Sergio Arboleda y el Departamento perdió la posibilidad de contar con unas instalaciones adecuadas para que funcionara el Archivo Histórico del Magdalena Grande, considerado uno de los más valiosos del área del Caribe. Al parecer, a los administradores de la cosa pública magdalenense y mucho menos a la samaria, les cupo en la cabeza que un archivo de carácter histórico como el que poseía el Magdalena era un atractivo turístico y científico de primera línea tanto a nivel nacional como internacional.
Ahora resulta que cada minuto que pasa, ante la mirada oligofrénica de nuestros administradores públicos, cientos de documentos que recogían gran parte de nuestra experiencia como pueblo, se pierden por simple y llana incapacidad de estos chupasangres de la administración pública. El que fuera el más importante archivo histórico del Caribe esta reduciéndose, en tiempo record, a su más mínima expresión. Como población no podemos ser más infame con nosotros mismos, al permitir que esto suceda y sigamos votando por los mismos.