lunes, 25 de febrero de 2013

Ser tan aprovechado no es bueno.

Por Armando Brugés Dávila.

Es por lo menos extraña la manera como se comportan los líderes del poder mundial y no es que me guste en lo más mínimo  lo realizado por el estado de Corea del Norte, con eso de explotar, en plan de experimento, una bomba nuclear. Resulta absurdo que casi dos millones de años después de haber logrado su estructura de tal, el ser humano solo piense en autodestruirse, sin llegar a imaginar que la vida como entidad individual es algo irrepetible en el universo y por tanto merecedora de un respeto superior. Matar por poder, es una aberración de la especie que no ha tenido ni tendrá justificación alguna, pero tampoco la tiene  el cretinismo, con que algunas potencias en aras de unos ideales en los que ni ellos mismos parecen creer, acostumbran a asumir para convencernos de que actúan por encima de cualquier interés, mientras muestran profundas incoherencias entre lo que dicen y lo que hacen.
En el Consejo de Seguridad de la ONU, nos encontramos con que sus  miembros son de dos clases, los permanentes y los temporales. La primera la conforman cinco naciones,  a saber;  la Federación Rusa, la República Francesa, el Reino Unido, la República Popular China y Estados Unidos. La segunda o temporales en cambio son electos por un periodo de dos años y actúan como representantes regionales. Pero mientras Asia con 4.500 millones de habitantes tiene tres representantes,  África con 1.000 millones tiene dos, América Latina con 577 millones tiene dos, pero Europa con 835 millones, resulta beneficiada con cinco, dos en el Consejo de seguridad y tres más, uno por la llamada Europa Oriental  y dos más en representación de Europa Occidental. Cada miembro de este Consejo tiene un voto y las decisiones deben contar por lo menos con nueve votos. A esto se le añade un detalle y es  que los miembros permanentes gozan del derecho a veto. Esto es, que una vez aprobada una resolución por la plenaria de la ONU y la misma resulta vetada por uno de los miembros  permanente, automáticamente la misma queda anulada. ¿Entonces de qué democracia estamos hablando? 
En lo que tiene que ver con las armas nucleares, recordemos que en el año  1996 la ONU aprobó el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, con la condición de que para que pudiera entrar en vigor la misma debería ser ratificada por los 44 estados que disponían de armas o de reactores de ese tipo. Dieciséis años después se sabe que 183 países la han firmado, pero solo 159 lo han ratificado, de las cuales 36 cuentan con tecnología nuclear, incluidas  tres potencia con arsenal nuclear  Rusia,  Reino Unido y Francia. En tanto que Estados Unidos y China lo firmaron pero no lo han ratificado, al igual que Egipto, Irán e Israel. Pero incluso hay países como Pakistán e India que no forman parte del tratado y Corea del Norte que se retiró del mismo en 2003. En lo que concierne a USA, su presidente Obama ha mostrado intenciones de querer firmarlo, pero en el Senado los republicanos no le jalan y punto. China por su parte manifiesta, con algo de razón, que mientras Estados Unidos no la ratifique ella tampoco lo hará.
Entonces surge la pregunta: ¿Con que autoridad moral pretenden estos países ser los jueces de una política, que no obstante surgir de un mandato de las Naciones Unidas, de la cual son miembros privilegiados, se dan el lujo de no ratificar  valiéndose de argucias infantiles? Se necesita ser muy cara dura para asumir una actitud como la de  USA y China, regañando y condenando a Corea del Norte por incumplir un mandato que ellos mismos se han negado a ratificar. Parece que la vergüenza no sólo se ha perdido en Colombia.

armandobrugesdavila@gmail.com

 

 

jueves, 21 de febrero de 2013

Quién vigila al futbol mundial?

Por Armando Brugés Dávila.

 Esto del futbol mundial se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza orbital  y no es para menos si tenemos en cuenta que la FIFA, máxima rectora del futbol mundial, en 2011declaró ingresos por valor de mil setenta millones de dólares, lo que traducido a pesos representa aproximadamente la no despreciable suma de un billón novecientos veintiséis mil millones ($1.926.000.000.000). Teniendo en cuenta que el dinero se ha convertido  en el mejor caldo de cultivo para la corrupción, no resulta difícil imaginar lo que al interior de dicha institución puede estar sucediendo. A propósito, recordé que una vez en Barranquilla, al iniciar mi capacitación para trabajar  en una de las más importantes empresas editoriales del país, se  me dijo de entrada que lo primero que debía tener en cuenta era que allí se llevaban dos contabilidades: una para mostrar a los agentes del fisco y la otra que era la que manejaba la empresa. Y quedé con la inquietud. Pero al leer las últimas noticias de la prensa, siento terror al imaginar lo que puede estar sucediendo al interior de semejante transnacional, que tiene que ver con todo lo relacionado con el deporte más popular del mundo.
Primero, la policía europea desmantela una red de apuestas ilegales que supuestamente amañó cientos de partidos en el planeta, incluso de la Liga de Campeones y de clasificación para el Mundial. Operación delincuencial que implicaría la participación de dirigentes, jugadores y árbitros. Se habla de una central en Singapur y de la manipulación comprobada de 380 partidos en todo el mundo. Rob Wainwright, el Director de la policía europea, dijo que escribiría al presidente de la UEFA, Michel Platini, para que tomara nota y se pusiera en guardia.
Más adelante, la prensa vuelve y nos sorprende diciéndonos que a raíz de las elecciones para la presidencia de la FIFA, se reventó el globo del tape-tape que traían y que no pudo aguantar  más. La corrupción al parecer había desbordado los límites de la prudencia social. Uno de los candidatos señaló en un correo, refiriéndose a otro, “que si era que pensaba que podía comprar a la FIFA como compraron la Copa del Mundo”,  refiriéndose a la que se realizará en 2020 en Qatar. Y se armó el escándalo. Con el agravante de que ya se dice que en esa negociación incluso, habría participado también el señor Platini. Igualmente, el presidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, ha sido acusado en numerosas ocasiones de corrupción. Por otra parte, un total de 10 de los 24 miembros de su comité ejecutivo, han sido acusados por lo mismo en el último año. Como se puede observar, no se trata de un palmarés como para envidiar.
Pero si arriba llueve, abajo no escampa. En Colombia, por ejemplo,  un valiente obrero (jugador) de futbol que decidió defender sus derechos laborales, ha tenido que enfrentarse a una maquinaria patronal conocida como DIMAYOR, filial de la FIFA, la cual, según lo que parece ser vox populi, mediante un pacto secreto entre sus directivos afiliados,  crearon una estrategias non sancta con el único y vil propósito de  paralizar a jugadores que asumieran posiciones rebeldes en defensa de sus derechos, a quienes, uno de esos directivos, calificó de prostitutas del futbol. A este muchacho de nombre  JohnnyRamírez,  le han puestos todas las trabas posibles con la única intención  de  impedirle jugar, es decir trabajar, para ganar el sustento a que tiene derecho todo ser humano. Como dice el dominico brasilero Frey Betto: En América Latina no se lucha por los derechos humanos, esa es una vil mentira y un lujo que aún no nos podemos dar, se lucha  por el derecho animal a comer y protegerse.

jueves, 14 de febrero de 2013

De qué se habla en La Habana.

Por Armando Brugés Dávila.

Resulta por lo menos inquietante que la mayoría de los ciudadanos de este país parecieran no tener ni idea de lo que está sucediendo. La mayoría de nuestros nacionales no saben o no quieren saber que en Cuba nos estamos jugando algo más que el pellejo; dicho de otra manera, la posibilidad de continuar o no esta guerra fratricida o por el contrario optar por la paz que en el fondo anhelamos todos y cada uno de nosotros. Y a lo mejor tienen razón de tener un comportamiento semejante, dado que esta guerra, en la que tenemos más de 50 años, no la hemos sufrido los que por suerte nos ha tocado vivir en centros urbanos grandes. Esa lucha cruel en la que diariamente mueren soldados y campesinos, destrozados por la metralla asesina importada, se viene dando desde hace tiempo pero en los campos y veredas de nuestra patria. Muy seguramente si sintiéramos el tronar de morteros y cañones y el tableteo de ametralladoras al frente de nuestras casas, el comportamiento sería muy diferente. 
La gente pareciera no querer saber nada de tan importante suceso, tanto así que cuando se les inquiere al respecto sobre el tema, lo que hacen es radicalizarse  a favor de uno u otro bando  pero sin fundamento alguno o diciendo cualquier tontería, con lo que se demuestra a las claras que no tienen idea de lo que dicen. En lo relacionado con nuestra juventud, la cuestión es aún más grave: la avasallante tecnología que debiera ser su más importante herramienta para asumir un pensamiento crítico que les permitiera liderar la vanguardia de la transformación nacional, ha servido para todo lo contrario, esto es, para que los interesados  en mantener este estado aberrante de cosas en salud, educación, administración pública y demás, lo estén utilizando como un efectivo instrumento para mantenerlos idiotizados, no sólo a ellos sino a sus padres, con programas televisivos como El Patrón del mal, Sin tetas no hay Paraíso, El Patrón, Yo me llamo y La pista, entre otros. A los tres primeros bien lo podríamos definir como una taimada y peligrosa apología al delito, mientras que a los dos últimos se le pueden considera como un monumento a la imitación y a la mediocridad. Aún no hemos caído en cuenta que seguimos como en la Colonia, cuando no nos dejaban sino imitar, pero nunca crear porque eso afectaba sus intereses. Pero como si esto no fuera suficiente, les crearon Facebook y Twiter, además de cientos de juegos donde el personaje central es la guerra, la que termina de manera perversa presentándose  como el culto supremo de la actividad humana.
El ciudadano común y corriente debiera estar inquieto por lo que se está debatiendo en aquella lejana isla, por la simple razón que allí de una u otra manera se juega no sólo su futuro sino también el de su familia, el de sus hijos y el de todos sus seres queridos. Ese hombre y esa mujer del común, deberían preocuparse por conocer lo que allí se está negociando y resistirse desde lo más profundo de su ser a no tener que actuar como borregos llevados del cabestrillo por el amo de turno, para después, como siempre, tener que llorar sobre la leche derramada. Aunque usted no lo crea, amable lector, lo que se debate en la Habana es el futuro del país, razón por la cual tenemos la obligación ética y patriótica de averiguar lo que allí se dice y se hace, para poder posteriormente y con conocimiento de causa, asumir posiciones serias y valientes al respecto. Salga sapo o salga rana.

 

 

lunes, 4 de febrero de 2013

El POT y los Cerros Tutelares.

Por Armando Brugés Dávila.

Esta historia que tiene que ver con nuestros cerros tutelares, comienza en la década de los cuarenta o cincuenta cuando a un ciudadano británico de apellido Owen, se le dio por construir sobre uno de dichos cerros. Cómo logró permiso para construir sobre un área que se suponía de propiedad de la comunidad? No se sabe. Pero construyó una hermosa mansión. Con el tiempo, fueron los pobres sin techos que acosados por la intemperie y la lluvia, deciden retar a los cerros más alejados de la urbe y contra toda lógica urbanística comienzan a levantar sus chozas. Mientras tanto, dos pedazos de cerros que resultaron al abrir un boquete para continuar la Avenida de los Estudiantes hacia el sur; el primero ubicado al nororiente del cruce de la Calle 22 (Santa Rita) con la Avenida de los Estudiantes, uno de cuyos lados va a terminar frente a la Clínica La Milagrosa y el otro situado en la parte suroccidental del mismo cruce, están resultando victimas al parecer del raponeo urbano. Ambos en sus sectores menos visibles, fueron aprovechados por ciertos ciudadanos para ir levantando construcciones que con el tiempo se convirtieron en viviendas con unas buenas áreas. Fenómeno similar sucedió con los alrededores del Cerrito Cundí. Pero aún así, los samarios todavía teníamos rezagos de cerros tutelares, tan sagrados en otras ciudades y países. Es más, en nuestro Plan de Ordenamiento Territorial, se dice que los cerros menores localizados en el denominado sector urbanizado, se incorporarán en su totalidad al sistema de espacio público ambiental, con un especial tratamiento por ser considerados hitos y patrimonio paisajístico. Entre estos cerros se encuentran precisamente los arriba mencionados. También se dice que para estas áreas configuradas por cerros, la estrategia del POT establece las políticas de reubicación de asentamientos y la recuperación de las pendientes y del paisaje para conformar y estructurar la red verde y de espacio público, sólo permanecerán las construcciones sobre los primeros veinte metros sobre el nivel del mar. Por último, termina el documento aclarando que bajo la previa evaluación de la legítima propiedad en áreas declaradas como reserva natural, se adelantarán los procedimientos legales bajo el amparo del artículo 5º de la Constitución. Pero un buen día, al parecer alguien interpretó el “sólo permanecerán las construcciones sobre los primeros veinte metros”, esto es las ya construidas, por “sólo se reconocerán las construcciones sobre los primeros veinte metros”, es decir, las que se construyan  de allí en adelante. Y quién dijo miedo.
El problema de la apropiación de dichos terreno se resolvía entonces, haciéndole un esguince a la norma, esto es desapareciéndolos, logrando así que la construcción allí levantada no pasase de los 20 metros sobre el nivel del mar, lo que explica el que por estos días, por lo menos cinco volteos y una retroexcavadora, trabajen casi que día y noche sobre el cerro situado en la parte suroccidental del cruce de la Avenida de los Estudiantes  y la calle Santa Rita, en su afán de reducirlo a su mínima expresión. Algo similar ya se había hecho con una Estación de Gasolina que allí funciona.
Pero el problema no radica en el hecho que lo desaparezcan, lo triste, lo penoso, lo amargo, lo funesto, lo deplorable radica en que los samarios lo permitamos. Cuando digo samarios, no me estoy refiriendo a simples y anónimos ciudadanos sin ninguna capacidad de liderazgo, me refiero a instituciones como la cámara de comercio, los sindicatos, los gremios, las asociaciones de toda índole, que no sólo deben tener autoridad moral sino sobre todo un alto sentido de pertenencia ciudadana. Ellos y ellas tienen la responsabilidad ética de promover y mantener en alto el civismo de una ciudadanía agotada por el desengaño y el despojo de naturales y foráneos corruptos. Que no se les olvide. De lo contrario mejor sería que tuvieran la vergüenza de no existir.