sábado, 23 de agosto de 2014

Conferencia de Paul Latortue.

A los estudiantes de la Universidad Sergio Arboleda que asistieron a la conferencia en el Banco de la República.

Por Armando Brugés Dávila.
Me referiré exclusivamente a la intervención del economista Paul Latortue (Profesor de la Universidad de Puerto Rico – Recinto Río Piedras), titulada “Pétion y Bolívar: el apoyo de Haití a la Independencia de Suramérica”.
De aquella charla bien se podría decir que fue una manera aséptica, pero también perversa, de interpretar la historia. Inició su intervención recordando que, la independencia estadounidense fue liderada por los descendientes ingleses que tenían el control de la Colonia y que aspiraban a controlarla en su totalidad, sin vasallaje alguno, instaurando para ello la República. Fue un movimiento independentista pero esclavista  y profundamente  racista diría yo y tan plutocrático como lo es en la actualidad; esto es, con una máscara democrática de elección popular pero cuyas decisiones importantes la toman los grupos de poder establecidos. De igual manera, señaló eufemísticamente que lo mismo había sucedido en la América Hispana. También se cuidó de no decir  que, cuando la lógica política de una solidaridad de cuerpo apuntaba a un respaldo político, económico y militar por parte de Estados Unidos hacia la segunda República que se instauraba en el Continente,  ello no resultó así. Precisamente, por esa concepción racista y esclavista, tuvieron que pasar 58 años para que USA, la primera República instaurada en América en 1783, se dignara reconocer a la primera República negra del mundo y segunda en América, emancipada en 1804.
Personalmente me declaro cien por ciento bolivariano, pero decir que Bolívar declaró la libertad de esclavos, es faltar a la verdad; eso no sucedió nunca. En esto El Libertador le falló a Petión, no obstante haber liberado los suyos a muto propio, lo que le costó muchos dolores de cabeza con su familia. Decretó sí, levas de esclavos ofreciendo la libertad a quienes se vincularan a los ejércitos independentistas, pero se le disculpa porque los hombres son ellos y sus circunstancias. Los movimientos insurgentes en América del Sur también fueron esclavistas y racistas, sino que lo diga José Prudencio Padilla.
También manifestó que la colaboración de Venezuela a Haití no era nueva, minimizando la actual colaboración de la República Bolivariana de Venezuela, lo cual es un irrespeto a la inteligencia. La RBV no sólo le condonó la deuda a la República de Haití, sino que  le está vendiendo petróleo, pagando los haitianos el 60% de contado y el 40 restante pagadero a 25 años con un interés del 1%. Eso no es regalarlo, como maliciosamente lo dijera este señor, haciendo eco a la derecha venezolana. Antes por el contrario es darle la posibilidad a ese pueblo maravilloso, de pagar  en un tiempo que le dé margen a  desarrollarse, lo que ningún Estado ni entidad crediticia mundial había hecho hasta ahora.
Ahora, decir que esos dineros destinados al desarrollo del país caribeño se prestan para incrementar la corrupción, porque no tienen los controles que tienen los de entidades como FMI, BID y BM, es de una desfachatez intolerable. Una de las características de los préstamos de estas entidades, es que en no pocas ocasiones ha pasado lo que dicen sucedió con los 4.000 millones de los 11.000 prometidos, que entraron como ayuda a los damnificados del terremoto, pero canalizados por  las ONG y no por el Gobierno haitiano, de los cuales se dice que, de cada cinco dólares que mandaron 4 se quedaron en el extranjero. No está por demás el recordar que, el señor Paul Latortue es fundador y presidente (1986 - 2000) de la ONG Fondement  con sedes en Gonaïves (Haití) y San Juan (Puerto Rico). Además, quién se puede imaginar semejante volumen de dinero, millones de dólares anuales, sin auditoria alguna? Será que el señor Latortue, nos considera tarados mentales?





jueves, 21 de agosto de 2014

Qué hacer con el Liceo Celedón y con I.T. Industrial?


Por Armando Brugés Dávila.

Se trata de un tema que puede levantar muchas ampollas, pero considero necesario plantearlo con toda la sinceridad que el caso amerita.
Se trata de dos respetables instituciones educativas que en su momento fueron orgullo de la ciudad, pero el tiempo inexorable  todo lo acaba y depende de los seres humanos que eso no suceda con las cosas que nos son más caras. Por lo anterior y considerando que estas dos han quemado sus etapas desde el punto de vista pedagógico, dadas las circunstancias adversas de los últimos tiempos, es por lo que me permito plantear la siguiente propuesta:
El Liceo Celedón fue construido en 1924, por lo que su antigüedad es de 90 años; mientras que el edificio en donde funciona  el Instituto Técnico Industrial lo fue a partir de 1951, lo que nos dice que su antigüedad es de 63 años. Ambos son dos imponentes construcciones republicanas, que con el correr de los tiempos se fueron convirtiendo en platos de merienda de algunos administradores avivatos, que los convirtieron en barriles sin fondo, una especie de huecos negros  en donde cuánto dinero ingresaba para su recuperación, desaparecía para desencanto de la comunidad educativa, que ha visto asombrada cómo sus instituciones han venido cayendo pedazo a pedazo.
Con el Celedón la última inversión que se le hizo, cuantiosa por cierto, fue desviada y hasta la presente no ha pasado absolutamente nada. La justicia en nuestra ciudad pareciera detenida en el tiempo y esto ha contribuido  para que se haya visto sometida al más abominable saqueo y sus autores sigan muertos de la risa, porque no hay justicia que los detenga.
Esas dos hermosas edificaciones republicanas debieran ser rescatadas, pero no  para continuar como centros educativos,  porque  la ciudad ha crecido tanto que ya las mismas no resultan funcionales a los propósitos de la educación que requieren los nuevos tiempos. Es más, insistir en ello me parece retroceder, es querer mantenernos en un pasado que no conduce a futuro alguno; es persistir tercamente en algo que ya se fue y que no volverá; es insistir en la absurda idea de que todo tiempo pasado fue mejor.
La ciudad requiere de sitios en donde se promocione la cultura y una buena manera de iniciar el proceso, sería aprovechando estas bellas edificaciones para promoverla allí. Las estructuras y áreas que poseen estas construcciones, serían extraordinarias para que en ellas funcionara, por ejemplo, una gran biblioteca municipal, con hemeroteca incluida en donde se pudieran consultar los diferentes periódicos y revistas que en la ciudad han sido. Otro podría ser el Archivo Histórico del Magdalena Grande, considerado como el más importante existente en el área del Caribe, el mismo que hoy se pierde en los salones del antiguo hospital San Juan de Dios. La ciudad también se vería muy beneficiada con la apertura de una Sala de Concierto que no tiene; pero tampoco contamos con un Museo del Mar, que tanto serviría para el desarrollo turístico de nuestra ciudad y para que  nuestros niños y jóvenes adquirieran  sentido de identidad y pertenencia. No se explica que nuestra ciudad, con una riqueza antropológica de primer orden, como que en el área se dio  la Cultura Tayrona, una de las más importantes del país,  poco estudiada por cierto, y en donde funciona además una Facultad de Antropología, no cuente con un Museo Antropológico. Todas las propuestas anteriores tienen un común denominador: La esencia pedagógica-cultural de las imponentes construcciones seguiría  vigente y su aporte arquitectónico al desarrollo social y cultural de la ciudad sería de proporciones gigantescas. La dirigencia samaria  debe comenzar a pensar en grande y abandonar el pensamiento mezquino, utilitarista y politiquero en que viene empeñada hace tiempo o de lo contrario terminará arrollada por los acontecimientos.



lunes, 11 de agosto de 2014

El Holocausto de Gaza, vergüenza del siglo XXI.


Por Armando Brugés Dávila.

Dice la filosofía popular "Que no hay mal que por bien no venga", pero creo que resulta mejor decir "Que no hay mal que su bien no tenga" y el holocausto que la humanidad atónita observa que se realiza en la Franja de Gaza, es un buen ejemplo. Las atrocidades que realiza el ejército israelí contra la población en aquel territorio, sirve para ver claramente la irracionalidad que tiene el famoso “derecho a veto” imperante en el Consejo de Seguridad de la ONU. Recordemos que este derecho consiste en que cinco países (Rusia, China, Francia, Reino Unido y Estados Unidos), además de ser miembros permanentes por derecho propio, tienen la potestad de un poder ilimitado para vetar cualquier determinación asumida por dicho Consejo, momento en el cual la misma queda automáticamente bloqueada.
Precisamente, esta antidemocrática e inequitativa norma ha sido la que ha permitido la masacre en Gaza. Estados Unidos, valiéndose de semejante y absurdo privilegio, se ha opuesto mediante su veto  a que se tome medida alguna contra su máximo aliado militar y político en Oriente Medio. ¡Habrase visto  semejante canallada! Esto  es lo que ha permitido al ejército sionista bombardear por cielo, mar y aire a la población civil gazatí, incluidos hombres, mujeres y niños.
Por eso, Israel se da el lujo de romper las treguas cada vez que le da la gana, porque a ellos y sólo a ellos no les interesa la tregua; al títere de Ban Ki-moon, el secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry, lo puso de burla ante el mundo haciéndole afirmar que sí habría tregua, a sabiendas de que Israel no cumpliría; no obstante tener los palestinos más de 1700 muertos, de ellos 239 menores y de éstos, 166 con menos de 12 años, además de miles de heridos y ser las bajas israelíes apenas de 15 soldados muertos en combate, el gobierno americano ha solicitado al movimiento de Resistencia Palestina que suspendan los ataques a Israel ante la ofensiva militar israelí, esta última, en su criterio, por demás  justificada. ¡Cuánto descaro! Es más, el Senado estadounidense acaba de aprobar una ayuda de 225 millones de dólares, dizque para reforzar el sistema de defensa antimisiles; el descaro es de tal magnitud, que al Washington Post no le tembló el pulso para publicar una conversación, sostenida entre el primer Ministro de Israel Benjamín Netanyahu y el Embajador de USA en Israel, Dan Shapiro, cuya fuente se mantuvo en el anonimato, en la que el primero le expresa su frustración por los esfuerzos de USA para forjar una tregua en Gaza a raíz del fracaso del alto al fuego y le solicita además, le diga a Obama "que no le critique más en lo que se refiere a Hamás”. Lo que en lenguaje no diplomático sería: "Dígale al negro pendejo ese que no me joda con el cuento de Hamás". Parece que al Nobel de la guerra se le está acabando su cuarto de hora.
Esa es la razón por la cual, mandatarios  de América Latina vienen proponiendo la necesidad de hacer un replanteamiento a la legislación actual del Consejo de Seguridad, pues como está concebida resulta lesiva al derecho de igualdad que debe imperar en tan importante órgano mundial. Sobre el tema, la mandataria argentina Cristina Fernández, en la Asamblea General de la ONU el año pasado, señaló que el mismo funcionaba sobre la base de contextos ya superados como el de la Guerra Fría y por tanto, como partidaria del multilateralismo solicitaba que en el 2015 se eliminara el derecho de veto en dicho Consejo y que a partir de ese momento las decisiones al interior de la ONU se tomaran por consenso. Amanecerá y veremos.