sábado, 18 de junio de 2016

Sintomatología de una decadencia.


Armando Brugés Dávila.
Cosas muy extrañas se vienen sucediendo por estos tiempos  al interior de Estados Unidos. En lo que concierne al sistema de producción, quién lo creyera, una encuesta realizada por la Universidad de Harvard entre jóvenes estadounidenses de 18 a 29 años, ha mostrado que el 51% rechaza el capitalismo como sistema económico, y no por cualquier cosa, sino por injusto, y sólo lo apoya el 42%. De igual manera, en un sondeo realizado por las firmas Reuter e Ipsos, se encontró con que el 51% de los votantes usamericanos cree que el sistema primario está amañado, concepto éste que públicamente comparten también los candidatos Donald Trump y Bernie Sanders.
Por otra parte, en lo que tiene que ver con la salud pública, un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins han llegado a la terrorífica conclusión que la tercera causa de muerte en EE.UU. son los errores médicos. El estudio estima que más de 250.000 pacientes fallecieron consecuencia de un error en el tratamiento médico. A este tipo de muerte solamente le aventajan las causadas por enfermedades del corazón (611.000) y cáncer (585.000), pero las mismas se encuentran por delante, de lejos, a las originadas por enfermedad respiratoria aguda (149.000). Estamos hablando de una grave crisis de salud.
Igualmente, la intolerancia comienza a mostrar sus uñas, como cualquier gato de vecino. A comienzos de año, la joven pintora estadounidense Illma Gore,  publicó en su Facebook la obra titulada “Make America Grat Again” que traduce “Haz a Estados Unidos grande otra vez”; en la pintura aparece Donald Trump desnudo con un pene muy pequeño. A partir de ese momento le llovieron las amenazas anónimas, le cancelaron su página en Facebook y hace pocos días fue agredida salvajemente por dos seguidores de Trump,  uno de los cuales se bajó del auto  golpeándola en la cara, mientras gritaba: “¡Trump 2016!”. La intolerancia es de tal nivel que la obra se encuentra en Londres, ya que por razones de seguridad, ninguna galería en su país se animó a exponerla.
En lo que tiene que ver con el manejo de los fondos públicos, hace pocos días el senador usamericano Jeff Flake, rindió un informe en el que señala la forma un tanto ridícula, absurda e irresponsable como el gobierno federal estadounidense invierte el dinero de los contribuyentes. Según el documento, el gobierno americano invirtió un millón de dólares en un estudio que trataba de averiguar en qué parte del cuerpo duele más una picadura de abeja. La investigación dio como resultado que el lugar en donde dolía más una picadura de abeja era en la nariz, seguido del labio superior y finalmente en los genitales. Sin comentarios. Otro estudio en el que invirtieron cinco millones de dólares se hizo para averiguar si los pájaros ebrios cantaban peor que los que estaban sobrios. Infortunadamente la noticia nos dejó sin saber el resultado de tan “importante” investigación. Es más, otro de estos estudios, en el que se invirtieron 753.000 dólares, apuntaba a averiguar quién tenía más pelos, si una ardilla o un abejorro.  ¡Fascinante!
Por último, el Movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones, que durante 10 años se ha dedicado a impulsar campañas contra Israel por su represión al pueblo palestino, ha sido amordazado al interior del país que se pavonea por el mundo proclamándose como modelo de democracia, libertad de expresión y tolerancia en el planeta. El alcalde de Nueva York, Andrew Cuomo, acaba de firmar una orden ejecutiva con la cual se castigará a los que critiquen o boicoteen a Israel.  La orden ejecutiva permitirá recopilar una lista con cada empresa o institución privada que apoye el BDS y obligará a todos los departamentos pertenecientes al gobierno a desprenderse de cualquier acuerdo o negocio con dichas empresas u organizaciones privadas. Esto se suponía, sólo ocurría en el anárquico Tercer Mundo.
Todos son acontecimientos que nos hablan de una crisis que debe preocuparnos, en tanto que, nos guste o no, somos satélites de su modus operandis mundial, razón por la cual debemos estar atento, cosa de no hundirnos con el barco.

Los invito a mi blog: Inquietudesajbd.blogspot.com.co


sábado, 4 de junio de 2016

A jugar limpio.


Armando Brugés Dávila.
Por estos días leí un artículo de Alex Vernot, quien mostrándose como un politólogo independiente termina muy inteligentemente haciendo una sutil campaña de favorabilidad al ex presidente Uribe. Aunque su teoría no deja de tener validez, su manera de plantearla le otorgan  al personaje beneficios políticos que no vendrían al caso sugerirlos y menos con la perspicacia que lo hace. Como dijera Julio Cesar: A la mujer del César no le basta con ser honesta; también tiene que parecerlo.
En concepto del articulista, si el ex-presidente no entra en el proceso de paz que se está gestando en La Habana, lo que habrá será GUERRA, por la sencilla razón de que sus seguidores, siendo muchos de ellos detentadores de las tierras adquiridas en los últimos tiempos y del poder en todos los órdenes en el ámbito nacional, no van a aceptar ahora que extensas zonas territoriales vayan a quedar en manos de sectores de la izquierda revolucionaria con ambiciones políticas locales. Pero a continuación y como por arte de magia, desaparece a estos personajes afirmando que los que están detrás de esos “negocios millonarios”, son la propia guerrilla, los paramilitares o las bandas criminales, todos con la complicidad de las autoridades supuestamente legítimas. Aquí se queda corto al no aclarar que estas tierras fueron vendidas a terceras personas, quienes ahora alegan compraron de buena fe.
Igualmente se manifiesta el articulista, en el sentido que la elección del expresidente fue producto del hartazgo que el pueblo tenía de la guerrilla, pero igual olvida que fue el momento en que el establecimiento se vio tan acosado por la insurgencia, que decide quitarse el antifaz y aparecer como lo que era: la derecha política de este país. Antes de aquellas elecciones, esta línea ideológica-política había permanecido camuflada entre los partidos tradicionales. Tan cierto es lo anterior, que los esfuerzos de paz iniciados por Belisario Betancur fracasaron de tal manera, que su famosa Comisión de Verificación resultó, ese sí,  un canto a la bandera, al punto que uno de los comisionados, Otto Morales Benítez, atribuyó dicho fracaso a los que denominó “enemigos agazapados de la paz”. Es decir, a la paz le disparaban pero no se sabía quién ni de dónde. Antes de aquella candidatura ser de derecha era casi una vergüenza, pero poco a poco la presión social los hizo salir del closet y con su poderío mediático, económico y político, fueron tomando posiciones cada vez más claras, tanto así que con esa candidatura deciden jugarse el todo por el todo. Prueba de ello fue que aquella campaña se volvió una de las más costosas de la historia del país, el dinero fluyó a borbotones y el proyecto político de la derecha colombiana se logró a plenitud al llegar a la presidencia Álvaro Uribe Vélez.
En la actual coyuntura política, a diferencia de los tiempos de Belisario Betancur en donde los enemigos de la paz se encontraban camuflados entre los partidos tradicionales, hoy día estos se muestran en toda su plenitud, orgullosos de ser lo que son, lo que representan y lo que piensan. Y eso está bien. Ya sabemos quienes son. Lo que no está correcto es la utilización de algunas estrategias utilizadas por ellos, que parecen desbordar los límites de la verdad, la cordura y el ejercicio pacífico de la política. Ese cuento de que a Uribe se le quiere echar la culpa de todos los males de este país está muy trillado e igual sucede con el otro bando, siendo incluso este último más manipulado por los medios. Al respecto hay una polarización tal que bien podríamos decir, como lo señala un viejo proverbio chino: Los arboles no nos dejan ver el bosque. Tan cierto es esto, que el periodista en referencia propone como solución, que se reúna el ex presidente Uribe con las Farc y con el Presidente Santos por separado, para que acuerden términos políticos, pero soslaya decir que tanto Santos como Timochenko se lo han propuesto y éste ha hecho mutis por el foro contestando cualquier cosa.

Publicado en El Informador el 04 de junio de 2016

Réquiem por el sueño americano.


Armando Brugés Dávila.
Acaba de salir al público un documental titulado “Réquiem por el sueño americano”, dirigido por Peter Hutchison, Kelly Nyks y Jared P. Scott. En el mismo, Noam Chomsky, profesor titular de lingüística del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) y crítico acérrimo del sistema capitalista, es entrevistado y se refiere al desmoronamiento de Estados Unidos como proyecto de igualdad de oportunidades, al que se le conoce con el nombre de “el sueño americano”. En él critica cómo este sistema adoptado por la mayoría de los países occidentales está matando al 99% de la raza humana. En su criterio considera que los tiempos que vivimos son los más desiguales y menos democráticos de la historia de la humanidad. Palabras mayores.
A su entender, la primera gran equivocación del establecimiento fue, en aras de su seguridad, optar por la inequidad y no por la democracia. Los avances democráticos logrados en la década de los sesenta, cuando se implementaron los derechos civiles de las minorías y de las mujeres, generó una reacción sin precedentes, tanto en la derecha como en la izquierda. Los primeros, buscando reducir el poder del Estado en sus vidas y los segundos, hablando de un exceso de democracia. Luego vino el auge del sector bancario y la debacle del obrero usamericano, puesto a competir con la barata mano de obra asiática, lo que terminó provocando la fuga del capital financiero, el descalabro de la industria  y  del obrero estadounidense.
Igualmente, según el lingüista, en los setenta la política tributaria se diseñó para que los ricos pagaran menos y los de menores recursos pagaran más, lo que lograron  subiendo los impuestos de los salarios y del consumo, con lo que se afectaba a toda la población y reduciendo los impuestos a los dividendos, que sólo afectaba a los ricos. De igual manera, la salud y la educación fueron abandonadas a su suerte por parte del Estado y se desregularizaron a tal punto las instituciones financieras, que habiendo sido las directas responsables de la crisis del 2008, a ellas se les encargó la restructuración de aquella economía, algo así como los ratones cuidando el queso. 
Considera Chomsky que, si bien es cierto las elecciones en Usamerica siempre han sido influenciadas por intereses privados, la decisión tomada por la Corte Suprema de Estados Unidos en el sentido de que el derecho de libertad de expresión de las corporaciones no podía limitarse y por tanto éstas podían gastar  lo que a bien tuvieran en lo que a financiación de campañas electorales se refiere, fue una de las peores decisiones tomadas en la historia de aquel país, en tanto que bajo la presidencia de Ronald Reagan se hirió de muerte al organismo defensor contra la tiranía corporativa, dando libertad a las empresas para que trataran a los sindicatos como instrumentos ilegales. Pero el profesor del MIT parece olvidar que ya es vox populi que las elecciones en aquel país comienzan a ser manipuladas. 
Pero sin lugar a dudas, una de las cosas que más le preocupa al intelectual estadounidense, es el hecho de que el establecimiento usamericano ha descubierto en la publicidad una manera efectiva para controlar a la población, algo que a mi entender descubrió la Alemania nazi en el siglo pasado. Según él, con la publicidad los poderosos de Usamérica han podido controlar las actitudes y creencias de los ciudadanos, condicionando sus comportamientos a sus intereses muy particulares de élite.
Añora el intelectual, la época en que el sueño americano, no obstante su carácter simbólico, mantenía su piedra angular: la movilidad de clases; esta era una realidad tal , que cualquier ciudadano norteamericano por sus propios medios podía volverse rico,  ascender de clase, adquirir casa, carro y educar a sus hijos en buenas universidades. Pero las cosas ahora, según él, son diferentes y eso lo hace parecer por momentos pesimista, pero termina afirmando que aún es posible que el pueblo norteamericano, organizándose y luchando por sus derechos, logre recuperar la confianza perdida en sus instituciones e instaure una nueva era con una auténtica democracia. ¿Será el fenómeno Barney una respuesta a esta angustiosa situación? 


Publicado en El Informador el 21 de mayo de 2016