domingo, 18 de diciembre de 2016

Optimismo y paz.


Arsada

Una forma de hacer terrorismo en este país es construyendo y difundiendo la falsa idea, para consumo de la opinión pública mediática, que los que no quieren la paz representan un alto porcentaje de ciudadanos; nada más alejado de la realidad. La paz es un mandato constitucional, razón por la cual todo colombiano que esté contra ella, está contra su Carta Magna.

A propósito del tema, por estos días llegó a mis manos, vía Internet, un libro titulado “Historia de Colombia y sus oligarquías (1498 – 2017)” del escritor Antonio Caballero. Sinceramente comencé su lectura sólo por habérmelo enviado una amiga a la que aprecio y valoro mucho intelectualmente, pero de entrada, no me pareció serio.

Pero mi sorpresa fue mayúscula: me encontré con un trabajo realmente extraordinario en torno a lo que ha sido la historia de nuestro territorio desde la llegada de los españoles, con el agravante que todo parece indicar que tal comportamiento, intransigente y violento, casi que se dio exclusivamente en nuestra amada patria; en las otras entidades territoriales en que España dividió al Caribe y Suramérica, no sucedió igual, al menos no con la misma intensidad.

Desde que estoy leyendo sobre el desarrollo histórico de este país no me había encontrado con algo tan completo, sencillo y ameno, a la vez que tétrico y espeluznante. Nuestra historia es un camino de violencia aterrador, en el que día por día, año por año, centuria por centuria, ella ha venido creciendo como corriente agua desbocada que corre pendiente abajo sin barranco que la detenga.

Antonio Caballero la sacó del estadio con este trabajo. Ningún profesor de Ciencias Sociales en este país será el mismo después de leer esta obra que relata, de la manera más amena posible, la historia de nuestra amada Colombia y seguramente perderá su talante de intelectual si no permite a sus estudiantes acceder a ella.

A la paz de este país, infortunadamente, no se llegará tan fácilmente; la aprobación del fast track por parte de la Corte Constitucional no es mucho lo que soluciona. Comenzando porque una de las cosas que habrá que enfrentar el gobierno será el asumir el compromiso de modernizar el sistema electoral; mejor dicho, cambiarlo, modernizarlo.

El nuestro es tan aberrante, que en estos momentos el cabildante conservador Jorge Useche, fue detenido en pleno Concejo distrital de Cartagena, para que responda ante la Fiscalía dentro de un proceso por fraude electoral en las elecciones de octubre de 2015,  y a quien la entidad acusa de haber pagado 150 millones  por la curul en la corporación. Y con él están detenidos, nada menos que la registradora del departamento, el delegado departamental de la Registraduría y el presidente de la Comisión Escrutadora Departamental.

Lo anterior sólo es posible gracias a la obsolescencia de nuestro sistema electoral, que es en donde comienza nuestra gran falla institucional como nación. Pero, así es que les sirve a los corruptos.

Si esto no se da  en las primeras de cambio, las cosas comenzarían mal, pero ello no significaría el apaga y vámonos; antes por el contrario, tendríamos que luchar con más empeño para alcanzar el tan anhelado estado de tranquilidad nacional.
En este momento, lo único que no podemos perder, los que anhelamos la paz, es el optimismo.




sábado, 26 de noviembre de 2016

Insubordinación de la derecha en El Vaticano?


Arsada.

En relación a lo que viene sucediendo al interior de la Curia romana, se puede decir que si bien no se trata de un cisma, ni mucho menos de un conato de división universal al interior de la iglesia, estas bolitas de nieve cuando comienzan a rodar, nadie sabe en qué pueden terminar.

Recordemos que no es la primera interpelación que le hacen al Papa Francisco, en este año, en el mes de julio, 45 teólogos y eclesiásticos enviaron una misiva al Colegio Cardenalicio en donde también pedían aclaraciones al Papa.

La comunidad católica mundial sabe que, la línea ideológica identificada como de derecha o conservadora viene sosteniendo que, la orientación asumida por el papado sobre las familias y los divorciados no sólo son sacrílegas, sino que además podrían considerarse heréticas en tanto que tienden a relajar las normas morales en detrimento de los fundamentos de la iglesia.

Y así lo expresan de manera pública cuatro cardenales, tres retirados y uno sin funciones específicas al interior del Vaticano, pero muy crítico del papa latinoamericano, quienes le escribieron al Papa Francisco, cuestionándolo por su exhortación apostólica Amores laetitia (“La alegría del amor”), documento que hacen público después, según ellos, de esperar dos meses por una respuesta del Pontífice que nunca llegó.

En cambio, al parecer sí les llegó una comunicación que el Papa enviara a los obispos de Buenos Aires, en el que les manifiesta que dado el caso de existir factores que llegaran a limitar la “responsabilidad y culpabilidad” del divorciado, entonces “la Amoris laetitia abre la posibilidad del acceso a los sacramentos de la reconciliación y la eucaristía. Dicho de otra manera, el Papa manifiesta que no cambia la doctrina, sino que abre las puertas para que los obispos, teniendo como fundamento el entorno cultural nacional y local, actúen en consecuencia.

Lo anterior, además de los aspectos relacionados con la homosexualidad, la educación sexual, la inequidad económica y la responsabilidad frente el cambio climático, entre otros, son temas que se han convertido en puntos de profunda divergencias entre el Papa y los sectores de derecha al interior de la iglesia.

Ahora que, la carta que acaba de enviarle la presidenta de la Asociación Madres Plaza de Mayo al Papa Francisco, sobre la situación político-social de Argentina, es realmente una verdadera papa caliente por donde se le mire. En ella, además de pedirle perdón por el envío de la misma,  también le solicita la ayuda con sus palabras, puesto que ellas tienen una gran recepción en el pueblo y éste las necesita.

En esa carta que acaba de ser publicada, la señora Hebe de Bonafani, le escribe: “La violencia institucional crece en los barrios pobres, sobre todo. El pueblo tiene miedo, la mentira es moneda corriente todo el día, todos los días, en todos los que gobiernan”. Más claridad, imposible. Todo apunta a que la jerarquía eclesiástica argentina guarda un silencio cómplice.

En qué terminará toda esta problemática ideológica que se ha desatado al interior del Vaticano? Nadie lo sabe; lo cierto es que al igual que el resto de las instituciones planetarias, la iglesia católica se encuentra en una profunda crisis que se viene notando en el voluminoso número de fieles que a diario se retiran de ella para integrarse a sectas protestantes, con una facilidad que impresiona  y también desconcierta.




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sábado, 12 de noviembre de 2016

El petróleo nos está enloqueciendo a todos.


Por Arsada.

Desde hace mucho tiempo sectores que se oponían a la explotación petrolera mediante la técnica del fracking, venían sosteniendo sobre la inconveniencia de tal procedimiento dado los costos materiales y sociales que la misma podría conllevar.

Como era de esperar los sectores que más se beneficiaban con tal estrategia de explotación como la Shell, la Exxon Mobil, y Chevron, entre otras, no solo rechazaron aquella posición por ridícula si no que se montaron en ese boom de explotación petrolera.

Y no solo arremetieron contra el tercer mundo, en donde las poblaciones campesinas e indígenas, de manera valiente  y casi solitaria, levantaron sus voces de protestas; si no que  además, estos energúmenos, adoradores de la utilidad, igual terminaron utilizando la misma estrategia de explotación al interior de EE.UU. en donde también han tenido fuerte oposición por parte de importante sectores sociales. Infortunadamente el poder del dinero lo tapa y lo calla todo.

Lo interesante de la historia es que ahora de acuerdo a un estudio dado a conocer en el  Bulletin of the Seismological Society of America (BSSA), científicos estadounidenses, señalan que precisamente la producción de petróleo y gas bien pudieron haber contribuido de manera importante en cuatro de los cinco terremotos más demoledores ocurrido en Los Ángeles a principios del siglo XX, (Inglewood en 1920, Whittier en 1929, Santa Mónica en 1930, Long Beach en 1933). En este territorio se dio una relación directa entre la alta explotación petrolífera que se dio a principio del siglo XX, la cual llegó a representar el 20% del total nacional y la alta actividad sísmica de la zona en el mismo período.

  
Tomando como base la anterior información, estos científicos son del criterio que esta investigación, de alguna manera confirma, que la explotación de petróleo y gas puede incidir en la generación de terremotos de grandes magnitudes. Tal estado de cosas en Los Ángeles, igual los induce a pensar que a la misma  conclusión se puede llegar en lo relacionado con los temblores que se vienen presentando en Oklahoma y Texas, causados muy posiblemente por el empleo del sistema de fracking o fracturación hidráulica que se viene utilizando en aquellos territorios.

Todo esto nos lleva a concluir que a nuestros campesinos e indígenas en Latinoamérica, les asiste toda la razón del mundo cuando levantan sus voces para oponerse a semejante sistema de explotación petrolera que implica tan alto costo ambiental., sobre todo si pensamos en la cantidad de agua dulce que el mismo utiliza. Ahora, que si escasea el agua, el negocio resulta de una rentabilidad mucho mayor y entonces quién dijo miedo.

No olvidemos que Latinoamérica está ubicada en un área eminentemente  montañosa y por ello el fracking puede llegar a causarnos muchísimo daño, máxime cuando el planeta  atraviesa por una inestabilidad sísmica poco común  consecuencia de un reacomodamiento de sus placas tectónicas.

Si a lo anterior le agregamos las largas sequias que se vienen presentado como consecuencia del cambio climático la situación toma un color casi que de tragedia planetaria, pero esto parece no importarle mucho a los adoradores del dios Utilidad, convencidos que a ellos no les va pasar nada.
¿Ingenuidad o demencia posesiva?



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martes, 1 de noviembre de 2016

Qué sucede realmente en USA?

Arsada.

Ante las noticias que llegan del Norte, no tengo más opción que rememorar los tiempos en que nuestro profesor de Historia Universal, nos ponía a los Estados Unidos como ejemplo de lo que era una verdadera democracia, cuidándose, eso sí, de no profundizar mucho en lo poco democrático que era su sistema electoral, en tanto que desde siempre ha sido una elección presidencial  no directa.
Es decir, sus ciudadanos no eligen a su presidente, sino que eligen a unos señores quienes son los que escogen, en un proceso diferente, al primer magistrado de la nación.
Quién quita que este detalle, aparentemente baladí, se haya convertido con el transcurrir de los tiempos, en el responsable de los caricaturescos sucesos  del cual somos testigos en esta segunda década del siglo XXI los habitantes del tercer mundo.
Lo paradójico es que su protagonista sea  un Estado que viene dándose la pela con medio mundo, en un intento de imponer a la brava un sistema que él mismo, al parecer, no ha sido capaz de implementar a su interior de manera satisfactoria.
La campaña presidencial que se lleva a cabo en estos momentos en Usamérica, seguramente pasará como una de las más vergonzosas de toda su historia republicana.
Los tres encuentros que tuvieron sus dos candidatos a la primera magistratura, contra toda lógica,  fueron realmente pobres en ideas y ricas en vulgaridad y maltrato personal. No eran más que dos niños ricos y malcriados, dispuestos a no dejarse el uno del otro.
Jamás pasó por mi mente en aquella época de escolaridad, que me tocaría ser testigo de una situación tan anómala políticamente, como la que se vive en estos momentos al interior de aquel país.
 Allí ahora se habla de fraude electoral, de no aceptación de resultados, de posibles movimientos insurreccionales, en fin, de todo aquello por lo que estos países del tercer mundo éramos señalados, como  consecuencia de nuestro atraso tecnológico y poca cultura política.
A medida que se acercan las elecciones en aquel país los temores a un fraude electoral van en aumento debido, entre otras cosas, a que las máquinas de votación en no pocos estados podrían estar bajo la influencia del magnate George Soros.
En este caso pasó algo parecido a lo acontecido con Juan Carlos Vélez, jefe de campaña por el No del Centro Democrático. Allá la empresa Smartmatic, experta en asuntos electorales, de manera torpe, como sucedió acá, publicó en su web una carta en la que afirmaba que proporcionaría para las elecciones del 8 de noviembre en USA, un total de 50.000 máquinas de votación para un total de 16 estados, correo que posteriormente desapareció de su página Web, al parecer, sin razón aparente.
Cuál es el problema?  Aparentemente ninguno, salvo que el presidente de Smartmatic, Malloch-Brown, es miembro de una Fundación de propiedad de George Soros, además participa en el Comité Consultivo del mismo Soros en Bosnia.
Por si fuera poco, este último, ha sostenido durante mucho tiempo lazos con la candidata, como bien se ha demostrado por correos electrónicos del jefe de campaña de Hillary Clinton, dados a conocer por WikiLeaks.
Pero si lo anterior no fuera suficiente, Malloch-Brown tiene vínculos con los Clinton por su trabajo en dos empresas consultoras muy conocidas por sus conexiones con esta familia. Mejor dicho bobo el último.
Lo anterior ha permitido a Trump expresar que “no aceptará los resultados a no ser que gane él”. Lo que induce a los expertos creer que tras las elecciones podría estarse generando una oleada de protestas que bien podrían terminar en enfrentamientos civiles y raciales de consecuencias imprevisibles.
Sobre todo si las elecciones son ganadas por la Clinton, caso en el cual los partidarios de Trump, extremistas de derecha,  seguramente iniciarían desórdenes que podrían terminar justificando una represión policial y hasta la implantación de una Ley Marcial.
Incluso, algunos entendidos hablan de la posibilidad de estar ad portas de una dictadura de facto al interior de los Estados  Unidos. Esto parece una película de ciencia-ficción.


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viernes, 30 de septiembre de 2016

Llegó el gran día.


Arsada.

El pueblo colombiano se apresta a escribir el más importante acto político de toda su historia desde que se instaurara la república. Los inicios de la guerra en nuestro país la podemos encontrar en la invasión española a partir de 1492, pero por cuestiones metodológicas podemos decir que a nuestro país no le fue nada bien en lo que a la pos-guerra de la independencia se refiere, ya que a partir de aquel momento, las luchas por el poder entre las diferentes facciones, los llamados señores de la guerra, hicieron que éstas se mostraran sus fauces y garras y se arrancaran las entrañas a nombre de ideologías foráneas que servían para justificar sus instintos primarios de acumulación y poder. Desde entonces, el soberano (léase el poder popular) sólo ponía los muertos; la negramenta, al igual que la indiamenta y la chusma analfabeta, no tenían derecho a participar en las altas decisiones de Estado. A la mujer simplemente se le ignoraba, era algo así como un cero a la izquierda, era la esclava de los machos, fuesen estos libres, indios o esclavos. Más adelante, cuando aparece el derecho al voto, este sólo se le concedía a los que poseían propiedad raíz, pero siempre varones; a la mujer se le siguió  prohibiendo poseer bienes, sólo se le concedió el derecho a votar en 1957.
Desde los inicios de la república, las guerras intestinas se dieron silvestres en nuestro país, dieciséis de ellas consideradas grandes y ciento y pico regionales o locales, siempre en procura de la concentración de la tierra y del poder que la misma generaba. Una de las últimas y más publicitada fue la denominada  Guerra de los Mil días (1.899 – 1902).
La guerra ha sido un fenómeno que dolorosamente nos  viene acompañando hace mucho rato. No bien había terminado la de los mil días, cuando se produce en 1929 la Masacre de las bananeras, la que pareció un pequeño ensayo de lo que se desarrollaría a partir de 1946 y que conocemos como la tristemente célebre época de la Violencia o como la denominan otros: la guerra de los cafetales. Que incluye el asesinato de Gaitán, el bombardeo de Marquetalia, el surgimiento de las Farc, el paramilitarismo y las Bacrim y todo ello permeado por el narcotráfico, lo que la hace más compleja y horrorosa.
Curiosamente, el problema de los muertos siguió igual: en ambos bandos, los sigue poniendo el poder primario, el pueblo. Por eso la votación por el sí, el domingo 2 de octubre debe ser espectacularmente abrumadora, especialmente entre el género femenino al cual junto con sus crías les ha tocado pagar un precio muy alto en esta historia atroz de nuestra patria; ningún ciudadano o ciudadana del común, confiado en que el triunfo es un hecho, puede quedarse sin votar en favor de la refrendación del plebiscito. Poderosas fuerzas oscuras, valiéndose de artimañas, mentiras y calumnias, aprovechando la ingenuidad de muchos de nosotros, están haciendo hasta lo imposible para que esa violencia infame continúe para beneficio de sus propios intereses.
Comprendo perfectamente que personas citadinas, que no sufrieron los rigores de la guerra sean partidarias de votar por el No al plebiscito, al fin y al cabo tuvimos la fortuna los habitantes de las ciudades colombianas de no haber sentido los horrores de esta absurda conflagración, pero deben recordar que el “No”, no nos lleva a ninguna parte porque, como dijera un periodista, eso de plantear que no es que estén contra la paz sino en procura de una renegociación, es el más perverso sofisma de distracción que se hayan podido inventar, puesto que ni son gobierno, ni las Farc van a ser tan torpes de negociar con un sector que lo primero que les exige es que se dejen meter a la cárcel. No se puede ser tan tonto. El propósito en últimas, es que el conflicto continúe, pero para su propio beneficio. Ya lo dice la filosofía popular; el que la debe, la teme.



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sábado, 24 de septiembre de 2016

A oídos del Alcalde.


Arsada.
Sin duda alguna, el proyecto Todos al Parque, implementado por la alcaldía distrital, ha sido de un éxito casi que histórico, dado el impacto que el mismo ha tenido sobre la comunidad samaria. Infortunadamente, la administración se ha quedado a medio camino al no implementar mecanismos que permitan asegurar a futuro la conservación y desarrollo de dicho proyecto. 
Y para evadir responsabilidades, algunos lambones acuden a estereotipos lingüísticos, como por ejemplo: Que nuestra comunidad no tiene la cultura suficiente para conservar y enriquecer sus parques; que la gente pobre de nuestra ciudad, samarios o no, son desagradecidos e indolentes;  que los adultos en su mayoría son unos inconsecuentes y destructores de todo lo que proviene del Estado; que los ciudadanos debieran estar agradecidos porque una administración se haya preocupado por hacer obras de impacto comunitario, etc.
Seguramente tendrán algo de razón en algunos de los supuestos,  aunque sólo en parte: Si bien es cierto, la comunidad no tiene la cultura suficiente para conservar y enriquecer los parques, la culpa en última instancia es del Estado (administración local) y no de la comunidad, puesto que es aquel, a quien corresponde esa obligación. No es posible seguir dando lora con el cuento que la culpa la tienen los padres de familia al no saber educar a sus hijos; no se les puede pedir peras al olmo. Los que viven en la miseria no tienen nada que agradecerle ni al Estado ni a nadie, su rabia contra la sociedad es apenas obvia, dado que el primero e igualmente la segunda, le han negado lo  más elemental a lo que puede aspirar un ser humano para conformar una familia: un trabajo digno, esto es lo que los convierte en seres que recelan y odian todo aquello que tenga origen en ese Estado indolente e incapaz. Entre otras cosas, porque nadie les ha dejado bien claro que en esos parques hay dinero suyo y de todo los demás ciudadanos, razón de más para cuidarlos. Pero no, de manera soslayada se les inocula la idea que es un acto de graciosa generosidad del gobernante, cuando el agradecido debería ser este último por haber recibido del poder primario la posibilidad de administrarle sus bienes.
Pero vayamos a lo que nos interesa:
Señor Alcalde, usted cuenta con una herramienta extraordinaria para lograr que esa población aparentemente inculta, insensible, indiferente y desagradecida, se anime a defender sus propios intereses comunales: la escuela. Necesitamos una Secretaría de Educación que se empodere del proyecto Todos al Parque;  un secretario de educación que se ponga la camiseta no sólo de la paz de este país, que tanto necesitamos, sino también de la conservación y mejoramiento permanente de los parques, utilizando esa arma poderosa que se conoce como el estudiantado, la que, sin lugar a dudas, se puede catalogar como la mayor fuerza moral con que cuenta nuestra sociedad.
En los grados décimo y undécimo, nuestro plan de estudios cuenta con una asignatura o área conocida como Trabajo Social. Qué bueno sería que en las instituciones educativas, aledañas a estos parques, los jóvenes asumieran en jornada contraria el compromiso no sólo de velar por el manejo adecuado y responsable de los juegos allí disponibles, por parte de los padres y familiares de los niños, obviamente previa capacitación realizada por personal especializado de la administración distrital, sino que además instruyeran a los usuarios en las bondades que el cuidado de los mismos implica para la comunidad e igualmente asumieran el mantenimiento de sus áreas de jardines. Contando para ello con la colaboración de la empresa privada.
A la Secretaria de Educación debería unírsele algo que se llama Red de Parques y que no pude ubicar como ente con responsabilidad ni propósito alguno, razón por la cual dudo de su eficiencia en el sentido de liderar la vinculación a este proyecto de la empresa privada, mediante la elaboración de un proyecto que le dé identidad y respaldo de la administración al mismo. 
Pero como dijo el poeta: Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. 




sábado, 3 de septiembre de 2016

Bolivia ad portas de una guerra fratricida.

Apreciados amigos a partir de la fecha me identificaré con el seudónimo Arsada. Gracias
Por Arsada
Me hubiese gustado escribir sobre nuestro proceso de paz pero, la situación política de Bolivia exige que los latinoamericanos agucemos nuestros sentidos para seguir con mucho cuidado los acontecimientos políticos que allí se están produciendo.
Ya el 28 de julio,  el ministro de gobierno boliviano señaló que el encargado de negocios de Estados Unidos, Peter Brenan, enrareció las relaciones bilaterales entre ambos países al haber admitido sus reuniones con la oposición boliviana, constituyendo tal acto una intromisión en los asuntos internos de su país y lo que es más grave aún,  intentó justificarlas. Estas reuniones con el periodista de la oposición, Carlos Valverde, se produjeron dos meses antes  de que el mismo sujeto lanzara falsas acusaciones contra el jefe de estado, Evo Morales, en víspera del referéndum sobre la repostulación presidencial.
Entre tanto, el presidente boliviano ha venido denunciando que las conspiraciones contra su país no paran y los acontecimientos parecen darle la razón al mandatario. Recordemos que primero fueron las protestas de los discapacitados, una de cuyas peticiones, el aumento de las ayudas mensuales, resultaba imposible en tanto que superaba, incluso, transferencias que recibían varias gobernaciones. Más grave aún resultaba la violencia con que estos discapacitados se enfrentaban a la policía y a su cercanía a las instalaciones gubernamentales: parecían querer generar un caos con su condición de minusválidos. Luego vino el paro del transporte pesado ante el llamado que hizo el Ministerio Público a ocho dirigentes del sector para respondieran por una denuncia que contra ellos presentaran los trabajadores de la Fábrica Nacional de Cemento, quienes se sintieron perjudicados por un bloqueo de cuatro días que aquellos hicieron, citación a la que se negaban a asistir aduciendo persecución política. Y ahora el levantamiento de un sector del cooperativismo minero, que culmina con el horrendo asesinato a sangre fría del viceministro del Régimen Interior y Policía de Bolivia, Rodolfo Illanes, golpeado hasta la muerte en un acto de ajusticiamiento  brutal  que, como lo anota el jefe de estado, sólo pretende  confundir a la población y crear un clima de inestabilidad en el país propicio para un golpe de Estado.
Esta protesta la origina la nueva ley de minería que, entre otras cosas, impide satisfacer una petición de las cooperativas (en la práctica entidades privadas) que como tal  exigen se les conceda ampliar sus áreas de trabajo, en el sentido de que se les permita suscribir contratos de asociación  con empresas extranjeras, lo cual permitiría nuevamente a las transnacionales penetrar la economía nacional y apoderarse, como antaño, de los recursos mineros del país andino, lo cual está totalmente prohibido por la constitución boliviana. Pero como si lo anterior fuera poco, exigen además cero aranceles para la importación de maquinaria y equipos de minería, subvención estatal en el consumo eléctrico y eliminación de las obligaciones ambientalistas. Qué tal?
El asesinato del viceministro sólo pretende crear el caos en Bolivia, para luego justificar una intervención internacional que Latinoamérica no puede permitir por ningún motivo, menos a un gobierno que, como el de Bolivia, ha dado cátedra de buena administración pública. Con Evo, Bolivia logró por primera vez en toda su historia republicana un superávit  fiscal; la deuda pública  que en 1987 representaba el 99.2 % del PIB boliviano, en el año 2015 bajó a 17 %; Bolivia logró en ese mismo periodo el primer lugar en crecimiento económico por segundo año consecutivo en Suramérica; este país nacionalizó el petróleo y también las pensiones, privatizadas en su totalidad durante los anteriores gobiernos neoliberales, y mientras en otros países del área se bajan sus  valores o se aumentan las edades, en este país se reduce la edad de jubilación; ahora está ad portas de convertirse en la despensa energética de América Latina. 
Bolivia no se merece esa guerra miserable de baja intensidad, la misma que sufren otros países hermanos y que la derecha mundial nos esconde con una política mediática torpe pero efectiva, por lo que el pueblo latinoamericano y caribeño debe estar presto a respaldar al costo que sea. Basta ya de tanta trapisonda internacional.

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miércoles, 24 de agosto de 2016

Estamos cambiando.

Armando Brugés Dávila.
En esta semana que pasó, dos noticias me conmovieron realmente en tanto me demostraban que no todo estaba perdido en este país; todavía tenemos ciudadanos con dignidad y coraje, pero también personas con la suficiente humildad como para reconocer sus errores y pedir por ello perdón.
En primera instancia me refiero al representante de la comunidad LGBTI, Yeison David Gallo, quien de manera valerosa se atrevió enfrentar a la jauría de intolerantes e  ignorantes de lo que realmente está sucediendo en este país, en donde la desigualdad y la homofobia son silvestres. Este joven se atrevió a retarlos con su sola presencia, su brazo derecho en alto y en su pecho la bandera arco iris de su organización. Pero allí no terminó el asunto, posteriormente este marica (como le gritaban sus detractores) en un acto de generosidad sin límites y de verdadera ideología cristiana, a través del periódico digital Las Dos Orillas, los perdonó, incluido el chico de secundaria que le echó agua de dudosa procedencia en la cara y a su coordinador académico que le apoyó en tan grotesca actitud nada cristiana. Yeison David tiene claro que su gesto le podrá acarrear consecuencias, pero también es consciente que nadie merece vivir una vida llena de persecución, de temor y discriminación por tener unas características personales que ellos no han decidido. En su criterio LGBTI se nace, pero el ser homofóbico se elige. Yeison,  ten la seguridad que no estás solo en esta lucha que hoy libra la comunidad LGBTI por la igualdad de género; actos valientes como el tuyo no hacen sino fortalecer  esta lucha necesaria, heroica y por demás justa.
La otra noticia fue la carta que supuestamente enviara Rodrigo Tovar Pupo (alias Jorge Cuarenta) desde el sitio de su reclusión en una cárcel estadounidense, en la que paradójicamente también se encuentra preso Ricardo Palmera (alias Simón Trinidad). En ella, Tovar Pupo manifiesta que en aquella cárcel no hay diferencias entre izquierda y derecha, que allí son dos presos  más a quienes tratan como a criminales violadores  de derechos humanos y exportadores de cocaína. Y a pesar que sólo  pueden hablar a gritos, manifiesta que eso no les ha impedido concluir que entre ellos existen ideas comunes y que sólo los dividían intereses distintos. Y pide a Dios que lo perdone y le permita no sólo conocer a ese hombre con el que habla a gritos y se identifica como Ricardo Palmera, sino también estrecharle la mano y sellar en un abrazo el perdón mutuo que se han profesado. Refiriéndose al pueblo elector, responsable de la refrendación de la paz, sólo les desea que Dios los ayude a discernir entre lo más conveniente para Colombia, pero que él personalmente de tener que hacerlo lo haría en  favor del silencio de las armas, de un no más al llanto de los huérfanos, de las viudas y de los padres enterrando sus hijos. Y en un acto de humildad y contrición, sólo posible en un ser humano realmente arrepentido pleno de nobleza y dignidad, termina manifestando que lo cambiaría todo por una sonrisa y un buen abrazo a su hoy buen amigo Simón Trinidad.
Dejo constancia que tal documento fue cuestionado por la periodista de la W Camila Zuluaga, quien manifiesta que la misma parte de un falso supuesto al  sostener que los dos personajes están en el mismo sitio de reclusión. Por Internet pude averiguar que Trinidad se encuentra recluido en la cárcel de Florence en el desierto de Colorado pero de Jorge 40 curiosamente no encontré datos al respecto, lo cual me genera alguna suspicacia.
Sólo con tolerancia y  respeto, a los colombianos nos será posible acceder a la reconciliación que tanto anhelamos y necesitamos. No podemos insistir en la búsqueda de una armonía social de país con posiciones intolerantemente homofóbicas y excluyentes, no es honesto ni aconsejable para nosotros, mucho menos para nuestros hijos y nietos. Sin unas relaciones justas jamás alcanzaremos la paz.



domingo, 7 de agosto de 2016

En Busca de un compromiso.


Armando Brugés Dávila.

Querido diario El Informador:
Te escribo esta nota, hoy 7 de agosto del año 2016, precisamente con motivo de estar celebrando tu quincuagésimo octavo aniversario, abrumado seguramente por el peso de la incertidumbre que nos embarga a todos los seres humanos que habitamos este minúsculo planeta, el cual pareciéramos inexplicablemente empecinados en destruir.
Pero como siempre, tú, producto de la inteligencia humana y yo, como representante en este caso de ese milagro de la vida llamado homo sapiens, tenemos la obligación ética de asumir una posición fundamentalmente optimista ante este mundo que, paradójicamente, entre más lo descubrimos más complejo se nos muestra.
Recuerdo, hurgando en tus archivos, que fue un jueves 1 de agosto de aquel lejano año de  1958, y conste que estamos hablando de los inicios de la segunda mitad del siglo pasado, cuando salió tu primera edición. Esta información sólo me fue posible gracias a la existencia de tus memorias, publicada por tus propietarios al celebrar tus 55 años de labores y titulado “El Informador 55 años. Portadas. 1958-2013”. Este detalle resulta un buen ejemplo para destacar la importancia de la documentación histórica. Los samarios, aquella mañana estábamos a la expectativa de lo que podría ser el acontecimiento de la década, como en efecto lo fue. Yo era un púber de sólo 14 años y como tú, lleno ilusiones y expectativas.
La ciudad era un pueblo grande en donde todos nos conocíamos y saludábamos. Una muerte violenta era un acontecimiento que marcaba hito en la villa y escándalo en la vecindad. De aquella época a esta parte, mucha ha sido el agua que ha pasado bajo el puente del rio Manzanares, tanta que ya ni pasa. Un poco tarde nos vinimos a dar cuenta que era un hermoso riachuelo que, aunque no tenía la majestuosidad de su homónimo a su paso por la ciudad de Madrid, sí ostentaba la dignidad y el talante de cualquier otra fuente del paraíso que representa el trópico. Hoy, desvencijado y abrumado por la fuertes temperaturas que afectan el planeta, además  de la acción pirática de agricultores poderosos, quienes con la anuencia de algunas autoridades, le esquilman lo poco que queda de su cauce para sus particulares intereses, vienen ambas a convertirse en razones que contribuyen para que,  lo que fuera el cauce de sus aguas en la ciudad, esté completamente seco. Y es hoy, en su paupérrima situación, cuando comenzamos a mirarlo y a pensar en lo hermoso que sería  contar con alamedas en sus orillas. Pero aún hay tiempo; eso sí, necesitamos de una autoridad que sea capaz de poner en cintura a esos saqueadores de un bien público tan importante, que además implemente una cultura popular y participativa en torno a la defensa y conservación de nuestro bello riachuelo. Qué bueno sería que la Alcaldía pusiera al frente de tan difícil misión a ciudadanos del talante del señor Salvador Valdeblanquez, quien contra viento y marea ha luchado por años por la recuperación del rio sin ser oído por autoridad alguna.
Alguna vez me inquiría un coterráneo, que no entendía por qué los españoles a su llegada a estas playas se les dieron por erigir el poblado de lo que sería la futura ciudad, tan lejos del rio. Su planteamiento parecía tener sentido, sólo que mi amigo desconocía que aquel pequeño rio, para la época no desembocaba donde lo hace ahora, sino en un sitio muy distinto, haciendo su recorrido  desde lo que hoy es el barrio la Tenería, bajando por lo que se llamó la calle del Rio, de allí su nombre,  para por último desembocar en zona cercana a las calles Cangrejalito (10) y Cangrejal (11). Con esta aclaración se justifica la razón por la cual, las primeras casas levantadas por Bastidas y sus muchachos estuviesen ubicadas en lo que hoy corresponde al área situada entre las calles San Francisco y De la Cruz, entre carreras primera y segunda.
Pero volviendo al tema, mi querido diario, hay un momento en que sin saber el cómo ni el por qué, llegué a tus puertas en la calle Burechito solicitándole a don Julián Rodríguez Penagos, a la sazón jefe de redacción y encargado de la página de los deportes, me publicara un escrito, cuyo contenido para nada recuerdo. El artículo se publicó, iniciándose de esta manera mi carrera como escritor y columnista de prensa que hoy continúo ejerciendo. Infortunadamente no tengo documento alguno que me indique el año y día de fecha tan importante para mí. Qué agradable y placentero es conocer la historia y mejor aun cuando contamos con documentos para hacerlo, pero en este caso no los hay, puesto que tampoco tuve la precaución de guardar copias ni recortes, aunque quiero creer que bien pudo ser en 1970.  Poco tiempo después, Don Julián me ofreció trabajar de planta en tus instalaciones, ofrecimiento que decliné porque siempre he sido de la idea que los columnistas de prensa no deben tener ninguna atadura ideológica y mucho menos económica con el medio, so pena de ver comprometida su libertad de expresión.
La intención de esta afectuosa carta, además de felicitarte por tus 58 años de labores, es solicitarte el favor, a nombre de la ciudadanía y habitantes foráneos de esta ciudad, asumas el compromiso de salvar lo que aún queda del Archivo Histórico del Magdalena Grande, considerado uno de los más completos que existe en el área del Caribe. Lo tienes todo para lograrlo: acceso a las masas, influencias políticas, liderazgo institucional, en fin, todo.   El archivo, además de estarse perdiendo por estar como quien dice a la intemperie, también  se murmura por ahí, que se lo están robando para venderlo casi que por libra a coleccionista privados  indecentes.  Es más, pareciera que existen personas interesadas en que estos archivos desaparecieran y con ellos nuestra historia oficial y periodística. Hace pocos días tuvimos que pasar los samarios por la vergüenza de ser regañados por un historiador foráneo quien, aterrado por la situación de dicho archivo, arremetió, con razón,  contra la ciudad a través de la revista Semana por el deplorable estado  en que se encontraba tal documentación.
Tengo la certeza mi apreciado amigo, que si asumes este compromiso, lo sacarás adelante. Será el más hermoso regalo que reciba la ciudad en el 2025 con motivo de la celebración de sus 500 años, y ella no tendrá jamás cómo pagarte semejante favor. Eres la única esperanza que me queda y desde ya me pongo a tu disposición para lo que estimes conveniente.
Recibe el abrazo afectuoso de un amigo de siempre,
Armando Brugés Dávila.










sábado, 30 de julio de 2016

Colombia, sí, sí, sí.


Armando Brugés Dávila.

Sí, Colombia: la que ha sufrido la guerra, la que no tuvo nada que ver con la generación de causalidad de esta locura de terror y muerte, la que no participó en la conformación y  financiamiento de grupos armados al margen de la ley, llámese guerrilla, paramilitarismo o bacrim; esa es la que va a decir de manera abrumadora en las urnas que sí quiere la paz. En los procesos de paz, al igual que en el delito de cohecho, se requiere necesariamente de dos participantes, pero como se ha venido planteando, la generación de la violencia en Colombia pareciera que en esta horrible noche que ha vivido el país se hubiera disparado de un sólo lado, al punto que muchos ingenuos creen que los que están contra del proceso de paz se han enloquecido o que lo hacen porque a la guerra no van sus hijos, mucho menos ellos y me refiero a los jerarcas que han pelechado de poder y mando. La montonera es otra cosa: ésta, como cualquier otro rebaño avanza porque sí, sin tener idea de lo que está sucediendo en este planeta, pero con el pleno convencimiento que la de su grupo es la mejor opción.
Razón tiene el alto representante de la oposición al referéndum,  al manifestar que en La Habana se confabularon las Farc y el Gobierno  para emprenderla contra industriales, ganaderos, comerciantes, banqueros, militares y políticos que nada tuvieron que ver con aquella orgía de sangre y fuego que sufrió el país por más de sesenta años, colombianos a los  que ahora quieren meter a la cárcel, cuando lo único que hicieron fue cumplir con su deber.
La confusión de interpretación se debe a que en Cuba se reunieron no uno sino los dos que dispararon. Ellos negociaron como lo que eran, dos bandos que estaban en conflicto, por eso la justicia transicional es clara en su propósito de “abarcar toda la variedad de procesos y mecanismos asociados con los intentos de una sociedad decidida a resolver los problemas derivados de un pasado de abusos a gran escala con el único propósito de que los responsables rindan cuenta de sus actos, servir a la justicia y lograr la reconciliación”. Se trata de una justicia que puede desarrollarse en cuatro niveles, a saber: Individual, Estado-nación, Actores corporativos (partidos políticos, organizaciones religiosas, empresas económicas, entidades administrativas), e Instituciones supranacionales  (tribunales internacionales que entrarían a operar en caso que en el ámbito nacional no existiera ni la capacidad ni la voluntad política para enjuiciar a los sospechosos de crímenes de guerra). Aclarando, eso sí, que en los cuatro niveles se maneja el concepto que todos pueden actuar en calidad de víctimas o victimarios.
Luego, sí hay razón para que más de uno esté preocupado con lo que se viene aguas arriba. Eso de tener que entrar a demostrar, previa acusación de un victimario, la falsedad de la ejecución de delitos o la colaboración en los mismos por parte de personas naturales o jurídicas, o lo que es peor,  aceptarlo como cierto y de contera tener que solicitar perdón por ello a la nación, es pedirle demasiado al orgullo y prepotencia de  algunos colombianos.
De eso se trata, que las partes en conflicto reconozcan sus errores y  manifiesten su arrepentimiento y propósito de enmienda en relación con conductas punibles que hayan lesionado privilegios estipulados en los derechos humanos y en el derecho internacional humanitario, tales como: desaparición forzada, secuestro, homicidio, desplazamiento forzado, detención arbitraria, violación al debido proceso, reclutamiento forzado, tortura, abuso sexual, lesiones y tratos inhumanos y degradantes, actos de terrorismo, actos de barbarie, destrucción de bienes culturales y lugares de culto, genocidio y utilización de minas antipersonas.
Los que van por el no, me refiero a los cabecillas, saben lo qué están haciendo y para qué lo están haciendo, su postura no es de justicia, mucho menos ideológica, es la del sálvese quien pueda y como sea, algunos ya han volado cual bandadas de palomas.
Alcanzar la paz no será fácil; se trata de un proceso largo y complejo, pero Colombia ha comenzado a pensar mayoritariamente en función de la paz y vamos p´a esa. Únicamente se hace camino andando.



armandobrugesdavila@gmail.com
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sábado, 16 de julio de 2016

Un grito de agonía.


Armando Brugés Dávila.
Un examen minucioso de este titular nos permite concluir que se trata de la manifestación vehemente de un sentimiento colectivo, consecuencia de una aflicción extrema. Y esto es exactamente a donde apunta la intencionalidad del mismo.
En varias ocasiones he tenido oportunidad de referirme a tan absurda situación, pero todo ha sido inútil. En este caso pareciera cumplirse a plenitud el adagio popular que dice: A palabras necias oídos sordos. Pero a contravía de la tozudez de los hechos, en este caso las palabras no son necias ni los oídos sordos.
Precisamente, el domingo pasado en un artículo titulado “Así se están muriendo algunos archivos en Colombia”, la revista Semana denunciaba que el investigador Olmo Uscátegui, consultando el Archivo Histórico del Magdalena Grande para su tesis de maestría en Antropología Social, y averiguando en el periódico El Estado de 1920 sobre el papel que jugaron las empresas bananeras en las primeras tres décadas del siglo XX en Colombia, se encontró con sorpresa que varias de esas noticias estaban destrozadas en bolsas de basura. ¡Qué vergüenza! 
Decir que contamos con el archivo histórico más completo del Caribe, no es una necedad,  es una contundente realidad; que partes del mismo se han perdido ante la desidia de las administraciones departamentales, no es nada nuevo; y peor aún, y esto lo desconoce la revista, ahora se rumora que delincuentes, ya no de cuello blanco sino irisante con acceso a los mismos, lo están vendiendo a pedazos. Valdría la pena que esto se investigara. ¿Qué nos pasa a los samarios? ¿Por qué tanta displicencia ante todo lo que tenga que ver con nuestra cultura histórica? ¿Será que tendremos que pasar por la vergüenza de pedirle el favor a España para que nos rescate semejante riqueza archivística? ¿Dónde está el Banco de la Republica que tanto se ufana de la labor cultural que desarrolla en el país? La cultura no es sólo música y oro, también es documental y nosotros la tenemos y de primera calidad. ¿Qué han hecho o dicho los ediles al respecto?
De otra parte, contamos con dos edificaciones monumentales para concretar un  proyecto de esta naturaleza: el Liceo Celedón y la Escuela Industrial. Sé que algunos amigos insisten en la remodelación de ambos para que allí sigan funcionando las instituciones educativas. Personalmente considero que se trata de una posición en la cual prevalece la añoranza, la que muchas veces hace atender desmedidamente al propio interés de grupo, llámense liceístas o industrialistas, olvidándose del interés por el desarrollo de otras manifestaciones culturales de la mayoría. Espero no se me malinterprete como enemigo de la educación y mucho menos de la estatal. Debemos tener claro que los tiempos cambian y que en este caso ni la ubicación ni la estructura escolar de ambas edificaciones corresponde a las necesidades urbanísticas y pedagógicas de los nuevos tiempos. Así de sencillo.
De este requerimiento no escapan ni la Academia de Historia del Magdalena ni la Sociedad Bolivariana del Magdalena, las cuales deberían hacer un sólo frente para asumir con decoro y coraje, esta batalla por la defensa de lo que podría ser el más importante proyecto cultural del siglo XXI para la ciudad de Santa Marta.
Tampoco es que los oídos sean sordos, lo que pasa es que no hay peor sordo que el que no quiere oír; el problema radica en que este tipo de gestiones  no genera votos ni mermelada abundante, razón por la cual los que sabemos no le ponen interés. Lo del Banco de la República sigo sin entenderlo, pero supongo que sus razones tendrán.
Como decían las abuelas, dejémonos de tanta morisqueta y tengamos claro que aquí nadie tiene derecho a escurrir el bulto, todos tenemos la obligación ética de entrompar el problema y poner el grano de arena que contribuya a la concretización del proyecto cultural más ambicioso de los últimos tiempos.
La oportunidad no puede ser mejor, ad portas tenemos la celebración de los 500 años de la fundación de la ciudad y éste sería otro estupendo regalo para la ciudad en su efemérides.



domingo, 3 de julio de 2016

El caso de los ocho millones de dólares.
Armando Brugés Dávila.
Una de las más graves inconsistencias estructurales que presentan las organizaciones políticas de izquierda en América Latina y el Caribe, pero que bien podríamos hacerla extensiva a todo el planeta, es la facilidad con que se puede ascender en sus filas, muy similar a lo que acontece en las huestes protestantes. En los grupos ortodoxos, por el contrario, hacer carrera es mucho más complicado, por algo cuentan con el poder del aparato, el mismo que al final termina paralizándolos.
Esta facilidad institucional permite que algunos de sus integrantes ingresen a sus filas, unas veces sin la convicción suficiente, otras con la clara intencionalidad oportunista de aprovechar la coyuntura para iniciar una carrera política que les permitirá acceder a posiciones de comando, las cuales le facilitarán el acceso al manejo de fondos públicos, en donde tendrán la vergonzosa oportunidad de enriquecerse sin el menor esfuerzo, importándoles un bledo el prestigio de su grupo y mucho menos la suerte de aquella población que llegó a poner en ellos todas sus esperanzas de reivindicación social.
La corrupción es silvestre en América, pero la derecha la tiene clara; ella, como el gato y gracias a que controla los medios, puede tapar con el silencio la debilidad, por llamarla de alguna manera, de sus copartidarios, en tanto que, por obvias razones, se encarga de lanzar a los cuatros vientos las falencias éticas, administrativas o no, de sus contrarios ideológicos. El resultado, apenas natural, es que unos aparecen más inmorales y bandidos que los otros, así la realidad pudiese ser otra.
A dónde voy con mi cuento? A una carta que publicara el 16 de este mes la expresidenta argentina Cristina Fernández en torno a la captura de su  ex colaborador, el ingeniero José López, quien ejerciera la  Secretaría de Obras Públicas durante su administración. Como recordarán, este individuo fue sorprendido cuando trataba de esconder en el monasterio Nuestra Señora de Fátima en la ciudad de Buenos Aires, la suma en efectivo de 8 millones de dólares. Todo parece indicar que el dinero lo tenía López en su domicilio, pero ante la posibilidad de un allanamiento se aterrorizó y decidió ocultarlo en aquel monasterio. Por qué allí? Nadie lo sabe.
En la carta publicada, la ex mandataria argentina expresó que quería saber quiénes eran los responsables, porque si algo tenía claro era que semejante suma de dinero se la había tenido que dar alguien y que ella no había sido, para a continuación manifestar, con algo de sarcasmo, que nadie podía hacerse el distraído: ni empresarios, ni jueces, ni periodistas, mucho menos dirigentes políticos, porque para ella seguía siendo claro que cuando alguien recibe dinero en la función pública es porque otro se lo da desde el sector privado. Mecánica que, a su entender, ha hecho parte de las matrices estructurales de la corrupción a lo largo y ancho de la historia universal.
Lo que solicita la señora Fernández de Kirchner  es de una contundencia irrefutable; el cuento no radica en que el personaje tenga el dinero en su poder, más importante que esto es saber de dónde procede el mismo, quien lo da y por qué. Ocho millones de dólares es una suma muy importante como para no encontrar fácilmente el hilo de su procedencia. Pero hasta ahora, todo se ha reducido a que los medios publiciten el suceso en torno a las relaciones de José López y la administración de Cristina Fernández, en un ostensible afán de desprestigiar a la exmandataria y distraer a la opinión internacional en torno a lo que está sucediendo al interior de la administración Macri y que mantiene a gran parte de la población argentina en las calles, protestando en contra de las políticas neoliberales que viene implementando el actual gobierno argentino. Y mientras París arde ante una reforma laboral contraria a los intereses de sus obreros y España se agita ante la posibilidad de un gigantesco chocorazo electoral e igual México  se retuerce sobre la tumba de sus estudiantes muertos, la ONU, la OTAN y la OEA solo tienen “ojos democráticos” para señalar a Venezuela. Algo no huele bien.

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sábado, 18 de junio de 2016

Sintomatología de una decadencia.


Armando Brugés Dávila.
Cosas muy extrañas se vienen sucediendo por estos tiempos  al interior de Estados Unidos. En lo que concierne al sistema de producción, quién lo creyera, una encuesta realizada por la Universidad de Harvard entre jóvenes estadounidenses de 18 a 29 años, ha mostrado que el 51% rechaza el capitalismo como sistema económico, y no por cualquier cosa, sino por injusto, y sólo lo apoya el 42%. De igual manera, en un sondeo realizado por las firmas Reuter e Ipsos, se encontró con que el 51% de los votantes usamericanos cree que el sistema primario está amañado, concepto éste que públicamente comparten también los candidatos Donald Trump y Bernie Sanders.
Por otra parte, en lo que tiene que ver con la salud pública, un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins han llegado a la terrorífica conclusión que la tercera causa de muerte en EE.UU. son los errores médicos. El estudio estima que más de 250.000 pacientes fallecieron consecuencia de un error en el tratamiento médico. A este tipo de muerte solamente le aventajan las causadas por enfermedades del corazón (611.000) y cáncer (585.000), pero las mismas se encuentran por delante, de lejos, a las originadas por enfermedad respiratoria aguda (149.000). Estamos hablando de una grave crisis de salud.
Igualmente, la intolerancia comienza a mostrar sus uñas, como cualquier gato de vecino. A comienzos de año, la joven pintora estadounidense Illma Gore,  publicó en su Facebook la obra titulada “Make America Grat Again” que traduce “Haz a Estados Unidos grande otra vez”; en la pintura aparece Donald Trump desnudo con un pene muy pequeño. A partir de ese momento le llovieron las amenazas anónimas, le cancelaron su página en Facebook y hace pocos días fue agredida salvajemente por dos seguidores de Trump,  uno de los cuales se bajó del auto  golpeándola en la cara, mientras gritaba: “¡Trump 2016!”. La intolerancia es de tal nivel que la obra se encuentra en Londres, ya que por razones de seguridad, ninguna galería en su país se animó a exponerla.
En lo que tiene que ver con el manejo de los fondos públicos, hace pocos días el senador usamericano Jeff Flake, rindió un informe en el que señala la forma un tanto ridícula, absurda e irresponsable como el gobierno federal estadounidense invierte el dinero de los contribuyentes. Según el documento, el gobierno americano invirtió un millón de dólares en un estudio que trataba de averiguar en qué parte del cuerpo duele más una picadura de abeja. La investigación dio como resultado que el lugar en donde dolía más una picadura de abeja era en la nariz, seguido del labio superior y finalmente en los genitales. Sin comentarios. Otro estudio en el que invirtieron cinco millones de dólares se hizo para averiguar si los pájaros ebrios cantaban peor que los que estaban sobrios. Infortunadamente la noticia nos dejó sin saber el resultado de tan “importante” investigación. Es más, otro de estos estudios, en el que se invirtieron 753.000 dólares, apuntaba a averiguar quién tenía más pelos, si una ardilla o un abejorro.  ¡Fascinante!
Por último, el Movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones, que durante 10 años se ha dedicado a impulsar campañas contra Israel por su represión al pueblo palestino, ha sido amordazado al interior del país que se pavonea por el mundo proclamándose como modelo de democracia, libertad de expresión y tolerancia en el planeta. El alcalde de Nueva York, Andrew Cuomo, acaba de firmar una orden ejecutiva con la cual se castigará a los que critiquen o boicoteen a Israel.  La orden ejecutiva permitirá recopilar una lista con cada empresa o institución privada que apoye el BDS y obligará a todos los departamentos pertenecientes al gobierno a desprenderse de cualquier acuerdo o negocio con dichas empresas u organizaciones privadas. Esto se suponía, sólo ocurría en el anárquico Tercer Mundo.
Todos son acontecimientos que nos hablan de una crisis que debe preocuparnos, en tanto que, nos guste o no, somos satélites de su modus operandis mundial, razón por la cual debemos estar atento, cosa de no hundirnos con el barco.

Los invito a mi blog: Inquietudesajbd.blogspot.com.co


sábado, 4 de junio de 2016

A jugar limpio.


Armando Brugés Dávila.
Por estos días leí un artículo de Alex Vernot, quien mostrándose como un politólogo independiente termina muy inteligentemente haciendo una sutil campaña de favorabilidad al ex presidente Uribe. Aunque su teoría no deja de tener validez, su manera de plantearla le otorgan  al personaje beneficios políticos que no vendrían al caso sugerirlos y menos con la perspicacia que lo hace. Como dijera Julio Cesar: A la mujer del César no le basta con ser honesta; también tiene que parecerlo.
En concepto del articulista, si el ex-presidente no entra en el proceso de paz que se está gestando en La Habana, lo que habrá será GUERRA, por la sencilla razón de que sus seguidores, siendo muchos de ellos detentadores de las tierras adquiridas en los últimos tiempos y del poder en todos los órdenes en el ámbito nacional, no van a aceptar ahora que extensas zonas territoriales vayan a quedar en manos de sectores de la izquierda revolucionaria con ambiciones políticas locales. Pero a continuación y como por arte de magia, desaparece a estos personajes afirmando que los que están detrás de esos “negocios millonarios”, son la propia guerrilla, los paramilitares o las bandas criminales, todos con la complicidad de las autoridades supuestamente legítimas. Aquí se queda corto al no aclarar que estas tierras fueron vendidas a terceras personas, quienes ahora alegan compraron de buena fe.
Igualmente se manifiesta el articulista, en el sentido que la elección del expresidente fue producto del hartazgo que el pueblo tenía de la guerrilla, pero igual olvida que fue el momento en que el establecimiento se vio tan acosado por la insurgencia, que decide quitarse el antifaz y aparecer como lo que era: la derecha política de este país. Antes de aquellas elecciones, esta línea ideológica-política había permanecido camuflada entre los partidos tradicionales. Tan cierto es lo anterior, que los esfuerzos de paz iniciados por Belisario Betancur fracasaron de tal manera, que su famosa Comisión de Verificación resultó, ese sí,  un canto a la bandera, al punto que uno de los comisionados, Otto Morales Benítez, atribuyó dicho fracaso a los que denominó “enemigos agazapados de la paz”. Es decir, a la paz le disparaban pero no se sabía quién ni de dónde. Antes de aquella candidatura ser de derecha era casi una vergüenza, pero poco a poco la presión social los hizo salir del closet y con su poderío mediático, económico y político, fueron tomando posiciones cada vez más claras, tanto así que con esa candidatura deciden jugarse el todo por el todo. Prueba de ello fue que aquella campaña se volvió una de las más costosas de la historia del país, el dinero fluyó a borbotones y el proyecto político de la derecha colombiana se logró a plenitud al llegar a la presidencia Álvaro Uribe Vélez.
En la actual coyuntura política, a diferencia de los tiempos de Belisario Betancur en donde los enemigos de la paz se encontraban camuflados entre los partidos tradicionales, hoy día estos se muestran en toda su plenitud, orgullosos de ser lo que son, lo que representan y lo que piensan. Y eso está bien. Ya sabemos quienes son. Lo que no está correcto es la utilización de algunas estrategias utilizadas por ellos, que parecen desbordar los límites de la verdad, la cordura y el ejercicio pacífico de la política. Ese cuento de que a Uribe se le quiere echar la culpa de todos los males de este país está muy trillado e igual sucede con el otro bando, siendo incluso este último más manipulado por los medios. Al respecto hay una polarización tal que bien podríamos decir, como lo señala un viejo proverbio chino: Los arboles no nos dejan ver el bosque. Tan cierto es esto, que el periodista en referencia propone como solución, que se reúna el ex presidente Uribe con las Farc y con el Presidente Santos por separado, para que acuerden términos políticos, pero soslaya decir que tanto Santos como Timochenko se lo han propuesto y éste ha hecho mutis por el foro contestando cualquier cosa.

Publicado en El Informador el 04 de junio de 2016