domingo, 11 de diciembre de 2011

Brillantino.

Cuento.

Por Armando Brugés Dávila.
El viaje a la capital estaba próximo. Estanislao había culminado con éxito académico sus estudios secundarios, lo cual le permitió hacerse a una beca para estudiar en una prestigiosa universidad de la capital.
Ese era el motivo para abandonar su pueblo y todo lo que a él lo ataba, especialmente su mascota, un mochuelo al que le puso  Brillantino, nombre que sacó de la canción de Adolfo Pacheco. Esta hermosa criatura le levantaba todas las mañanas con sus trinos y le iba a resultar muy difícil estarse sin ella. Pero no había caso, así era la vida.
Ya en la universidad y transcurridos algunos meses,  una tarde después de clases, un compañero de curso con quien había hecho amistad lo invitó a una fiesta, la que gustoso aceptó.
Ya tenía más de una hora de estar en la reunión, y aunque la misma estaba muy animada, se encontraba aburrido. Las chicas parecían poco interesadas en intercambiar con él. Seguramente, pensaba, por la pinta de provinciano recién desempacado que le debía acompañar por aquel entonces y que seguramente le hacía poco atractivo para ellas.
Incluso ya le había comentado a su amigo sobre el deseo de retirarse, cuando de pronto apareció. Era una negra, increíblemente atractiva. Bastó  que cruzaran sus miradas. Ahí comenzó todo. La noche cambió de manera repentina y las experiencias nuevas se fueron sucediendo unas tras otras. A medida que avanzaba el baile, el cuerpo de ella se apretaba cada vez más al de él, como queriéndose confundir en uno sólo.
Se despidió de su amigo, con el compromiso de verse el lunes en la clase de Antropología, pues la chica le había invitado para que con otra pareja, amigos de ella, irse a su casa para escuchar música y que los sorprendiera allí la aurora del domingo. La idea le pareció full bacana. En su tierra un programa así, en la casa de una amiga era impensable.
Al llegar a la casa Lía, así se llamaba su amiga, le dijo que sus padres estaban en el segundo piso, pero que se estuviera tranquilo, que ellos se encerraban en su cuarto y no oían nada. Ya en la sala, se sentaron, Lía encendió el equipo de sonido y José, así se llamaba el otro amigo, pidió a su amiga Susana que sacara de su mochila la botella de aguardiente, la cual ella puso sobre la mesa. Lía por su parte subió a su cuarto y bajó trayendo en sus manos un cigarrillo parecido a los que alguna vez le había visto armar a algunos campesinos con sus dedos antes de iniciar sus duras labores. En el campo, los cigarrillos en paquetes no eran cosa común.
Lía, sentándose a su lado, sin problema alguno le preguntó:
¿Alguna vez has fumado marihuana?
En aquel momento dio gracias que estaban a media luz, pues de lo contrario ella se hubiera percatado de su turbación. Nunca se había sentido cogido tan cortico y menos en circunstancias tan especiales. Sintió complejo de varón y decidió continuar el juego, diciéndole:
- Para decirte verdad, sí. Fue una vez con unos amigos del colegio, pero para serte sincero, no sentí nada.
Lía, dirigiéndose a José y a Susana, quienes miraban expectantes, dijo:
Bueno, eso facilita las cosas. Iniciemos el viaje.
Dos años después se encuentra en su casa. La caída en la droga le determinó  bajo rendimiento académico y obviamente la pérdida de su beca. Durante algunos meses logró engañar a sus padres, haciéndoles creer que estaba estudiando cuando en verdad, comenzó vendiendo los libros de estudio y terminó vendiendo hasta la cama. Sus amigos desaparecieron. Lía terminó fugándose con el amigo de aquella noche, de Susana no volvió a saber. Su  condición de drogadicto, esa que le hizo incursionar por la coca, la heroína y el bazuco, le resultaba aterradora, pero motivos indescifrables le impedían salir de ese hueco. El hambre comenzó a azotarlo y eso lo devuelve a casa. Había perdido la vergüenza.
En casa no tuvo más remedio que contarlo todo. A su padre se le vino el mundo encima, no entendía cómo su hijo había podido caer tan bajo. Su madre en cambio, lo miraba con ojos de angustiosa piedad, sin saber qué decir. Todo fue silencio.
El volver a casa no arregló nada. La droga comenzaba a conseguirse fácilmente también allí. Todas las mañanas, Brillantino,  lo levantaba con su trino y él volvió a poner su alpiste. Era un regresar a su rutina de antaño, pero ahora enredado en la telaraña de la drogadicción. Cuando su viejo salía a trabajar y su mamá iba a la plaza, aprovechaba para fumarse un pucho en el patio de la casa, evitando así que el olor quedara impregnado en las paredes y lo delatara.
Un día, notó con mucho agrado que Brillantino la pasó cantando toda la mañana y toda la tarde. Era un pajarito en celo y su canto no era otra cosa que un llamado angustioso a una pareja imposible. El mochuelo era lo único que le quedaba. En su trino encontraba consuelo a su impotencia emocional de no poder dejar la droga. Aquella noche, al regresar de la calle, en donde se había fumado un pucho, llegó a la casa y en la cama pensó que sólo había una solución: Quitarse la vida. No soportaba seguir siendo la vergüenza de sus padres y sufrir el desprecio de sus antiguos amigos. De pronto, se percató que Brillantino aún cantaba y recordó el verso de la canción de Pacheco, que decía: “Tu cantar, tu lírica canción, es nostálgica como la mía, porque mochuelo soy también de mi negra querida”. Recordó a Lía y recordándola quedó dormido.
Cuando despertó, eran cerca de las ocho de la mañana. Supuso que su mamá ya le había puesto la comida a Brillantino.  Se levantó y salió al patio a saludarlo. Al llegar a la jaula, sintió que la resaca de la marihuana estaba haciendo mella en su organismo. Pero no, no era la resaca, era la realidad. Brillantino estaba muerto.
Diez años después, totalmente recuperado de la drogadicción y no obstante considerarse culpable, tiene claro  que la muerte de Brillantino, fue su salvación. Aquella mañana por estar bajo el efecto de la droga no le puso su comida. Su canto de todo el día y el muy extraño de la noche no eran de amor, como estúpidamente lo había imaginado, sino de hambre. Lo había asesinado. A partir de entonces un sentimiento de culpa tan intenso se apoderó de él, que el mismo terminó por desprenderlo de la angustiosa necesidad de la cannabis, origen de semejante infamia. Y aunque con el tiempo tuvo que reconocer que la canción de Pacheco, no era más que una grosera y maléfica creación contra la libertad de las aves canoras del planeta, la última estrofa, en su caso muy particular, parecía palabra de cura ibérico:

Es que para el animal no hay
                                                 un Dios que lo bendiga.



armandobrugesdavila@gmail.com


viernes, 9 de diciembre de 2011

La CELAC, una versión mejorada del Congreso Anfictiónico de Panamá.

Por Armando Brugés Dávila.
Poco interés despertó en los medios nacionales la instalación en Caracas de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe). Actitud inexplicable, teniendo en cuenta que el sólo hecho de tratarse de la organización más grande de países latinoamericanos y Caribeños hasta ahora lograda, lo convierte en el suceso más importante de los últimos tiempos en el área.
Como bien se sabe, esto de la unión latinoamericana, no es nuevo; se trata de una idea que tiene sus orígenes en La Carta de Jamaica, pasando por el fracasado Congreso Anfictiónico de Panamá en 1826, propuesta a la cual se opusieron proyectos intercontinentales y continentales como La Santa Alianza, en Europa y la Doctrina Monroe, en Estados Unidos,  dando esta última pie para promover e imponer a nivel continental la tesis  del panamericanismo, fundamento teórico de lo que posteriormente se conocerá como la OEA, y que resultaba contraria a la propuesta hispanoamericanista de Simón Bolívar.
Dado que actualmente los expertos consideran que Europa está a dos pasos de la ruina y que la economía norteamericana saldrá a flote con dificultades, se puede concluir que se trata del momento ideal para que estos países den inicio al rompimiento de paradigmas económicos que los han tenido maniatados cultural y económicamente. Con la CELAC se inicia la construcción de una categoría sociopolítica propiamente latinoamericana y del Caribe, la que entre otras cosas comenzó en el momento mismo en que empieza el proceso de independencia de España y que como los buenos vinos, doscientos años después, comienza a decantarse.
Se trata de 33 países, con mas 500 millones de habitantes, con un territorio de 20 millones de kilómetros cuadrados, con la más grande reserva de petróleo del mundo, con una de las mayores reservas de tierra fértil del planeta, dos océanos y un Mar Caribe. Como dijera María Emma Mejía, algo enorme y con mucho peso, y lo que resulta más interesante, dispuestos a entenderse entre sí, no obstante las diferencias ideológicas y aún de modelos de desarrollo.
De no lograrse esta unidad continental vamos a tener que seguir soportando situaciones aberrantes como la expuesta por el presidente del Ecuador, en la cumbre de la CELAC, cuando llamaba la atención sobre el hecho que la Oficina de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, aprobada en el Pacto de San José en 1.969, esto es, hace 42 años, esté funcionando en Washington D.C., no obstante que el gobierno estadounidense no ha tenido siquiera la delicadeza de firmarla, después de tantos años. O sucesos humillantes como el registrado en nuestro país a principios del año pasado y difundido este domingo por un periódico capitalino, cuando un miembro de la Embajada Americana, de nombre Clifford Neal, de quien no se sabe ni el cargo, pasándose un semáforo en rojo, atropelló salvajemente con su camioneta oficial, a la esposa de un prestigioso neurocirujano, oriundo de Sincelejo, radicado en Bogotá. Dice la prensa, que tras el accidente la pareja presentó demanda ante la Corte Suprema de Justicia y ésta terminó diciendo que el caso no se ajustaba a ninguna de las excepciones para iniciar un proceso contra cuerpos diplomáticos. Si un caso como éste no lo contemplan las excepciones de la inmunidad diplomática, entonces de qué estamos hablando. Con razón el esposo, ante semejante actitud de nuestro ente judicial, sólo atinó a decir: “Es absurdo que no existan normas que protejan a sus ciudadanos frente a atropellos de funcionarios diplomáticos. Es decir, ellos pueden causar tragedias o agredir ciudadanos y no hay justicia. La inmunidad no puede ser sinónimo de impunidad”   
Como bien lo afirmara el Libertador en su momento, sólo una unión continental como la CELAC, hará posible el milagro de  que se nos respete en el concierto mundial de las naciones. Ojalá sus estados miembros tengan la sensatez de no permitir que una confabulación internacional, como la que en su momento se realizó contra el Congreso Anfictiónico de Panamá, la haga sucumbir antes de tiempo. 


martes, 6 de diciembre de 2011

La juventud se rebela también en Harvard.

Por Armando Brugés Dávila.
Por conducto de un dilecto amigo, llegó a mi correo un documento elaborado por la salvadoreña Julia Evelyn Martínez, que bien vale la pena comentar.
Resulta que el pasado 2 de noviembre sucedió en la Universidad de Harvard, un acontecimiento que la autora considera como un hito en la historia educativa estadounidense, dado que estamos hablando del centro universitario con más alto nivel académico en el planeta. Allí como en cualquier universidad tercermundista, un grupo de estudiantes del área de economía decidió retirarse de la cátedra de Introducción a la Economía, como una manera de protestar, nada más ni nada menos que contra el contenido y enfoque desde el cual se estaba impartiendo allí esa asignatura.
La protesta la hicieron más directamente contra el economista Gregory Mankiw, su profesor de economía, unos de los gurúes de esta área en los Estados Unidos, autor del manual de macroeconomía más utilizado en las escuelas económicas dentro y fuera de USA. Dirigiéndose a él, le dicen que abandonan su clase como señal de descontento por el sesgo inherente de su curso y la forma como el mismo afecta a los estudiantes, a la universidad y a la sociedad estadounidense en general. En concepto del grupo, si la universidad falla a la hora de equipar a sus estudiantes con una comprensión amplia y crítica de la economía, sus acciones, por obvias razones, estarán condenadas a perjudicar el sistema financiero mundial, señalando que los últimos cinco años de crisis económica norteamericana así lo han demostrado. En la carta le señalan al honorable profesor, que se retiran de su clase no sólo como protesta por la falta de discusión de la teoría económica básica sino también para dar apoyo al movimiento “Ocupemos Wall Street”, el cual, en criterio de ellos, está cambiando el discurso estadounidense sobre la injusticia económica. De igual manera solicitan al profesor Mankiw, tome en serio sus inquietudes y el retiro de su clase, porque lo hacen por la indignación que sienten ante el vacío intelectual imperante, así como también por la corrupción moral y económica que observan en gran parte del mundo académico, la mayoría cómplices, según ellos, por acción u omisión en la actual crisis económica estadounidense. El ribete dramático lo pone, como bien lo señala Julia Evelyn Martínez, el hecho de tratarse de jóvenes pertenecientes a la élite económica, social y política de Estados Unidos, es decir, del cogollito del establecimiento planetario.
Guardando las proporciones, sus planteamientos son muy similares a los que hicieron los estudiantes colombianos cuando se levantaron contra la nueva Ley de Educación Superior. En sus requerimientos hacían referencia a la fragmentación del conocimiento, a la ausencia del pensamiento crítico, y a la idea casi obsesiva de querer formar profesionales especialmente capaces de adaptarse a un status quo, que permite, racionaliza y justifica la existencia de una gran parte de la población colombiana en la exclusión y la pobreza.
Desde hace mucho tiempo al interior del mundo intelectual se viene dando esta lucha en torno al para qué de la universidad. Una de cuyas corrientes aboga por una educación que enfatice en la formación de seres humanos capaces y sensatos, siempre dispuestos a anteponer su condición de personas a la de profesionales de cualquier saber obsesionados sólo por el utilitarismo y la ganancia. Lo sucedido en Harvard parece inclinar la balanza a su favor.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Discursos Infortunados.

Por Armando Brugés Dávila.
Definitivamente, nuestra dirigencia nos cree tarados u oligofrénicos. No de otra manera se puede explicar que a estas alturas, en un discurso ante la Cámara Colombiana de la Infraestructura que se reunió en Cartagena, el Procurador General de la Nación venga a decirnos que la corrupción de este país es más grave de lo que se cree, porque no es solamente un problema de la administración pública, dado que el sector privado es hoy tan corrupto como aquella. Mejor dicho: la verdad revelada. Y como en fuente ovejuna, la prensa del país, todos a una, salieron a rodear a este gurú de la inteligencia social para llevarle al país, en vivo y en directo, tan portentosa y sabia conclusión. Pero parece que no quisiéramos percatarnos que lo realmente venenoso del mensaje radica en el hecho que el señor Procurador califique la penosa situación como la democratización de la corrupción. ¿Qué tiene que ver la democracia, el más evolucionado sistema de gobierno hasta ahora conocido, con la delincuencia organizada de un pequeño grupo de maleantes de cuello blanco, que amparados en la ignorancia, producto de la desinformación del pueblo colombiano, han convertido a este país en coto de caza desde los tiempos de la independencia? En el juego democrático es condición sine qua non que participe toda la comunidad; en el caso de la corrupción que nos ocupa sólo juegan dos pequeños pero tenebrosos conglomerados de la sociedad colombiana. El primero de ellos conformado por un minoritario conjunto de poder político, al cual muchos han llegado mediante artimañas, pero desde donde acceden fácilmente al manejo de la cosa pública, mediante lo que bien pudiera denominarse testaferrato administrativo y el segundo integrado por los grandes cacaos de las finanzas privadas quienes no sólo poseen y manejan el capital financiero nacional sino que además representan con lujo de competencia, el internacional. Con esto de la democratización de la corrupción no se hace nada distinto a envilecer y satanizar de manera sospechosa el término democracia, lo cual resulta sumamente peligroso en un momento en que el planeta se radicaliza ideológicamente.
El señor Procurador ha descubierto el agua tibia. No son pocos los políticos decentes, que los hay y en todas las corrientes, que desde muchos años atrás han venido sosteniendo que el mayor mal que afecta a este país es la corrupción. Es más, algunos de ellos llegaron a manifestar en su momento, que fenómenos de violencia social como la guerrilla misma, por ejemplo, eran consecuencia y no causa de ella. Pero resulta que ahora el señor Procurador le devuelve la pelota a la sociedad colombiana (léase al pueblo colombiano), a esa inmensa mayoría inerme que siempre, los grupos arriba señalados, han tenido atada y manipulada, diciendo que es a ella a quien corresponde generar una cultura de la legalidad capaz de contrarrestar esa cultura de ilegalidad, que según él, “nos amenaza, poniendo en entredicho nuestra institucionalidad desbordándola y deslegitimándola”. A su entender el país tiene tal cantidad de leyes, que en muchas ocasiones generan únicamente desconcierto no sólo al Estado sino a los propios contratistas. Cuidándose de decir que precisamente para eso las han hecho, para confundir y dar cumplimiento al adagio popular que dice: “En río revuelto, ganancia de pescadores”. Es decir, lo mismo de siempre, lo bueno lo privatizan y lo malo lo socializan.
Pero antes de la intervención del Procurador ya el ministro de Justicia Juan Carlos Esguerra, dice la prensa capitalina, había pedido al sector privado atacar de frente la corrupción, conminándole a no ser tan blando en las sanciones y en un colmo de generosidad gubernamental (digo yo), solicitó al gremio castigos severos por las faltas que en el sector se cometieran en contra de la ética. Como diría mi nieto: No entiendo. Eso de arrejuntar lo ético y lo penal, en la práctica ha resultado desastroso en este país, sencillamente porque lo primero corresponde al mundo de la subjetividad y por allí, como en los cuentos de hadas, todo se desvanece. Vale la pena preguntarse entonces, en este caso concreto de la corrupción, a quiénes corresponde sancionarla en el país? No será de casualidad, a las instancias judiciales? Cómo es ese cuento de poner a los ratones a cuidar el queso? Aunque usted amable lector no lo crea, siempre ha sido así. En Colombia cuando el problema se vuelve impresentable, y ante la imposibilidad corrupta de la sanción, se acude entonces a la sagrada figura de la autocensura y obviamente los problemas desaparecen como por arte de magia.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Un español enchufado.

Por Armando Brugés Dávila.
La casualidad de hablar con un amigo, me permitió saber de Eduardo Punset, comunicador científico español quien ha logrado que la ciencia se convierta en algo público. Este amante del conocimiento, convencido de la necesidad que la ciencia irrumpiera en la cultura popular española, logró convencer a los directivos de la televisión estatal de su país, de crear un programa para la comprensión pública de la ciencia, lo cual, según él, no sólo era educativamente bueno para la sociedad, sino que además les daría mucho rating al canal. Así nació REDES, un programa televisivo de ciencia, que curiosamente tuvo que comenzar por convencer a los propios científicos que sus investigaciones sí importaban en la vida cotidiana del público y a este último lo fue induciendo a que entendiera cómo el método científico le ayudaría, a diferencia del dogmatismo, a transformar realmente sus vidas. Hoy día, el programa es pionero y líder en España en lo referente a la aportación pública de la ciencia, demostrando que ciencia y entretenimiento amalgamados se convierten en herramienta ideal para permitir de manera efectiva, la irrupción de la ciencia en la cultura popular. Lastimosamente en nuestro país, en vez de replicar programas de este tipo, solo se replican copias de paquetes globalizados de cultura mediática como Yo me llamo, Factor X y otras cursilerías que sólo consiguen envilecer más a la población colombiana.
Cuando entré a su blog, (http://www.eduardpunset.es/), con lo primero que me topé fue con un documento de su autoría, el cual inicia con una especie de mini-introducción, diciendo: “Nos sobran razones para pensar en un futuro mejor.” Y a continuación expone su decálogo de razones titulándolo “Manifiesto del optimismo”, que a continuación me permito transcribir:
Manifiesto del optimismo
1. No es cierto que exista una crisis económica planetaria, lo que existe es una crisis específica de países específicos.
2. La esperanza de vida aumenta 2,5 años cada década. Por primera vez aprendemos que hay vida antes de la muerte y que cualquier tiempo pasado fue peor.
3. La educación y la medicina avanzan hacia la personalización, y nos obligan a engendrar un nuevo modelo social. La prevención será más importante que la curación.
4. Un gran descubrimiento: el aprendizaje social y emocional. Por primera vez en la historia de la evolución empezamos a conocer y gestionar las emociones. Y sabemos que es tan importante aprender como desaprender.
5. Las redes sociales son lo que nos hace distintos del resto de animales. El origen de la interconexión actual está en las rutas de la Seda y del Incienso. Gracias a la revolución, digital ahora la comunicación puede ser instantánea y universal.
6. Tras los avances de las ciencias de la mente, hoy conocemos la importancia del inconsciente con relación al pensamiento racional. Por primera vez constatamos que podemos confiar en la intuición.
7. Nunca habíamos sabido tanto sobre la naturaleza de la felicidad. Eso es lo esencial: la felicidad se encuentra en la sala de espera de la felicidad.
8. Otro de nuestros quebraderos de cabeza seculares: la belleza. Sabemos que la belleza es ausencia de dolor, o sea, la que refleja un rostro con un nivel de fluctuaciones asimétricas inferior al normal.
9. Evolutivamente, en tiempo de crisis, la manada se vuelve hacia los jóvenes para que ejerzan su liderazgo. Es pues, la hora de los jóvenes. No pueden defraudar.
10. Hace unos años estábamos convencidos de que la visión del universo correspondía a la realidad. Luego descubrimos que esa visión dependía del marco y de las emociones. Ahora sabemos que es el resultado de un modelo matemático: la incertidumbre envuelve a nuestro universo.
Si analizamos punto por punto encontramos que cada uno de ellos, es manantial de conocimiento que tiene como fundamento, lo que Carlos E. Maldonado, autor del libro Termodinámica y complejidad, define como el interés por los sistemas complejos y las ciencias de la complejidad, que se inicia reconociendo a los sistemas sociales como los de mayor complejidad no sólo desde lo estructural sino también desde lo dinámico. Los invito a que visiten su blog, es sencillamente espectacular.

domingo, 13 de noviembre de 2011

La joven del colegio.

Cuento.
Por Armando Bruges Dávila.
Una vez embarcado, la buseta destartalada y oxidada, siguió su marcha, pistoneando con ese estilo anacrónico tercermundista que las identifica tanto aquí como en África. Parecía querer robarle aire al tiempo para durar un poco más en servicio, antes de terminar arrumada frente a un solar cualquier día.
El desgreño de la ciudad se notaba en su avenida principal, otrora de dos vías, ahora de una, pero con los mismos dos carriles y atestada de toda clase de vehículos. Y como si fuera poco atiborrada a lado y lado de tenderetes que la cultura popular terminó llamando “Agachates”. En ellos se venden desde cordones, pasando por CD pirateados, relojes, calzados, herramientas, incluso vestidos de mujer de dudosa procedencia asiática. Nadie entendía por qué estaban allí, después de haber hecho el Estado una inversión millonaria en la urbe, dizque para ponerla a tono con las nuevas exigencias turísticas mundiales. Las malas lenguas, esas a las que el pueblo denomina “voces de la calumnia” decían que los ventorrillos eran propiedad de concejales y políticos locales.
Ensimismado iba en mis pensamientos, cuando la vi sobre la acera. Era una mujer de unos 70 años, sus gafas bifocales no alcanzaban a darle ese aire erótico que en algunas mujeres más jóvenes, parece producir de manera misteriosa esta prenda. Por el contrario, acentuaban más su edad. Parecía esperar algo… Sorpresivamente levantó la mano para solicitar un pare a la buseta en donde iba. El chofer orilló el vehículo y ella con esfuerzo y algo de torpeza logró subir. Como es la irresponsable costumbre, no bien había puesto los pies en el vehículo, éste arrancó haciendo que la nueva pasajera perdiera el equilibrio y cayera sobre las piernas de otra señora en un asiento aledaño. Detalle este que permitió quedara un puesto delante mío y en la hilera contraria, lo cual la hizo quedar en un sitio donde pude observarla a mi antojo.
A partir de ese instante, mi mente voló a través del tiempo unos 50 años atrás. Me encontré en la misma avenida, pero unas tres cuadras antes, en esa época totalmente despejada tanto de vehículos como de “Agáchates”. Era una mañana soleada, se celebraba el 20 de julio, día de la independencia nacional. Ocasión durante la cual todas las instituciones escolares desfilaban por las principales calles, luciendo sus vistosos uniformes de gala y sus relucientes instrumentos musicales a los que llamábamos, en nuestro afán loco de imitar, con el terrorífico nombre de “bandas de guerra”.
Me recuerdo de pie en una de las aceras. A mi espalda el teatro de la ciudad y al frente la casa cural de la Iglesia Catedral. A lo lejos divisé el uniforme blanco de las peladas del colegio público femenino más importante de la ciudad. Era una institución educativa de estudios comerciales a donde todos los padres de escasos recursos aspiraban que ingresaran sus hijas, dado que allí las preparaban para el trabajo en oficina. Un empleo para sus hijas en la administración pública, era la mejor y tal vez la única posible opción que tenían de lograr un trabajo que les permitiera a las niñas contribuir a la economía del hogar. Para ellas, la universidad era sólo un sueño de hadas.
Allí, encabezando el desfile y portando el estandarte de la institución, estaba ella. Radiante. Parecía una diosa del Olimpo. Su piel blanca, semejaba nácar de las profundidades Caribe. Su nariz recta le daba un aire de guerrera troyana. Sólo semejante belleza podía llevar con tanta elegancia y donaire insignia tan digna. Su paso largo y alegre la asemejaba a gacela en llanura africana. Su uniforme blanco de falda corta y cuello alto, la hacía aquella mañana de julio, increíblemente exótica.
No me quedaba duda: la mujer que tenía delante, era ella, pero ahora sometida por el tiempo y por la vida misma. Verla descender de la buseta fue duro. De aquella belleza helena, de andar elegante, ligero y sexy no quedaba sino un cuerpo corvo y jadeante. Cronos inexorable, se había negado a condonarle su deuda de eterna juventud.
De repente, una especie de terror límbico invadió mi cuerpo. Acababa de ser consciente que ese tiempo y esa vida a la cual me refería, también tenían que ver conmigo, pero que mi cerebro, seguramente como el de mi compañera de viaje, inducido quién sabe por qué mecanismo de vanidad biológica, se negaba a aceptar la triste pero hermosa realidad, de haber llegado, igual que ella, al estado de adultez mayor.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Manuela Sáenz, la heroína.

Por Armando Brugés Dávila.
Por estos días, recibí un correo de una parienta muy querida que me hizo retrotraer en el tiempo a la época en que era partidario, aún a sabiendas de ser apócrifa, que el documento, al que me referiré a continuación, se colocara en letras de molde en el aeropuerto Simón Bolívar de Santa Marta, como un atractivo turístico más de la ciudad. Me refiero a la famosa y bella carta, supuestamente escrita por Simón Bolívar a su prima Fanny Dervieux du Villars, en su lecho de muerte. Hoy me opongo de manera rotunda a que se realice semejante infamia.
Me explico. Resulta que esa carta tuvo su origen en la malquerencia que amigos y enemigos de Bolívar construyeron en torno a la que fue sin duda alguna el amor de su vida. Los primeros por celos y envidias y los segundos por el odio visceral que tenían a Bolívar. La aristocracia criolla, independentista o no, jamás podría perdonarle su condición de hija ilegitima y menos aún su estatus de amante de El Libertador. Su temperamento provocador y extrovertido, que la llevó a montar a caballo a horcajadas, fumar tabaco y hacer presencia en los campos de batalla, así como la posterior influencia política que llegó a ejercer, serían causas más que suficientes para que fuera no solamente criticada, si no también, odiada por muchos de sus contemporáneos.
Y este correo que recibí, me dice de manera clara que doscientos años después, esa antipatía contra Manuelita Sáenz subsiste y no precisamente de manera soterrada. El encabezamiento del correo así lo da a entender:
La última carta de amor escrita por Bolívar, pocos días antes de morir y no fue precisamente a la Manuelita, sino al gran amor de su vida: su prima Fanny.
La forma despectiva con que se refiere a la heroína lo muestra claramente. Para rematar luego con:
Es impresionante su hermoso texto, de su propia mano (sin escribano), así como la lucidez de El Libertador a pocos días de su muerte el 17-12-1830. La carta está fechada el 6 de diciembre de ese año. Afortunadamente su prima Fanny la conservó para la historia.
En este párrafo nos encontramos con tres mentiras inexplicables por absurdas. La primera, la carta no se conservó para la historia, el original nunca se conoció; la segunda, radica en que por lo anterior, resulta torpe afirmar que fue escrita por su propia mano, reforzando la idea con un entre paréntesis (sin escribano) como si se tuviera el documento enfrente; y la tercera, que la carta, publicada por primera vez en 1.925, en Barranquilla, no tiene fecha 6 de diciembre si no 16 de diciembre de 1.830, fecha esta última que dice a las claras que no la pudo escribir El Libertador, porque según todo parece indicar, para la fecha se encontraba en estado agónico. Noten amables lectores, cómo el autor del malhadado correo cambia la fecha para alcanzar su perverso propósito, que no es otro que borrar de la mente de los pueblos el inmenso amor que sintió Bolívar por ella y el compromiso de Manuela Sáenz por la causa independentista de América del Sur.
Afortunadamente los historiadores, ante la tozudez de los hechos, no han podido hacer nada diferente a otorgarle a esta mujer de América la categoría de heroína. A ella, la que con su trabajo soterrado contribuyó en 1.821 a la toma de Lima por parte del general San Martín, quien le concedió por su colaboración, el titulo de Caballeresa de la Orden del Sol del Perú; la misma que combatió en la batalla de Pichincha, por cuya participación y coraje mostrado en ella se le concedió el grado de teniente de húsares del Ejercito Libertador; y que también combatió bajo las ordenes del Mariscal Sucre en la batalla de Ayacucho, quien ante la valentía demostrada por la guerrera, sugirió a Bolívar su ascenso a coronela, rango que también se le concedió.
La figura de Manuela Sáenz viene creciendo de manera inusitada a lo largo y ancho de Suramérica y cada día son mayores los reconocimientos que de una u otra manera le vienen haciendo los pueblos y gobiernos de este lado del mundo.
Para tener más claridad sobre el tema, les diré que la última carta a Manuela la escribe Bolívar el 11 de mayo desde Guaduas, en su camino al auto destierro. En ella, le cuenta de su aflicción por la separación y le pide que se cuide de hacer algo que pueda significar la pérdida de ambos, perdiéndose ella. Le dice que la ama y se despide como su amante más fiel.
No reconocer el amor y fidelidad de estos héroes de la causa independentista americana y los sacrificios que por la misma hicieron, sería el error más grave que podríamos cometer los amantes de la democracia. Recordemos, no todo lo escrito es cierto, como tampoco lo es, todo lo que circula en el mundo cibernético.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

La XXI Cumbre Iberoamericana.

Por Armando Brugés Dávila.
Una de las fallas que tiene nuestra prensa nacional, en términos generales, es darle poca difusión a los sucesos internacionales suramericanos, salvo cuando de una u otra manera dichas noticias nos afectan como país.
Finalizando la semana anterior se realizó en la ciudad de Asunción (Paraguay) la vigésima primera Cumbre Iberoamericana. De los 22 jefes de Estados invitados, se excusaron de asistir 10 por diferentes motivos, pero igual, en su representación asistieron delegados de altísimo nivel.
Allí se sucedieron anécdotas y episodios interesantes para el acontecer histórico de Hispanoamérica. El primero de ellos fue la intervención del presidente de la misma, Fernando Lugo, de Paraguay, quien en su discurso inaugural manifestó que precisamente la crisis actual había puesto en evidencia la necesidad de rescatar al Estado del predominio y lógica del mercado, con lo que se identifica con los sectores de “indignados” que a nivel mundial vienen protestando contra ese mercado voraz e irracional que atropella de forma inmisericorde al planeta. De igual manera, consideró “inaceptable el que un club de estados pudieran decidir, en un momento dado, sin consulta alguna y sin debate democrático, la suerte de millones de seres humanos en el mundo entero”, abogando de este modo por el respeto de las potencias a la libre determinación de los pueblos. Actitud tan en boga hoy día.
Otro suceso que bien vale la pena mencionar fue la protesta que hiciera el presidente de Ecuador, quien se retiró del salón en el momento en que iniciaba su intervención la representante para América Latina del Banco Mundial, diciendo que lo hacía para no tener que escuchar a Pamela Cox, a quien consideraba una burócrata y chantajista internacional. Su acusación la basaba en el hecho que el día en que asumió el presidente ecuatoriano Alfredo Palacio, por destitución del titular Lucio Gutiérrez, y que él se posesionaba como Ministro de Economía, debía llegar la señora Cox, con un avance de 100 millones de dólares, de un préstamo de 200 que ya había sido aprobado por la entidad crediticia por haberse cumplido con todas las condiciones exigidas por el mismo. Pero de manera increíble, dijo, tres meses después al no llegar dinero alguno, decidió ir a Washington, allí lo atendió dicha señora en su calidad de vicepresidenta del BM, quien, según el presidente Correa, le manifestó que no le daba el préstamo porque él había cambiado unas condiciones que garantizaban la deuda con recursos petroleros. Esta era su razón para no entender que en un foro de países iberoamericanos se invitara a dictar cátedra de política económica y ética pública, a personajes de esta calaña.

Además, en la declaración final de la asamblea se aprobaron resoluciones, entre las que destacamos:

a) El compromiso de los países iberoamericanos a fortalecer la administración pública y garantizar la vigencia de reglas claras y previsibles en materia de gestión pública, para contribuir a la gobernabilidad democrática con participación ciudadana.
b) La promoción de cambios progresivos en las estructuras tributarias para la consolidación más eficiente, eficaz y transparente, que combata la evasión fiscal.
c) La reducción de la brecha digital y promover el acceso a capacidades en el uso universal de las TICs (tecnologías de la información y de la comunicación), con miras a la consolidación de una sociedad del conocimiento.
d) El rechazo a la criminalización de la migración y cualquier asociación que se realice vinculando a una persona migrante, independientemente de su situación migratoria, con la delincuencia transnacional y los temas transversales de seguridad.
e) La reafirmación en la necesidad de que los Gobiernos de la República Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reanuden, a la mayor brevedad posible, las negociaciones tendientes a encontrar una pronta solución a la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas.
f) La petición al Gobierno de Estados Unidos de América que cumpla con lo dispuesto en 20 sucesivas resoluciones aprobadas en la Asamblea General de la ONU y ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene Cuba.

Como se puede observar, las cosas han cambiado y mucho. Antiguamente en los foros internacionales era imposible ver a los gobiernos suramericanos hablando tan fuerte y claro.

martes, 25 de octubre de 2011

El círculo vicioso de nuestra política.

Por Armando Brugés Dávila.
Hace un cuarto de siglo se producía la reforma constitucional que instauraba la elección popular de alcaldes, lo que en su momento se consideró el más importante logro político de la segunda mitad del siglo XX. Con ella, dis que se acababa de un tajo con la corrupta costumbre de nombrar a dedo a los administradores de la cosa pública en ciudades y poblaciones menores. Hasta entonces los dineros del Estado, ese que aportamos los ciudadanos comunes y corrientes, se suponía servían para asumir los costos de las obras y servicios que requería la comunidad, es decir, ejercían una función social, no tenían ánimo de lucro. Sin embargo, muchos administradores estatales terminaron realizando triquiñuelas que permitieron a muchos quedarse con parte importante de los mismos. Fenómeno de inmoralidad que fue creciendo al punto que se volvió inmanejable y fue uno de los motivos que se adujeron para cambiar las reglas de juego en el 86. Interesante caer en la cuenta que en aquel entonces el problema ético ya existía y de qué manera.
Pero con la reforma nadie pareció percatarse que algo tenebroso se cocinaba tras bambalinas. Salvo los proponentes, claro está, pertenecientes ellos precisamente al sector que había venido pelechando con el desorden anterior. El tan cacareado modelo de soberanía popular, iba acompañado de una propuesta perversa, mediante la cual la empresa privada podía entrar a manejar los dineros públicos. Hacia allá apuntaba la descentralización política, fiscal y administrativa de dicha reforma, basados en el falso supuesto de que el Estado era un mal administrador y por lo tanto la administración de los fondos y servicios públicos deberían pasar al sector privado. Se pasaba por alto un detalle: el capital privado tiene su razón de ser en la utilidad, para él la función social no tiene sentido.
En principio la propuesta parecía inocente, y sobre todo salvadora, teniendo en cuenta que para la época ya se había iniciado, por los mismos que administraban el Estado, una soterrada campaña de desprestigio contra la capacidad de manejo empresarial del mismo. Proceso que precisamente tuvo que ver con el posterior desmantelamiento de los Ferrocarriles Nacionales, el desmonte de Puertos de Colombia y el cierre de la Flota Mercante Grancolombiana.
Ahora resulta, que en criterio de esos mismos señores que la promulgaron y ante un desbarajuste peor que el que originó dicha reforma, ésta no sirve. Así lo expresan algunos príncipes del establecimiento. Incluso algunos, muy respetables sectores de opinión, han llegado a decir que los grandes beneficiados de este aquelarre financiero en que se convirtió la administración pública local, lo fueron la guerrilla y las autodefensas. Mientras que a muchos de los integrantes de la clase política tradicional, apenas se les señala como complacientes observadores, cómplices expectantes o cuando mucho cohonestadores del mismo, pero sólo como una manera de salvar sus feudos. Esto es lo que se llama pasar de agache. Es decir: nadie perteneciente a la clase política de este país, aprovechó tal situación para aumentar de manera escandalosa su patrimonio. Será que alguien se cree este cuento?
Incluso, ahora se dice que por esa absurda manera de elegir a los mandatarios locales, el 90 % de los municipios del país quedó o quedará en manos de los ilegales, pero paradójicamente todos los que están o estarán en las gobernaciones, alcaldías y concejos del país son o serán legales. Nuevamente el problema radica en la norma: si ésta se cambia, se arregló el chico. En qué quedamos. Con aparatos legislativos pensando y actuando de esta manera, es imposible comenzar por el principio, como se debe, ningún proceso de reingeniería social.
El fundamento de una transformación social, si de verdad se quiere hacer un cambio en las costumbres ciudadanas, sólo es posible a partir de la educación. Sin una educación previamente definida en consenso y comprometida, ninguna sociedad puede dar inicio a su propósito natural de alcanzar el bienestar de la mayoría de sus asociados. Se sabe que los cambios sociales requieren por lo menos de dos o tres generaciones para alcanzarlos. Pretenderlo en cuatro años y mediante reformas ridículas, es simplemente una farsa, de las cuales parece que ya el mundo comienza a cansarse.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Indignación planetaria.

Por armando BRUGÉS DÁVILA.
Un 7 de marzo de 1.820, un levantamiento en Galicia, el llamado Pronunciamiento de Riego, se convirtió en la chispa que terminó de incendiar la América española, desde Nuevo Méjico hasta la Patagonia. Ahora casi doscientos años después, en este año de 2011, y más exactamente el 15 de Mayo, un movimiento en Madrid, conocido como el 15M, también llamado Movimiento de los indignados, se ha convertido nuevamente en una especie de estopín para América, pero esta vez para la América del Norte y más concretamente para Estados Unidos.
Ningún fenómeno social después de la guerra de Vietnam (1.964-1.975) había logrado tocar las fibras de la opinión pública norteamericana con tanta intensidad, como la inseguridad económica que hoy vive la primera potencia. Razón tuvo uno de los participantes al manifestar que así como el reclutamiento para la guerra de Vietnam alentó a la gente a salir a las calles, la incertidumbre económica actual la está forzando a un mayor compromiso con respecto a la economía y a la guerra. Estamos hablando de unos 30 millones de desempleados; de una juventud que día a día ve con terror cómo disminuyen sus posibilidades de empleo a causa de un crecimiento económico nacional débil; de una sociedad atiborrada de deudas provocadas de manera perversa por una banca que muy solícita les facilitaba préstamos para que invirtieran en bienes raíces, para después arrebatárselas impunemente en los estrados judiciales.
Algo parecido viene sucediendo en nuestro país, en donde el sector bancario ha optado como estrategia depositar en las cuentas de sus usuarios 5, 10, 20 y hasta 40 millones de pesos, para que los utilicen en lo que deseen, por lo que resulta ridículo que un funcionario del gobierno, en estos días saliera diciendo que los colombianos, de manera irresponsable, se están endeudando demasiado, en vez de decirle a los bancos que dejen de sonsacar a sus clientes con préstamos milagrosos que posiblemente después no van a tener cómo pagar. Con razón una de las pancartas de los indignados en Nueva York, decía: “Arresten a los banqueros, no a los que protestamos.”
Cuando el domingo 24 de julio me referí al tema en un artículo titulado ¿Qué estará por suceder en América? advertí que a esto de los indignados de Wall Street había que seguirle la pista. La convocatoria se hacía para el 17 de septiembre por intermedio de una revista on line canadiense. Un mes después, quién lo creyera, lo que comenzó como una modesta actividad de desadaptados en la plaza de la Libertad de Wall Strett en Nueva York, se está replicando ya en 68 ciudades, esto es de costa a costa. Al movimiento, a la fecha, se han unido 15 sindicatos, gentes vinculadas a salud, educación, transporte público, defensores de derechos sociales y civiles, incluso veteranos de la guerra de Vietnam. Personas que no entienden por qué mientras a los banqueros el gobierno americano les da millones de dólares para salvarlos, a ellos, desempleados y desalojados por ejecuciones hipotecarias no les brindan absolutamente nada para por lo menos aliviarles en su tragedia económica.
En sus pancartas se leen consignas como: “Queremos trabajo y lo queremos ahora.”, “Estamos hartos de la guerra y de los que se enriquecen con ella.”, ”Somos el 99%, somos más”.
Mientras esto sucede en las calles de Nueva York, Washington y Boston, por mencionar algunas, el Congreso estadounidense, incluída la mayoría republicana y no pocos demócratas, en un acto casi que demencial y suicida, rechaza el Plan de pleno empleo presentado por Barak Obama. Es más, se acaba de realizar una marcha mundial de indignados en solidaridad con la estadounidense en la que participaron más de 80 países y en la que en sólo Estados Unidos se vincularon alrededor de 90 ciudades. Será que Immanuel Wallerstein, el autor de la Teoría de Sistemas del mundo, tendrá razón cuando afirma que nos encontramos ante el fin del capitalismo y el inicio de la incertidumbre? A su entender, el problema no es el destino del capitalismo en sí, cuyo fin da por descontado, sino de lo que va a reemplazarlo. En su criterio, nos encontramos ante la mayor crisis de la historia: en una especie de transición a un sistema nuevo en que la gente no plantea el nuevo curso del sistema existente, sino sobre el sistema que habrá de reemplazarle. Ojalá tengamos suerte y podamos salir de ésta bien librados.




armandobrugesdavila@gmail.com

miércoles, 5 de octubre de 2011

Detalles de la Expedición Padilla.

Por Armando Brugés Dávila.

Dice la filosofía popular que los seres humanos hablan de la fiesta de acuerdo a como les va en ella, y este pecho no podía ser la excepción.
Para comenzar, el día 26 asistí a un seminario programado para la fecha en las instalaciones del Banco de la República, con motivo de la celebración del Bicentenario de la Independencia y de la Afrocolombianidad. Infortunadamente ese día sólo alcancé a escuchar las intervenciones de Adelaida Sourdis y Aline Helg, las que en mi concepto no supieron manejar los tiempos de manera adecuada. Si bien es cierto, temas como “El Caribe neogranadino antes de la independencia” y “De la sociedad colonial a la sociedad republicana en el Caribe”, no son temas para 45 minutos. Pero ese no es problema de los asistentes si no responsabilidad de los organizadores y en última de los conferencistas. Me llamó mucho la atención, eso sí, que salvo uno que otro muchacho o muchacha vinculados directamente a la Expedición, la raza negra brilló por su ausencia en el auditorio.
Pero lo que sí me pareció una falta de respeto de la Expedición para con los niños y docentes, fue la invitación al buque ARC Cartagena de Indias, donde se anunciaban dos actividades: Punto Vive Digital y Estrategia pedagógica “Negro tenía que sé”. Cuando el grupo escolar llegó a la escalerilla del barco, a los maestros acompañantes se les ordenó quitarse los zapatos para una revisión de rutina; Esta acción a más de ridícula, resultaba humillante: Ridícula porque igual habría que habérselos quitados a las 28 niñas y 17 niños que iban con ellos, que también llevaban dicha prenda, pero que no lo hicieron por considerar, seguramente, que no tenía sentido. Humillante, porque que hagan este tipo de requisas a los colombianos que salen hacia el extranjero, vaya y venga. Pero que lo hagan aquí, en un modesto puerto como el de Santa Marta, a unos modestos docentes nacionales y delante de sus humildes estudiantes, no parece serio. Pero qué vieron los niños en el barco. Muy poco. Subieron en mucho orden y allí en rigurosa fila esperaron durante más de 10 minutos. Posteriormente los introdujeron a un espacio rectangular en donde les anunciaron que a partir de ese momento les iban a enseñar cómo funcionaban los llamados Punto Vive Digital, como espacios tecnológicos, cuyo propósito era brindar acceso a las tecnologías de la información y de las comunicaciones, para de esta manera el Estado contribuir a la reducción de la pobreza y minimizar la brecha digital de los colombianos. No creo que les quedara muy claro a esos niños como podría esa tecnología reducir la pobreza en sus casas y proporcionarles la comida que tan escasa les resultaba.
Dicho de otra manera, parecía más bien una forma elegantísima de hacerse propaganda el Ministerio de Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones. Allí encerraron a los niños durante una hora, al final de la cual, salieron por donde entraron. La ilusión de siquiera conocer un barco se les esfumó en sus narices. Y digo esto porque no tiene sentido mover un barco de no sé cuántas toneladas, (y para colmo de males de la segunda guerra mundial, por lo que debe consumir gasolina como loco), para transportar tan pequeña muestra tecnológica. Un yate de los que se encuentran parqueado en nuestra flamante Marina para moverlo de Barranquilla a Santa Marta, en un paseo de un solo día, requiere de un millón de pesos en gasolina. Cuánta gasolina no consumirá semejante armatoste viajando de Cartagena a Barranquilla, Santa Marta y Riohacha, incluido el regreso. Esto sin meter costos de mantenimiento de equipo y sostenimiento de personal a bordo. Pero el chiste no termina aquí; resulta que para que los niños pudieran ingresar al barco a que les mostraran semejante propaganda ministerial, la institución respectiva tenía que poner el valor del transporte, esto es, $120.000 pesos. Suma que no representa mayor cosa, pero para esas instituciones, sumidas casi en la miseria, puede significar muchas tizas, mechas, escobas, papel higiénico, etc. Pero que vivan los “Punto Vive Digital”, que en un total de 800 piensa instalar el Ministerio en toda la nación, cuidándose, eso sí, de decir cuándo y en dónde. Esta burocracia nos va a matar.
armandobrugesdavila@gmail.com

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Cristina pone el dedo en la llaga.

Por Armando Brugés Dávila.

Parece que todo el mundo quiere pasar de agache ante las palabras de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, en el seno de las Naciones Unidas, refiriéndose a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y al derecho a veto que los mismos tienen.
La mandataria latinoamericana manifestó, que no compartía la necesidad de ampliar el número de miembros permanentes del Consejo de Seguridad y que por el contrario, creía necesario eliminar tal categoría y con ello finiquitar el llamado derecho a veto del cual sólo gozan los cinco miembros permanentes. Ambos, según ella, seguramente justificados en su momento, pero hoy día, en muchos casos utilizados para posicionamiento de miembros integrantes, quienes terminan de esta manera ejerciendo su propio derecho.
Pero qué es ser miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Para entender esto tenemos que retrotraernos en la historia al año de 1.945, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando las potencias vencedoras jalonan la conformación de la ONU. Y como bien dice la sabiduría popular, quien tiene la plata (en este caso las armas también) impone las condiciones. Fue así como Estados Unidos de América, el Reino Unido, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la República Popular China y la República de Francia, lograron que en los estatutos de lo que sería la organización se contemplara que a sus estados, y solo a ellos, se les reconociera el derecho de miembros permanentes del Consejo de Seguridad del organismo con todas las prerrogativas que el mismo ya de por sí contenía. En tanto que los demás Estados solo podrían serlo por dos años, sin posibilidad de elección para el período siguiente.
Pero si como lo anterior no fuera suficiente, también se dejó sentado en dicha carta que estos cinco estados, además de gozar de la calidad de miembro permanente quedaban con el derecho de veto, es decir, con la prerrogativa de poder parar unilateralmente una determinada decisión del Consejo, aun habiendo sido esta aprobada por mayoría de votos, o sea con 9 de los 15 posibles. Es el caso que actualmente sucede con el Estado de Palestina, el cual no obstante contar con una abrumadora mayoría al interior de la Asamblea, por un sólo voto de veto, el de Estados Unidos, no puede ser aprobado su reconocimiento como Estado por parte de la Magna Asamblea.
Hablar de democracia al interior de la ONU puede resultar irrespetuoso, por las monarquías allí presentes, y efectivamente en su preámbulo no se menciona la palabra. En cambio sí “se reafirma la fe en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas”.
Pero este tipo de gabelas no reafirma en la práctica ninguna fe en esa igualdad de derechos que pregona en sus estatutos la ONU. Salvo que se trate de la fe aquella llamada del carbonero, que decía que fe era creer en lo que no veíamos porque Dios lo había revelado.
Como se dice coloquialmente, la presidenta de Argentina, con lo planteado le cogió el pulso a la Organización de Naciones Unidas, y a futuro próximo seguramente generará una conmoción en su interior. Anoten la fecha.

Santa Marta, Septiembre 23 de 2.011

domingo, 25 de septiembre de 2011

Humor negro con Falcao.

Por Armando Bruges Dávila.

Definitivamente a España, como se dice por ahí, le gusta andar como la mosca, es decir donde se para la…
Recordemos cuando se le ocurrió decir que los aborígenes americanos no tenían alma, para justificar vergonzosos genocidios y despojos injustificables. Posteriormente fue artífice del desarrollo del comercio más infame que recuerde la humanidad: la esclavitud. Más adelante, por un orgullo torpe de aristocracia medieval, logró generar un resentimiento tan profundo en el joven americano Simón Bolívar, que le llegó a costar la pérdida de sus colonias en América.
Y cuando ya el mundo parecía olvidarse de tanta torpeza, de esas en las que suelen caer los imperios, nos encontramos con que ante el surgimiento de un fenómeno futbolístico como el samario Falcao García, lo único que se les ocurre es llamarlo “El guerrillero del gol”. Así lo catalogó el periodista español Víctor Rivera, quien escribe para el diario digital Ine.es. Mejor dicho, se tiraron en el muchacho. Se pueden imaginar lo que sucedería, en una supuesta llegada del equipo Atlético Madrid a la ciudad de Nueva York y más concretamente al Aeropuerto internacional John F. Kennedy. El diálogo sería más o menos el siguiente:
- Jimmy, ojo avizorr. Mi, recibir información de la DEA, que en este vuelo venirr un terrorista a quien apodan “el guerrillero del gol”. Que por favor, no dejar ingresar al país.
Se imaginan la batahola que se armaría por parte de los fanáticos que seguramente gritarían a lo esgualetao: “Falcao, tranquilo, que aquí estamos contigo”. Mientras tanto, las fuerzas de seguridad rodearían el aeropuerto para iniciar su despeje, como lo hicieron recientemente en Wall Street para desalojar a los “indignados de USA”, y poder de esta manera regresar al peligroso sujeto a su aeropuerto de origen.
Pero si esto pudiera suceder por allá, se pueden imaginar lo que podría acontecer en nuestro bello país. Para comenzar recordemos que nuestra extrema derecha siempre ha dado claras muestras de estar shakirizada, esto es, ser ciega, sorda y muda. A su interior todo parece oscuro, por eso primero ejecuta y después pregunta. Ante la llegada de un personaje con semejante seudónimo y además oriundo de Santa Marta, la cuna de Jaime Bateman Cayón, no tendrían opción diferente a declararlo Objetivo Militar. Mejor dicho, ni para qué seguir pensando en estas vainas.
Afortunadamente para “El Tigre”, así lo bautizaron en Argentina cuando era un desconocido, todo parece indicar que el calificativo no ha tenido eco fuera de España, salvo una que otra escaramuza entre aficionados y periodistas.

martes, 20 de septiembre de 2011

Se necesitan voltiarepas políticos.



Por Armando Brugés Dávila.
No se afanen mis queridos lectores, no se trata de comprar ni de trastear votos, ni más faltaba. Lo que sucede es que de acuerdo a una investigación realizada por el Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de Londres, las ideas políticas en los seres humanos se encuentran influenciadas tanto por factores genéticos como ambientales. La investigación partió de la hipótesis de que la estructura cerebral de una persona puede variar en función de su ideología política. En la misma participó un amplio número de jóvenes a quienes se les sometió a una serie de imágenes de resonancia con las cuales lograron medir el volumen de materia gris de cada uno de ellos.
Los resultados fueron sorprendentes; por ejemplo, se encontraron que el denominado córtex cingulado anterior, que se relaciona con la capacidad para decidir y resolver sobre informaciones contradictorias, así como también sobre rasgos sicológicos vinculados a ideologías, presentaba importante diferencias de tamaño entre las personas previamente declaradas progresistas (de izquierda) y las conservadoras (de derecha). En los primeros la región referenciada se mostraba más grande, caracterizándose esas personas por ser más abiertas a experiencias y formas de pensar nuevas, en tanto que en los segundos, la zona se mostraba más pequeña y sus poseedores fueron más sensibles a la amenaza o a la ansiedad cuando por cualquier circunstancia tenían que enfrentarse a situaciones de incertidumbre.
El estudio no pudo aclarar, por razones obvias, si era la ideología la que daba forma al cerebro o si por el contrario era éste el que definía la tendencia política. Pero los investigadores dicen que esto sería posible de averiguar si se pudieran encontrar tránsfugas políticos voluntarios, pero estos ejemplares son tan escasos en Inglaterra que resulta casi imposible conformar una muestra importante para la investigación.
Y aquí es donde viene lo bueno, pienso yo, dado que mientras esos ejemplares de laboratorio escasean tanto por aquellos lares, aquí en Colombia, quien lo creyera se dan silvestre, y siendo así, por qué no exportarlos. Tal intercambio comercial podría convertirse en una muy buena fuente de divisas para el país, que de mucho serviría, ahora que se nos viene el invierno. Pero sobre todo nos ayudaría a limpiar, así fuera en mínima parte, la política corrupta que desangra a este país desde tiempos inmemoriales.
Que no se pueda negociar ahora, porque el proceso electoral no lo permite, dado que los mismos son reclamados por gamonales y contratistas para el logro de sus proyectos electorales, eso no es problema. El Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de Londres, ante la escasez manifiesta del material experimental, seguramente esperará el tiempo necesario con tal de lograr hacerse a tan preciado material de investigación.

martes, 13 de septiembre de 2011

YO ME LLAMO...

Por Armando Brugés Dávila.

A decir de algunos expertos, la responsabilidad que los medios tienen en cuanto a educar a los pueblos es algo inherente a su naturaleza; infortunadamente en la medida en que los dueños del poder se han percatado de ello, han ido tomando por asalto esta herramienta, no sólo para llenar sus bolsillos sino también para realizar desde allí, la más tenebrosa manipulación de la opinión pública.
A finales del siglo XVIII el genial Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar, sostenía que después del triunfo de los independentistas, el camino a seguir era cambiar la educación por una que permitiera a los niños comprender que imitar era lo peor que les podría suceder en la vida. El maestro propugnaba por una escuela que enseñara la importancia de la creatividad, de la innovación, partiendo de la realidad circundante. En alguna ocasión expresó: “Vean la Europa cómo inventa, y vean nuestra América cómo imita. La América no debe imitar servilmente, si no ser original. ¡Pero ya que tratan de imitarlo todo, imiten el ser originales!”
Dos siglos después, algo similar expresaba Paolo Lugari, creador del Proyecto GAVIOTAS, quien en una entrevista que le hiciera Lucy Nieto de Samper, en 2.007, manifestaba que nuestro problema radicaba en que nos creíamos incapaces de crear, porque una vez que nos independizamos de Europa nos dejamos deslumbrar por su fantasía y terminamos imitándolo todo.
Lo anterior para protestar contra el programa Yo me llamo…, presentado por el Canal Caracol. Por favor respetemos al país. La televisión es un medio de culturización extraordinario, pero no por ganarse unos pesos más, representados en alto rating, los canales privados pueden terminar autoconcediéndose licencia de corso para comprometer tan altruista propósito social, promoviendo la mediocridad como sinónimo de talento, creatividad y originalidad; Con esto sólo consiguen hacerle un daño casi irreparable al pueblo colombiano.
En este planeta no existe un premio serio a la imitación y es obvio, el concepto apunta a más a la antioriginalidad y a la mediocridad. Una cosa es Julio Zabala, reconocido internacionalmente como excelente imitador de múltiples personajes, y otra lo que se propone este programa al pretender que el concursante imite a un solo personaje y llevarlo hasta el ridículo de tener que hacer todo lo necesario, desde lo físico hasta lo emocional, para parecerse al mismo, y después en una especie de delirium tremens, diga: Yo soy fulano. No sea que pase como sucedió con un conocido actor de nuestra televisión que interpretando a Bolívar, terminó en una clínica siquiátrica, al no poderse sacar el personaje de la cabeza.
Con programas como estos, lo único que se logra es venderle la idea al ciudadano común y corriente que imitación y talento son iguales, lo cual no solo es falso sino contrario a los intereses individuales y colectivos de la nación. Va en contravía de lo que en su momento propusieran Simón Rodríguez en 1.823 y Paolo Lugari en 2.007, para quienes una política promotora de la imitación solo conduce a la mediocridad y ésta por razones obvias a la dependencia. Utilizar un medio de comunicación tan importante para mensajes de este tipo es simple y llanamente un derroche perverso de recursos. Buena oportunidad tienen los docentes de promover con sus estudiantes discusiones al respecto a fin de generar en ellos opinión crítica.



jueves, 8 de septiembre de 2011

Pelaos jalándole a la filosofía del conocimiento.


Cuento

Por Armando Brugés Dávila

A mi nieto Miguel Andrés Silva Brugés.

Papá, qué es la incertidumbre?
-Carajo mijo, con tantos problemas que tengo, comenzando por el que no hay trabajo, y me vas a preguntar semejante pendejada. La única incertidumbre que conozco es una canción que cantaba Alfredo Sadel, y se la cantaba a las cachacas en la playa, frente al ParK Hotel, en las temporadas de diciembre.
Y a continuación me soltó una sonora carcajada.
Ante semejante respuesta sólo pude sonreír, callar, dar media vuelta y reconocer que estaba en el lugar equivocado.
Más tarde, me encontré con mi amigo Uldarico, un pelao piloso y teso para Internet, quien infortunadamente estudiaba en otro colegio y le comenté:
Vale, tengo una inquietud la verraca. Ayer leí que el ser humano lo puede soportar todo, menos la incertidumbre.
¡Aja! Y cuál es el problema? Me respondió.
Y le dije:
Te parece poco. Que exista algo que nosotros no seamos capaces de soportar y además inmaterial…No entiendo. Si soportamos hasta la locura. Cómo puede ser eso, no lo entiendo.
Oye cierto. Es curioso. Me dijo Uldarico. Y me propuso que hiciéramos de esta pendejada, como la llamó mi papá, un proyecto de investigación vía internet.
Listo, va pa esa.
Nos comprometimos a encontrarnos al sábado siguiente para comentar sobre lo averiguado.
Cinco días más tarde al llegar Uldarico a mi casa, y sin darme tiempo a decir nada, comenzó:
Huy pelao, esto ha resultado más interesante de lo que creía. Resulta que la palabra tiene su cuento. Imagínate que el diccionario la define como duda, falta de certidumbre o sea falta de conocimiento seguro y evidente de que algo es cierto. Pero resulta que en Internet me encontré con que un teso de la física llamado De Bhroglie, encontró, experimentando en su laboratorio, que algunos electrones, a diferencia de lo que se creía hasta ese momento, no respetaban la norma general de desplazamiento, detalle éste que lo hizo llegar a la conclusión de que en el mundo material todo era incierto. Esta declaración armó un tierrero tal entre los hombres de ciencia de la época que los dividió de una.
Y remató: Ahora y para que te quede el casco ardiendo, resulta que otro duro de la física llamado Werner Heissenberger, partiendo de ese delgado hilo de fundamentación teórica, terminó planteando el llamado Principio de Incertidumbre, el cual se vino a convertir en la base de la actual física cuántica que surgió como respuesta a los problemas que no podían ser resueltos por medio de la física clásica. ¿Cómo la ves?
Oye loco, cómo así?
Como lo oyes, mariquita e playa. Pero eso no es todo. Resulta que hoy día científicos, entre los que se destaca un compatriota nuestro de nombre Rodolfo Llinás, no dudan en señalar que fue precisamente la incertidumbre la causa directa, para que los primeros animales generaran como necesidad vital la anticipación y para que el proceso terminara por convertirse en la semilla germinadora de lo que a futuro se identificaría como el conocimiento. Mejor dicho vale, la esencia de lo que hoy llamamos inteligencia, propia de los humanos, es una capacidad que comenzaron a construir los animales en su proceso evolutivo en el momento mismo en que iniciaron el aprender a anticiparse a la incertidumbre.
Yo, no hacía nada más que mirarlo y escucharlo en silencio, asombrado de dónde diablo había sacado tanta vaina este loco.
Y continuó diciendo:
Llinás dice que las plantas no necesitan cerebro, por la sencilla razón que su sobrevivencia no depende de la anticipación, ellas no requieren de movimiento para subsistir, lo que necesitan para ello lo reciben de los rayos solares y de la madre tierra.
En cambio, para los seres vivos anticiparse a lo que pudiera suceder a futuro resultaba de una importancia capital, era algo de vida o muerte, no hacerlo podría implicar bien caer en las fauces del depredador o caer en el fondo del abismo.
Es decir, siguió diciendo, el hecho de haber logrado los animales anticiparse a la incertidumbre, ha llevado a los hombres de ciencia a considerarlo como el clímax, no propuesto, del proceso evolutivo de los animales. Y la última que te tiro es que algunos científicos consideran que esta cualidad de la anticipación, ante la incertidumbre de la no inmortalidad de la especie, tan cara a la vanidad humana, ha podido ser, en última instancia, la causa generadora de los cielos, los devas y los suargas.
Al llegar a este punto, solo pude decir:
Sabes qué vale, mejor cállate, porque me estas dejando un embrollo en la cabeza que no se qué carajo voy a hacer ahora para salir del mismo. Yo solo vine a decirte que dejáramos la vaina para el otro sábado porque no había tenido tiempo de investigar nada.


lunes, 5 de septiembre de 2011

ALGUIEN MIENTE…

Por Armando Brugés Dávila.



Por estos días, dada la avalancha de noticias sobre los sucesos en Libia decidí hurgar en Internet a ver qué se decía en el mundo internáutico al respecto, y comenzaron a desfilar por mi pantalla varias páginas Webs, entre las que recuerdo, Wikipedia, portalámbito.com, elestadodelmundo.com, y lo que encontré me dejó perplejo.
Según la información que logré, la nación Libia antes de los sucesos insurreccionales que allí se vienen dando, presentaba el mayor PIB de toda África. Su sistema de distribución de la riqueza nacional permitía que todo el país se beneficiara de la misma, al punto que a las parejas que se unían en matrimonio el Estado automáticamente las convertía en elegibles para un préstamo destinado a la compra o construcción de vivienda con cero intereses. La pobreza se encontraba casi que erradicada en aquel país, tanto así que menos del 5% de la población estaba por debajo del umbral de la pobreza, es decir el mismo resultaba más bajo que el de Holanda. Su tasa de desempleo bordeaba el 0%.
La educación era gratuita desde el kínder hasta la universidad; los universitarios solo pagaban 9 dólares anuales, algo así como 18.000 pesos colombianos. Mientras su gasto en educación representaba el 2.7% del PIB, su gasto en defensa era de 1.1%. Lo que explica que sus fuerzas armadas fueran tan reducida, la conformaban 76.000 hombres, 50.000 de los cuales correspondían al ejército de tierra, 18.000 a las fuerzas del aire y 8.000 a la marina. Pero también los servicios de salud eran gratuitos para la totalidad de la población, además disponían de hospitales y clínicas con personal altamente capacitado y equipos de última generación. La esperanza de vida de sus habitantes era la más alta de África, 75 años.
De igual manera los servicios públicos de agua y energía eran gratuitos; el sistema acuífero allí instalado para dar agua potable a toda la nación se conoce con el nombre de Río Hecho por el Hombre y ha sido aclamado mundialmente. La gasolina costaba 0.75 centavos de dólar el galón, algo así como $1.500 pesos colombianos.
Que se cometieran errores políticos al interior del gobierno, seguramente que sí, siendo el más garrafal de ellos el haber suprimido los partidos de oposición. Pero esto no explicaría plenamente el proceso tan devastador que incluso terminara con la intervención militar de la OTAN, “autorizada” por la ONU y pongo autorizada entre comillas porque tengo entendido que lo autorizado fue una especie de bloqueo aéreo. Pero bueno, esta es harina de otro costal.
Ante la información anterior no puedo entender lo que leí en la edición de El Espectador del domingo, tomada a su vez de El País de España, escrito por su corresponsal en Trípoli, Juan Miguel Muñoz, quien afirma, entre otras cosas, que “En Libia, han sido sus médicos, abogados, desempleados, obreros y estudiantes quienes han derrocado – con la imprescindible ayuda de la OTAN – al déspota fugitivo”. No me cabe en la cabeza que un pueblo recibiendo tantos beneficios, como los arriba señalados, sea tan oligofrénico como para rebelarse contra dicho gobierno. Qué pasó? No tengo ni la menor idea, pero aquí alguien miente, este cuento no está del todo claro.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Defendiendo el voto en blanco.


Por Armando Brugés Dávila.

Antes de entrar en materia quiero dejar claro que mi candidata a la Alcaldía de Santa Marta, es Carlina Sánchez Marmolejo y al Concejo Antonio Peralta Silvera y no precisamente por ser candidatos del Polo Democrático Alternativo, como tampoco por ser colegas de la docencia. Mi preferencia por ellos radica en tener la convicción íntima de ser dos personas con las calidades éticas, profesionales y técnicas necesarias para cumplir con decoro y de manera eficiente la actividad pública a la que aspiran, como hasta ahora lo han hecho.
En lo que concierne a Asamblea y Gobernación, al momento de escribir esta columna pienso hacerlo en blanco. De allí mi preocupación sobre el tema.
Si bien es cierto que cualquier partido, movimiento o grupo significativo de ciudadanos puede inscribirse para promover el voto en blanco, esto no significa que el “voto en blanco independiente” deje de existir.
De manera sospechosa, la discusión del voto en blanco se ha circunscrito en torno a los partidos, movimientos o comités que se aprovecharían económicamente de acuerdo a la legislación. Para seguidamente, y todo desde el nivel nacional, comenzar a remover el dedo en la llaga señalando que uno de los impulsores de la pirueta, es el famoso cura Hoyos de Barranquilla, de quien se dice manifiesta que "la iniciativa surge del pueblo", pero al que se señala a continuación como único beneficiario de los dineros a reclamar.
Es más, ya se habla de 36 grupos promotores en todo el país que aprovechando la situación, aparecen ahora promoviendo el voto en blanco para satisfacer intereses particulares. Y eso tiene que ser cierto porque de ser sincera su intención hubieran optado por promoverlo pero sin oficializar su condición de promotores y evitar así suspicacias perversas. Pero al parecer ningún comité promotor lo ha hecho.
Todo parece indicar que la intención es otra, esto es, desprestigiar emocionalmente el voto en blanco, para que la ciudadanía con intención de ese voto, consecuencia de la ola de corrupción que viene azotando a la nación, y que día a día viene creciendo de manera exponencial, se sienta decepcionada y entonces en el colmo del desconsuelo y la desesperanza, termine por cambiar su tan peligrosa decisión de “voto en blanco” y opte por la cómoda vía de la abstención.
Al establecimiento electorero le sirve mucho más un alto porcentaje de abstencionismo que una importante alza porcentual de los votos en blanco, porque mientras al primero se lo pueden achacar a la pereza e irresponsabilidad de los ciudadanos, el segundo por el contrario se les convierte en un bofetón especialmente dirigido a la clase política corrupta que no es poca en este país.
La izquierda no ha podido entender que la única posibilidad que tiene de llegar al poder se encuentra en la población abstencionista, conquistarla es posible, pero requiere de mucho trabajo político. Pero no trabajando como lo hacen los otros sectores de la política, esto es, seis meses antes de las elecciones, así no se llega a ninguna parte. Ellos pueden hacerlo porque cuentan con el dinero para eso. Esto en fútbol se conoce como “jugar como el enemigo quiere”.
Para nadie es un secreto que la votación en el país tiene dos caras, una que representa el voto de opinión, el cual es de un porcentaje muy bajo y el otro que corresponde al mundo de los votos cautivos, manejados por los mercaderes rasos de la política llámense líderes o pregoneros, quienes estratégicamente ubicados en los barrios hacen el trabajo mercantilista a nombre de los capos de la mafia electoral.
Lo que debe quedar claro es que el Consejo Nacional Electoral en la resolución 0920 que expidiera en el 2011, en su artículo 6º dejó claramente establecido que en la tarjeta electoral además de aparecer las casillas que identifiquen a cada uno de los promotores del voto en blanco que se hayan inscrito, deberá aparecer también una cuadricula denominada sospechosamente “casilla general del voto en blanco”, que es en donde deben depositar el voto de opinión en blanco los ciudadanos que así lo deseen y que obviamente no lo hagan por compromiso con ningún “promotor oficial”. Digo sospechosa porque el ciudadano poco conocedor de estos tejemanejes podría, por ejemplo, pensar que la leyenda quiere decir que en dicha casilla va la sumatoria de los votos en blanco que él ha marcado en dicho tarjetón y colocar allí el número 1, lo que automáticamente anularía dicho voto. Como se puede observar pareciera que hubiese sido hecho más para confundir que para aclarar.
Quede claro entonces que los ciudadanos pueden votar en blanco de manera independiente sin tener que hacerlo en nombre de comité alguno, evitando así que nadie cobre un solo centavo por su voto. Solo hay que marcar la casilla que diga “casilla general del voto en blanco”.

Abstenernos de votar es suicidarnos como ciudadanos.

martes, 23 de agosto de 2011

Como para alquilar balcón.

Por Armando Brugés Dávila.
Qué haría usted, amable lector, si después de muchos avatares económicos, en los cuales le tocó, por último, empeñar las prendas de oro de la familia, si un buen día le llega una bonanza económica? La respuesta parece obvia, ir a la casa de empeño a pagar la deuda pendiente para que de inmediato le devuelvan sus joyas. Cierto?
Hagamos un poco de historia, resulta que en el segundo mandato presidencial de Carlos Andrés Pérez, este se comprometió, con el propósito de respaldar la deuda externa del país, en su momento la más alta de América Latina, poner las reservas de oro de Venezuela como garantía de la misma en países extranjeros, entre los que se encuentran el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania, Francia, Suiza y Panamá.
La información que se tiene es que en aquel momento salieron del territorio 211.35 toneladas de oro, equivalentes hoy día a 11.000 millones de dólares, promediando se puede decir que el valor de tonelada, para este caso, es de 52 millones de dólares. De este total el Reino Unido tiene en sus arcas el 80% o sea 169,08 toneladas, el otro 20% se encuentra entre los otros cinco países arriba señalados.
Hasta aquí, todo va bien, el problema comienza cuando Venezuela en base a que ha saldado totalmente su deuda externa y no tiene cuentas pendientes con organismo internacional alguno, solicita a dichos países le devuelvan su garantía, la misma que una vez se viera obligada a entregar. Porque a decir de su ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, no tiene sentido que mientras las reservas en oro de Venezuela en los bancos extranjeros no generan ninguna utilidad, estas mismas entidades crediticias cuando hacen préstamo al país exigen pagos de intereses hasta de un 15%.
Una cosa es clara, Venezuela está en todo su derecho, nos guste o no nos guste Chávez. De cómo lo tomen las potencias europeas, dependerán muchas cosas a futuro, no obstante parece ser que Europa sí tiene el oro suficiente como para respaldar su liquidez en tal caso. Pero no sucede lo mismo con entidades bancarias norteamericanas como el JP Morgan, al que al parecer le fueron entregadas en custodia 17.29 toneladas, o sea un 8,18% del total, avaluadas en 900 millones de dólares y aunque dice tener el respaldo suficiente sólo tienen físicamente 10.6 toneladas, por lo que la entidad bancaria se vería obligada a comprar oro para cumplir con su compromiso. La situación es tan delicada que se cree que de concretarse la medida el Banco JP Morgan podría quebrar.
América Latina, incluida Centro América y el Caribe tendrá que seguir con atención este proceso que de una u otra forma les afecta y no de cualquier manera. La situación podría desencadenar un efecto dominó de consecuencias imprevisibles, en tanto que algunos países de la UNASUR, por ejemplo, podrían también optar por solicitar su oro. Y qué podría suceder?

martes, 16 de agosto de 2011

Un mal negocio.

Cuento.

¡Mijo no se case con cachaca!
La primera vez que escuché la frase de labios de mi vieja no alcancé a sospechar la magnitud del mensaje. Incluso llegué a pensar que carecía de sentido. Mi modelo de compañera lo tenía muy bien definido y a ello había contribuido obviamente mi origen y mi forma de vida caribeña. En aquellos años mi sueño de mujer era una morena culiparada, algo sumisa y oliendo a mar. Una interiorana no estaba ni remotamente en el inventario de mis querencias.
Pasó el tiempo y un buen día me encontré en un bus rumbo a Bogotá, iba con todos los fierros, pleno de ilusiones, obsesionado con la idea del éxito.
Una tarde, sin poder recordar exactamente que hacia yo por aquella calle, la vi, menudita, con un cuerpito que en mi mundo de corroncho solo creía posible encontrar en las hembras de mi tierra.
De allí en adelante el casette de mi vida se pegó una acelerada tal que sin saber el cómo, el cuándo y el donde ya teníamos tres hijos.
Recogiendo mis pasos, como decían los abuelos, recuerdo que la capital me acogió, no muy bien de entrada, pero me acogió. Comencé de mensajero en una farmacia, luego pasé a operario de un depósito farmacéutico, llegando más tarde a ocupar el cargo de visitador médico.
Mi compañera, serrana al fin, se adaptó fácilmente a mi naturaleza de machista costeño, egoísta y celoso. A decir verdad me sentía realizado. Un día cualquiera una compañía farmacéutica me ofreció la representación de sus productos en un sector de la costa atlántica y además ofreciéndome como base de operaciones mi ciudad natal. Me sentí hecho. Era volver a mi tierra a demostrarle a mi gente que el vago que decían que era, se había convertido en un serio y calificado promotor de una importante productora de artículos farmacéuticos.
Trabajar en mi tierra era algo que siempre me había atraído, pero sin llegar a pensar que la ocasión se presentaría en esa forma tan inesperada. Desaprovecharla hubiera podido ser causa de arrepentimientos futuros. No podía quejarme, tenía un hogar y un trabajo que a más de gustarme, algo difícil de lograr en un país de desempleados, despertaba, al igual que lo hacia mi mujer, la envidia de más de uno. Que más podía pedir, viviendo en un país en donde amanecer vivo era de por sí una hazaña.
Solo y orgulloso llegue a mi tierra, mi familia había quedado en la capital, esperando que me ubicara y recibir la orden de viajar. Con sorpresa me encontré con que la mayoría de mis amigos de infancia al igual que yo, habían emigrado en busca de mejores oportunidades, otros se habían perdido en los vericuetos de mi memoria, mientras que ellos a mí parecían haberme extraviado en los abismos profundos de las suyas. Me encontré sin amistades en mi propia tierra.
No obstante haber llegado a la casa materna, en la primera oportunidad me lancé a conseguir residencia para mi familia. Quería sorprender a mi mujer y a mis hijos con una casa grande en donde no solo ella pudiera satisfacer su afición por las plantas si no que ellos pudieran jugar sin las ataduras de una vestimenta hostigante y pesada a la que los obligaba el medio bogotano.
Por fin llegaron, pero el agobiante calor de la costa comenzó a maltratar sus humanidades. La menor comenzó a mostrar serios quebrantos de salud. El proyecto no daba muestras de querer cuajar, pero al final se adaptaron.
Ocho meses después llegó nuestra primera visita, los padres de mi mujer. Duraron un mes largo. Poco después de la ida de mis suegros, un cuñado que vivía en una población cercana comenzó por visitarnos los domingos para terminar cayéndonos religiosamente en cuanto puente festivo se presentaba. En el mientras tanto un tío y su hija, esta última ahijada de mi mujer, quienes vivían en Fusa, comenzaban a considerar imperdonable desaprovechar la oportunidad de conocer la Costa cuando solo necesitaban gastar los pasajes. Afortunadamente su visita duró apenas veinte días.
Después fueron dos de sus hermanas quienes aprovechando su condición de varadas en la capital decidieron venirse a estas tierras a temperar la “vacancia obligada” a que estaban sometidas por falta de empleo. Cuando una de ellas al cabo de un mes se decidía a hacer maletas, por incompatibilidad climática, se vino entonces una tía con su hija y la nieta de escaso año y medio quien por obvias razones no perdía oportunidad para llorar, especialmente por las noches.
¡La locura! De visitador médico me había convertido en administrador de “Residencia”, con el agravante que me tocaba pagarlo todo.
Que vaina, definitivamente mi error fue casarme con una cachaca.
¡Razón tenía mi mamá, caramba!

Y le pesó toda la vida.

Cuento.
Por Armando Brugés Dávila.
Ya en su lecho de muerte Vespasiano se hizo la pregunta y la misma lo cogió fuera de base, su cabeza comenzó a darle vueltas. Entonces recuerdos desordenados comenzaron a cruzar por su cerebro a los que él de alguna manera intentaba ordenar.
Así fue siempre. Desde niño, recordaba como los adultos le reclamaban porque no las daba ante cualquier detalle que tuviera que ver con él y su relación con ellos, pero para su infortunio nunca pudo entender el porqué de tal reclamo.
Con esa casi que milagrosa capacidad que tienen los seres humanos de poner en presente su pasado, a su mente seguían llegando de manera atropellada los recuerdos de cómo en su casa, ni su abuela, pasando por su madre, quien entre otras cosas ejercía el papel de “madre cabeza de familia”, tampoco sus hermanas y hermanos, y menos aún un tío político que vivía con ellos, se las daban a él por nada, pero de alguna manera vivían exigiéndoselas.
Era el último de una camada familiar en donde, como sucedía en la mayoría de los núcleos familiares pobres del tercer mundo no existía padre para mostrar. Mucho tiempo después entendió la situación, el bajo nivel de educación de los mayores, a lo sumo el tercer año de primaria, lo normal en la época que les toco vivir, era una de las causas. Lo que aunado a una tradición cultural que fomentaba y alimentaba el derecho a oprimir que tenían los mayores, fundamentado en un machismo crónico, terminaba de cerrar el círculo. Era un ambiente en el que se aceptaba casi que como mandato divino que el mayor o más fuerte ordenara y el menor o más débil obedeciera. Sentencia que obviamente aprovechaban incluso los hermanos mayores y los varones para ejercer su poderío en la medida que al interior del grupo se les permitiera.
De igual manera recordaba como en ese fabuloso mundo de socialización que es la escuela, y la suya fue la pública, se encontró con una situación similar, a la de su casa. Allí directivos y maestros pedían y exigían que se las dieran. Y era lógico, a los profesores, criados también en esa cultura machista y opresiva, tampoco nadie se los había enseñado y mucho menos que ellos debieran dárselas a sus jóvenes discípulos, antes por el contrario fueron levantados en la idea consciente o inconsciente que hacerlo podría entenderse como una debilidad magisterial. Esa fue la razón por la cual en su cosmología libertaria nunca pudo asimilar que darlas fuese de una importancia tan vital, socialmente hablando, y por el contrario durante largo tiempo interpretó que hacerlo era un gesto de humillación y sometimiento.
Ahora ya tarde, cercana la hora de volver a ser parte de la energía universal, percibía de manera irracionalmente clara que ellas, como las células glía que cumplen funciones de sostén y nutrición en el cerebro, contribuyen de manera casi mágica a las buenas relaciones entre los seres humanos. Pero ya era tarde, en casa nunca se le explicó y en la escuela tampoco. Hoy un mal entendido por no dar unas gracias de manera oportuna lo tienen al borde de la muerte.

sábado, 6 de agosto de 2011

España y la autocensura mediática.

Lo sucedido en el país ibérico el 3 de agosto de 2011, se puede interpretar como un veto mediático de los propietarios de los medios y se convertirá en hito vergonzoso en la historia de los medios de comunicación.
Desde hace tiempo se viene sosteniendo que gracias al monopolio de los medios, este poder ha pasado a ocupar el primer lugar. Situación que ha permitido a los propietarios del dinero y la política lograr una influencia geopolítica inimaginable en otros tiempos.
Se decía que quien tenía la información manejaba la situación, pero la realidad es qué quien “sabe manejar” la información es quien controla la situación, tenerla no es suficiente hay que saberla manipular. Esto lo han entendido los poderosos y hoy día lo aplican de manera magistral al transnacionalizar los medios, como en su momento lo hicieron con la banca, la industria y etc., etc., etc. Hoy día, medio de comunicación que quiera sobrevivir, debe estar amarrada a una de estas multinacionales, so pena de desaparecer ante la voracidad de las mismas. Por eso ahora los enfrentamientos iniciales de los gobiernos con vocación democrática, no son ni con la banca ni con los industriales, mucho menos con los políticos de turno, si no con los medios, sean estos de circulación nacional o local, porque en ellos termina esta cascada de control mediático.
Esta forma de monopolio permitió que en España el día miércoles 3 de agosto, se sufriera una especie de infarto comunicacional, cuando la opinión española, ansiosa de saber que estaba sucediendo en Madrid, tuvo que acudir a internet para conectarse a un canal del tercer mundo, léase bien, del tercer mundo (Telesur de Venezuela) que a esa hora era la única que trasmitía los sucesos en vivo y en directo. ¿Qué pasaba con los medios televisivos españoles? Nadie lo sabe, pero no se veían por ninguna parte, parecían estar sometidas a una especie de autocensura en lo relacionado con la difusión de lo que acontecía aquel día en su capital, donde el M15, ese movimiento ciudadano espontáneo que iniciaron jóvenes desempleados españoles y que día a día crece de manera inusitada, intentaba tomarse nuevamente la Plaza del Sol.
La respuesta por fortuna, fue sorprendente y contraria a los intereses de estos manipuladores de la información. Al parecer los españoles aterrorizados ante la posibilidad de que un confabulado silencio mediático estuviera intentando ocultar lo que en ese momento un sector de la opinión de manera pacífica y civilizada quería manifestar en la plaza pública, se lanzó a las calles madrileñas a sumarse a los manifestantes.
Si esto sucediera en el Tercer Mundo no sería noticia, sería algo así como que el perro mordiera al transeúnte, pero que suceda en la democrática Europa, en donde tampoco es común que el transeúnte muerda al perro, entonces el asunto es a otro precio.

viernes, 29 de julio de 2011

Un prodigio de la evolución biológica.


Karl Popper, a mediados de la segunda mitad del siglo XX, manifestaba que posiblemente nunca lo llegaríamos a comprender dado que se trataba de un órgano tratando de entenderse así mismo. Rodolfo Llinás, por su parte, piensa que aunque lo considera muy complejo aspira a que el mismo resulte más inteligente que complejo.

Siempre he sentido una extraña fascinación por ese misterioso objeto del conocimiento llamado cerebro y del que cada día se habla más pero del que tan poco se conoce. Antes del surgimiento de la microelectrónica en los años 70, el cerebro y su funcionamiento era vedado al conocimiento, solo gracias al surgimiento de esta tecnología ha sido posible penetrar en él, iniciando así su conocimiento y comprensión.

El mundo científico ha dado en denominar al siglo XXI como el siglo del cerebro, se dice que en los últimos 10 años se ha avanzado en este conocimiento más que en toda la historia de la humanidad. A mediado del siglo pasado se llegó incluso a considerar que una persona normal apenas alcanzaba a utilizar un 5% de su capacidad cerebral, hoy día se tiene claro que el problema no es que no se use en su totalidad si no que no se usa bien, los seres humanos no tenemos opción diferente a utilizar todo el cerebro, lo demás es solo seudociencia.
Según el físico Jorge Wagensberg, el cerebro humano resultaba más complejo que una galaxia y razón no le faltaba si recordamos que lo componen aproximadamente unas cien mil millones de neuronas. Cada una de las cuales se encuentra conectada a cientos o incluso miles de otras, formando complejísimas redes de las que dependen aspectos tales como memoria, habla, pensamiento, movimientos conscientes, aprendizaje, es decir, el funcionamiento de nuestra mente. Conexiones que se conocen con el nombre de sinapsis y cuya cantidad a nivel cerebral oscila entre los 100 trillones (Un 1 seguido por 14 ceros) y el cuatrillón (Un 1 seguido por 15 ceros). Estamos hablando de una fantasía biológica.
Se dice que puede almacenar más información que todas las bibliotecas del mundo juntas o que puede producir un número tal de modelos de pensamiento mayor que el número de átomos presentes en el Universo. Es una máquina tan portentosa que es capaz de percibir, clasificar, comparar, analizar y en última instancia decidir en solo 12.5 milisegundos. Es algo realmente asombroso.
Hoy día los científicos consideran que el cerebro es un producto surgido de la selección natural para el servicio de los seres vivos en procura de su supervivencia, lo que ha dado pie para que hombres de ciencia como Francisco Mora, estimen que el cerebro es consecuencia de la lucha por la supervivencia y no una lucha por alcanzar el conocimiento. Es decir, este último fue el clímax no propuesto de su proceso evolutivo, al lograr concebir que la mejor manera de sobrevivir fuera el anticiparse a la incertidumbre, que es la esencia del conocimiento, gracias al cual los seres humanos hemos sido capaces, para bien o para mal, de dominar el planeta. Esa es la razón por la cual los seres humanos lo soportamos todo menos la incertidumbre. ¡Qué maravilla!
La capacidad del cerebro es tal, que no depende tanto de los sentidos, como antiguamente se creía, eso explica que podamos ver, oír, sentir o pensar cuando soñamos dormidos o fantaseamos despiertos, sin contar con estimulo sensorial alguno. Por eso Llinás recomienda que entendamos que el cerebro es una maquina de sueños, que hace que lo que existe afuera se convierta en realidad. ¿Significa esto que la palmera, la buseta o la chica que vemos en la calle pueden ser otras cosas que palmeras, busetas o chicas? Según Francisco Mora, no para nosotros, dado que no tenemos referencia diferente a esa misma realidad. Pero si puede serlo para otro ser vivo que tenga un cerebro de estructura y función diferente al de nosotros.
Alguien dijo que el cerebro era un órgano que servía para que pensáramos que pensábamos, por algo se dice que se trata de la maquina más compleja que existe en el universo conocido.