sábado, 22 de febrero de 2014

Qué clase de monstruos hemos creado?

Por Armando Brugés Dávila.

Resulta que en la India, el gobierno se amarró los pantalones y tomó la determinación que cuando los medicamentos resultaran muy caros, las transnacionales dueñas de las licencias, para que los mismos pudiesen ser comercializados en aquel país,  deberían  firmar una licencia a favor de una farmacéutica india que se encargaría de producir los genéricos de dichos productos, sobre todo, con fármacos relacionados con tratamientos de cáncer, VIH y diabetes, con lo cual los mismos se abaratarían de tal manera que se volvían asequibles a los sectores más pobre de la población.
En el caso concreto que se cita, se trata de un medicamento para combatir el cáncer de hígado y riñón, pero con precio exorbitante, por lo cual el gobierno indio le exigió a la transnacional Bayer firmar una licencia de fabricación y venta a una compañía de genéricos que se encargaría de producirlos y distribuirlos, con el compromiso que sobre esa venta, la Bayer recibiría el 6% de utilidades por el sólo hecho de aportar la licencia, y Bayer obviamente podría producir su producto “original” al precio de mercado internacional. Pero la propuesta a la transnacional no sólo le pareció un insulto a la “investigación”, sino una afrenta a la empresa y seguramente un abuso de poder por parte del Estado indio, al punto que Marijn Dekkers, consejero delegado de la farmacéutica alemana, durante un foro de la industria farmacéutica en Londres manifestó: “Se trata de un producto caro. No creamos medicamentos para pobres sino para quienes puedan pagarlos”, precisando además, que ellos como productores no hacían esos fármacos para un mercado como el indio. Honestamente, tenía que decir que ellos (la Bayer), lo producían para los pacientes de occidente (léase Estados Unidos  y Europa) que lo podían comprar. ¡Habrase visto semejante despropósito humano! Se necesita ser muy caradura y desvergonzado para hacer semejante afirmación en público. Se perdió el pudor ante lo que debe ser más sagrado a la especie: la vida.
El señor no aclaró que, aunque caro puede ser su precio de venta, su valor de producción puede no serlo, a lo que muy seguramente hubiera respondido, que nadie se imaginaba las inmensas inversiones de capital que las transnacionales debían hacer durante el proceso de investigación, lo cual es muy relativo. Personalmente estoy por creer que más costoso les resulta el lobby, incluidos congresos y auditorias de mercado in situ, que hacen a los especialistas en el planeta para que promuevan la venta de sus productos, que la inversión en laboratorios de investigación propiamente dichos.
Veamos si no resulta aberrante el asunto. Según reseña El Mundo de España, la primera empresa que consiguió una de estas licencias fue Natco Pharma, empresa india fundada en 1.981 en la ciudad de Hyderabad, dedicada a la industria farmacéutica de genéricos, que desarrolló el genérico Nexavar (sorafenib), un anticancerígeno registrado por Bayer, pero lanzado al mercado por Natco Pharma en calidad de genérico con un valor inferior en un 97% menos que el original. De qué valores estamos hablando? Recordé entonces la última gestión económica realizada por el indio Evo Morales, como despectivamente lo llaman sus detractores, con una empresa brasilera en lo relacionado a una planta extractora de gas. Allí quedó claro que el 85% de las utilidades sería de Bolivia; que del 15% restante que era de la empresa extranjera, 7% lo sería durante 10 años, como pago de la inversión en equipos hechos por la empresa, pero que a partir de ese tiempo, dicho 7% pasaría al Estado boliviano, quedando entonces el país con el 92% de las utilidades de la explotación. Esto se llama negociar de buena fe.
Pero estos dignos representantes del capitalismo salvaje de la Bayer, pareciera que gozan con el dolor y sufrimiento de millones de seres pobres que en el mundo carecen de medios para comprar sus costosos productos y lo único que se les ocurrió fue demandar el caso ante el Tribunal Superior de Justicia de Bombay. Es decir: los muy cínicos se sienten robados, después de haber aceptado los términos de la negociación que a bien tuvieron de firmar.




martes, 18 de febrero de 2014

No profanemos la democracia.

Por Armando Brugés Dávila.

Aunque reconozco que hacerlo sin la influencia del subjetivismo es imposible, a los comentaristas de prensa, por principios éticos, nos está vedado tomar partido so pena de correr el riesgo de caer en el sectarismo. Otra cosa es que asumamos el compromiso de dar a conocer sucesos, que de otra manera pasarían invisivilizados por sectores económicos, políticos e ideológicos interesados en ello. El anterior comentario lo hago, debido a que en alguna oportunidad hablé sobre algún suceso acaecido en la hermana república de Venezuela, lo cual fue motivo suficiente para que un lector amigo, porque no creo tener enemigos, me calificara de chavista y de otros epítetos más, que no transcribo por respeto a los lectores. Personalmente no creo que ser chavista sea un delito; cada quien es libre de pensar como le dé la gana, al fin y al cabo se trata de un acto fundamentalmente emocional. En mi caso personal, creo que como analista social debo por ética ser neutral  o por lo menos intentarlo.
En este momento, en Venezuela se están dando sucesos sumamente delicados que podrían repercutir en la estabilidad continental. Si realmente queremos jugar a la democracia, tenemos que aceptar que en Venezuela su gobierno ha sido elegido democráticamente no una, sino más de 15 veces. De su sistema electoral no se puede decir nada diferente a que es uno de los  más confiables del mundo, hecho éste reconocido por el mismo expresidente estadounidense Jimmy Carter. Pero el problema no es ese; el asunto radica, en que su presidente fue elegido democráticamente por una mayoría, ciertamente no espléndida, pero mayoría  al fin y por tanto, con todo el derecho a cumplir con su mandato constitucional. Y es obligación de la oposición demócrata, esperar la próxima contienda electoral para disputarle a ese gobierno el favor popular, porque si las cosas son como ellos las pintan, de seguro que arrasan. Pero a la oposición venezolana lo que se le ocurre es intentar crear el caos para que de manera absurda, su país sea declarado inviable y se justifique una intervención internacional y que su patria termine como Libia, o siga la ruta desgarradora de Siria o Egipto. No hay derecho a tanta estupidez. De cuántas muertes estaremos hablando; de cuántas viudas y huérfanos; esto, sin contar con las pérdidas materiales que causaría semejante conflicto y del tiempo que tardaría el país en recuperarse. ¡Horror de horrores!
América Latina y el Caribe no pueden quedarse impávidos  ante semejante posibilidad. Organizaciones como la OEA, Mercosur, Celac, el Alba, el grupo del Pacifico y demás organizaciones latinoamericanas y caribeñas, deben asumir posiciones al respecto e impedir que se vulnere uno de las más caros propósitos de este continente, que no es otro que el de ser Territorio de Paz mundial.
No podemos aceptar jugar a la democracia sólo cuando convenga; eso no es ser democrático. Eso simplemente se llama oportunismo que sólo males le ha causado  a estos países, beneficiando a unos pocos nacionales y al capital extranjero. Lo que está sucediendo en Venezuela podría asimilarse, guardando las proporciones, a que en Colombia se le diera al uribismo por lanzarse a las calles en un intento por desestabilizar el gobierno de Juan Manuel Santos, porque su elección se dio con los votos que pusieron ellos y porque además, al presidente no le ha sido posible parar con la delincuencia criminal que viene desbordada hace rato. Eso no sería jugar limpio y resultaría peligrosísimo para el establecimiento; el problema es que en Venezuela, este último ha sido desbancado y parece dispuesto a lo que sea con tal de recuperar el poder, seguramente porque sus hijos, mujeres y demás familiares, no serán los que pondrán el pecho cuando comience el holocausto fratricida.



lunes, 17 de febrero de 2014

Tuve una pesadilla.


 Por Armando Brugés Dávila

Soñé que en un extraño país del planeta la gente corría de un lado para otro buscando respuesta al aberrante caso que allí se presentaba. Nadie entendía como había sido posible que una oficial de sus fuerzas hubiese aparecido muerta con un tiro en la cabeza en una de sus instalaciones policiales sin explicación alguna. Al parecer su madre aterrada tiene que salir de aquel extraño país dejando constancia que la asesinaron porque ella había asumido una investigación en torno a una mafia de oficiales de alta graduación dedicados al tráfico de favores de carrera o de otra especie a cambio de servicios sexuales humillantes. Los ciudadanos comunes y corrientes no entendían que esa oficial iniciara esa investigación a motu propio, pero al respecto no se decía nada. Todo daba a entender que a ella sola se le ocurrió y punto. Pobre loca.
De pronto como sucede siempre en las pesadillas  me encontré con que en ese mismo país una revista .com, muy conocida por sus denuncias, lanzó una primicia que hizo que sus ciudadanos ya de por si acríticos por doping mediático se olvidaran de la oficial de la policía y pusiera toda su atención en una nueva aberración.  La revista había descubierto después de un año de juiciosa investigación, que en un local de fachada comercial, como es lo usual y apropiado en estos casos, se venían realizando interceptaciones telefónicas no solo a políticos y dirigentes populares sino también al presidente de la republica de aquel insólito país. Cómo así? Fácil, dado que el gobierno de aquel país se encontraba en unas negociaciones de paz con un grupo que se había alzado en armas hacia algo más de 50 años y cuyo proceso se realizaba en una isla cercana y la comisión gubernamental que allí ejercía sus funciones a nombre del gobierno era al parecer otra de las interceptadas, es de suponer que hasta el mismísimo presidente estaba siendo interceptado. El escándalo resultaba mayúsculo habida cuenta que el operativo delictuoso señalaba como autores “materiales” a la inteligencia militar del Estado.
En la pesadilla la misma revista señalaba que había logrado establecer que tras las revelaciones que ella había hecho, los jefes de la fachada  habían negado a sus superiores la existencia de tal unidad e incluso del allanamiento mismo. Pero en las primeras de cambio dos generales de brigada fueron relevados de sus cargos, pero de manera por demás curiosa el ministro del despacho correspondiente manifestó que ello les había sucedido más por falta de criterio, pero por el momento por nada ilícito. Mas en aquella extraña pesadilla  no recuerdo que el ministro explicara que quería decir con “falta de criterio”. Pero en aquel maremágnum de sucesos que suelen acontecer en las pesadillas recuerdo algo que no parecía ser una situación muy licitas y es aquella durante la cual uno de los detenidos se identificó con cédula falsa y al verse sin salida no tuvo más remedio que identificarse como miembro de la inteligencia militar.
Mientras que su presidente daba la cara en los noticieros tratando de dar  explicaciones a la opinión pública de aquel vergonzoso suceso y pedía claras y prontas explicaciones a las instancias militares, a su ministro de defensa que le acompañaba ubicado detrás  a su   izquierda le bailaban los ojos como vendedor de perehuetanos. Miraba a los lados, al techo, al piso pero a su jefe y a la cámara casi que los evadió todo el tiempo. Mala cosa, pensé en mi pesadilla.  El último gesto que le vi antes que cortaran la noticia fue remojarse los labios con la lengua. La cámara lo captó plenamente. En mi pesadilla lo vi clarito. Lo recuerdo como si lo estuviera viendo. No había duda, estaba nervioso. Sólo el sabría por qué. En ese momento, asustado, me desperté pensando en lo complicado que sería vivir en un país así. Y como anunciaban las películas mexicanas en los años 50: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.




martes, 11 de febrero de 2014

Falcao: una extraordinaria lección de tolerancia.


Por Armando Brugés Dávila.

En un país con sesenta años de guerra fratricida y con una maquiavélica tendencia cultural de intolerancia social, no era siquiera previsible un comportamiento semejante.
Hoy,  tomo la determinación de escribir sobre el percance sucedido a nuestro futbolista Radamel Falcao, en el sentido que fue lo mejor que le pudo haber pasado a nuestro compatriota y coterráneo  y a nuestro país, porque con ello el mundo pudo conocer las dimensiones humanas no sólo de este hombre latinoamericano y caribeño, sino del colombiano como ser humano. Con Falcao borramos de un plumazo ante la faz del mundo, ese cliché de bárbaros asesinos que hace rato nos viene acompañando y por el cual somos tan mal vistos y recibidos en los aeropuertos del mundo.
En aquel momento, gran parte de la hinchada colombiana y mundial se fue lanza en ristre, incluida amenazas de muerte, contra el futbolista Soner Ertek, defensa del equipo aficionado Chasselay de la cuarta división francesa de futbol, autor de la lesión que podría impedir al colombiano su participación en el Mundial de Brasil. Aquél, entre  desconcertado y aterrorizado por las amenazas e insultos que le llegaban por Internet, manifestaba que “si pudiera volver atrás, habría sido un gran placer dejarle marcar el gol más que impedírselo”, señalando además  que le hubiera gustado presentar sus excusas a Falcao  y a su gente, pero que le había dado vergüenza  y que cuando se decidió visitarle, ya el jugador se había marchado; seguramente, pienso aquí entre bambalinas, que el temor a la reacción del lesionado, que además de gravemente perjudicado era colombiano, esto es, un amamantado en la violencia, tuvo que haber jugado importante papel para que esta visita no se realizara.
Pero contrario a todo lo esperado, Falcao sorprendía al inhumano mundo de la competitividad dolarizada, con unas declaraciones que lo dimensionan como un grande del deporte mundial. La sorpresa y alegría de Ertek debió ser mayúscula, cuando en su cuenta twitter recibió un mensaje del colombiano en que le decía: “Soner Ertek, gracias por tus mensajes. No te culpes por lo sucedido, son accidentes del futbol.” Y por los medios le mandó un saludo de paz y tranquilidad, afirmándole  que él no tuvo la culpa de la lesión y que la gente debía tener un poco de piedad con él. Se trataba de una lección de sensatez  y mesura digna de mejor suerte. Una lección de tolerancia de la más alta calidad humana, que debió ser aprovechada  por los que participan en el proceso de paz en La Habana, como ejemplo digno a imitar, no sólo en el interior mismo de la mesa de diálogo, sino en el cerebro de los 40 millones de colombianos, que de acuerdo o no, están de alguna u otra manera involucrados  en dicho proceso. Pero no fue así; como siempre, fueron otros los que le dieron la dimensión que tenía el suceso. Fue el Consejo Nacional de Ética de la Federación Francesa de Futbol, la que en declaración pública felicitó al futbolista colombiano, de quien se refirió diciendo: “Sus declaraciones plenas de prudencia y moderación, muestran que más allá de su calidad excepcional de jugador sobre el terreno, es un ejemplo a seguir también fuera.”
Creo que se quedaron cortos; pero resulta realmente triste, que sea en el extranjero en donde se le haya dado el valor que merecía el gesto del colombiano, cuando aquí necesitamos tanto de estos buenos ejemplos de prudencia, moderación y tolerancia. Radamel Falcao resultó inmenso como persona y si la prensa internacional alguna vez llegó a decir, que si Pelé hubiera metido aquel gol en un partido de Copa Mundo, cuya pelota pasó rozando el vertical después de tres o cuatro espectaculares gambetas, se hubiera hecho merecedor a una estatua in situ, a Falcao se la vamos a tener que hacer los samarios al lado del Pibe, pero no por futbolista, que méritos tendría para ello, si no por su calidad humana.




jueves, 6 de febrero de 2014

A oídos de la CELAC.


Por Armando Brugés Dávila.
Corría el año de 2008 cuando pasó por el país un científico mexicano de nombre Víctor Manuel Velasco, quien se atrevió a expresar ideas contrarias a lo que se venía diciendo en las altas esferas científicas mundiales, por lo que en algunos círculos se le miró como cosa rara. Algunos opinaron que era sólo por hacerse notar a nivel continental, otros que por contradecir a los ambientalistas; en fin, que no era más que un timador de siete suelas.
Pero qué fue lo que se atrevió a decir este hombre que entraba en contradicción con lo expresado con entidades de tan alto nivel científico como la NASA? Es más, el Instituto Goddard  de Estudios Espaciales de la NASA  acaba de rendir un informe en el que señala que la temperatura media global del año pasado fue de 14,6 grados Celsius, es decir 0.6 grados por encima de la media del siglo XX ratificando que a futuro habrá un peligroso calentamiento global que bien podría afectar la existencia de la especie humana si no se toman medidas a tiempo. teorico
Pero de acuerdo a este científico latinoamericano, docente investigador y director del Instituto de Geofísica de la Universidad Autónoma de México, entidad esta que en el transcurso de 10 años de investigación desarrolló un modelo teórico-físico con el propósito de reconstruir el clima de los últimos 2000 años, el cual le sirvió de fundamento al equipo para desarrollar su teoría, expresó en aquel año, que el calentamiento global era una realidad pero que comenzaría a desaparecer en unos dos años, a partir del cual, según él, comenzaría una época de temperaturas bajas, período que en su criterio bien podría considerarse como una especie de mini era de hielo que podría durar entre 60  y 80 años. En mi modesto criterio y habida cuenta de los últimos comportamientos climáticos en el planeta, con temperaturas bajísimas al norte e irregularmente altas y bajas del Ecuador hacia el sur, creo que nuestro compatriota mexicano tiene la razón. La teoría es preocupante, porque una de las consecuencias que señala el investigador es que la mini era de hielo que podría durar unos 80 años, afectará más duramente a Suramérica por una razón elemental: sus poblaciones no están acostumbradas a estas bajas temperaturas. En Europa y Estados Unidos en general sucede lo contrario: sus gentes están acostumbradas a estos fríos intensos y por tanto, están física y psicológicamente más preparados para soportarlos. En esta parte del planeta, en su criterio, la situación será catastrófica por ejemplo en lo que a agricultura se refiere.
El científico en aquella oportunidad manifestó que la única alternativa que tenían los países suramericanos para superar este estado climático irregular, sería que los países que ahora se identifican como la  Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se unieran en torno a un plan, cuyo propósito sería la búsqueda de energías alternativas llámense nuclear, solar o eólica, o de cualquier otra manera, pero que contribuyera a disminuir tan negativo impacto ambiental.
El asunto radica en que al parecer, por ese complejo de colonizados que nos pesa aún, no obstante que hemos avanzado mucho en esto de alcanzar la unidad continental y con ella la independencia cultural, política y económica, todavía es la hora que no nos atrevemos a creer en nosotros mismos. Ojalá los gobiernos latinoamericanos se pellizquen y comiencen a pensar seriamente en esta posibilidad, antes que sea tarde, aprovechando que ahora comienza a insinuarse seriamente que en América Latina, lo que es con uno es con todos. Ojalá no desfallezcamos en este tan bolivariano propósito.



martes, 4 de febrero de 2014

Una buena manera de promocionar cultura.

Por Armando Brugés Dávila.

Por estos días venía viajando en una de las incomodísimas busetas que en la ciudad monopolizan el transporte urbano, pensando sobre nuestra situación tan precaria en lo que a sentido de pertenencia e identidad cultural se refiere, no sólo de nosotros los samarios sino de los colombianos en general. Para nadie es un secreto, que los pueblos exitosos lo han sido en la medida en que han sabido alcanzar, en primera instancia, la soberanía alimentaria, priorizando la producción de alimentos originarios en tanto que facilitan su cultivo, elaboración y consumo. Satisfecha la población en esta necesidad primaria por excelencia, luego han procedido a implementar  políticas para producir valor agregado a esos productos y así ofrecerlos al mercado internacional con el propósito de fortalecer su mercado de divisas, tan necesario para la adquisición de productos que requerirían  para mejorar la calidad de vida de su población y que no les es fácil producirlos a ellos por limitantes naturales. Obviamente, que esa política de generar valor agregado sólo la logran previa la implementación de una inteligente política educativa, orientada a la adquisición del  placer por el conocimiento y mediante el mismo, lograr el acceso a la creatividad y con ella alcanzar los niveles tecnológicos que se requieren para producir valor agregado a sus productos originarios, de forma tal que se sean competitivos en el mercado mundial. En Colombia, el Magdalena y Santa Marta más específicamente, hemos venido haciendo  todo lo contrario: producimos y exportamos materias primas, nuestra educación está fundamentada en modelos extraños y retardatarios, situación que aprovechan los gobiernos cretinos para echarle la culpa a los maestros y de la tecnología ni hablemos. Esta es la razón por la cual, desayunamos con pan de harina de trigo, cuando bien lo podríamos reemplazar con ese delicioso tubérculo conocido como yuca, o el maíz, el plátano o la papa, en sus diferentes preparaciones, arepas, bollos, guisos, etc. Pero no; a eso nos enseñaron los invasores y ahí estamos botando divisas. Ya el café nos lo traen de Vietnam. Mientras los gourmets de todo el mundo utilizan el tamarindo en sus recetas más famosas, aquí este fruto está casi que en vía de extinción. El aceite de coco lo producen industrialmente no en la costa Caribe, donde se encuentran las coqueras más importantes del país, si no en Antioquia. Con dos océanos, la mayoría de la población colombiana  ignora que las algas no sólo son una inmensa fuente de proteínas, sino que además se cultivan y consumen como cualquier otro vegetal…
De pronto, mi pensamiento fue abruptamente cortado por un muchacho con pinta de rapero urbano, que a diferencia de los otros no comenzó ofreciendo sus dulces, pero tampoco cantó como es lo usual. Este joven con una muy buena dicción comenzó a narrar la historia de Santa Marta, desde la llegada de Rodrigo de Bastidas pasando por el sitio donde se erigieron las primera chozas; lo que había sido nuestro  Morro tutelar antes y después de la independencia; los diferentes Castillos o Fuertes que había tenido la ciudad durante La Colonia, etc. Por ultimo terminó agradeciendo la atención  y pidiendo una colaboración económica del público. Me pareció genial la idea. Y aunque soñar no cuesta nada, me puse a pensar lo bueno que sería, por ejemplo,  que a los muchachos de Bachillerato Turístico se les pusiera como trabajo complementario, una actividad similar que permitiera a los samarios y foráneos, turistas o no, conocer la historia de la ciudad. Qué mejor manera de crear identidad cultural. Obviamente que no se le recargaría a los padres de familia el costo que tal acción requiriera, antes por el contrario, la Alcaldía Distrital debería asumir no sólo la organización si no también los costos que el ejercicio implicara.Mejor dicho, cómo organizarla sería otro cuento.  Se puede hacer de muchas otras maneras, incluso con los mismos muchachos que ofrecen los dulces o sus canciones, pero obligando al Distrito a organizarlos y a los buseteros a colaborarles. Qué bueno sería que el Distrito ubicara a este joven y le propusiera ponerlo al frente de la organización de esta actividad turística y cultural por excelencia.