jueves, 19 de diciembre de 2013

Cría cuervos y te sacarán los ojos.



Por Armando Brugés Dávila.
No puedo olvidar los momentos estelares de Gustavo Petro en el Senado, en donde llegó a sentar cátedra no sólo como aguerrido orador sino también como brillante analista de los procesos delictuosos por los que estaba pasando en ese momento la Nación y a los que la mayoría  parecía no querer ponerle tatequieto por terror al innombrable. Surge entonces la figura valerosa de Petro y asume con decoro y valentía el compromiso de sacar a la luz pública lo que sucedía en la hacienda Las Guacharacas, los falsos positivos en Soacha, el carrusel de las contrataciones, entre otros. Todo iba sobre ruedas: el senador estaba haciendo una de las mejores carreras parlamentarias del momento; era a no dudarlo el senador más carismático de la izquierda y del Congreso. Cuando este hombre hablaba la nación se ponía expectante, se sabía  que sus planteamientos no sólo resultaban claros sino también contundentes y arrolladores.
Pero un buen día, de esos que no faltan, el senador Gustavo Petro, no se sabe motivado por qué razones, resulta haciendo algo que aún no he podido entender. Ese día, el Petro que admiraba cayó hecho pedazos. Por más que lo intente no logré conseguir una sola razón que justificara el comportamiento del senador Petro, al votar favorablemente por Alejandro Ordoñez para ejercer el cargo de Procurador General de la Nación. Pero más triste fue saber que con su voto dicho inquisidor ganó el puesto. Y más triste aún, que  el Senador nunca quisiera o pudiera  dar una explicación coherente que permitiera justificar semejante disparate ideológico ante sus seguidores. Ese señor, a quien bien se le califica de “fanático religioso” por su sectarismo clerical, era ya más que conocido  por sus posiciones sectarias, y a este senador de izquierda, lo que se le ocurre es defender la aspiración del mismo sin tener en cuenta el peligro que representaba este siniestro personaje para la democracia y la libertad de pensamiento en Colombia. Escuchando su discurso en la Plaza de Bolívar, le oí decir al parlamentario que no tenía de qué arrepentirse y personalmente creo que lo decía sinceramente, pero no le entendí, porque para bien o para mal, el que lo estaba mandando a la calle era el mismo tétrico personaje, que él con su voto y vehemencia ayudó a lograr esa posición, la misma  que hoy utiliza para destruirlo no sólo como Alcalde sino también como político. Y de eso tiene que estar arrepentido, pero no lo dijo. No fue capaz de asumir su responsabilidad, no obstante conocer que Alejandro Ordoñez se había opuesto feroz y públicamente a que las mujeres pudieran detener la gestación en cualquier circunstancia; el mismo que siendo estudiante de bachillerato en Bucaramanga había participado  en la quema de libros, con motivo de la celebración del día de la Virgen María, textos aquellos que se encontraban en la Biblioteca Gabriel Turbay de aquella ciudad, muchos de los cuales pertenecían a autores de la literatura universal como Flaubert, Victor Hugo, Rousseau y Proust, entre otros. Se trata del mismo que ha combatido la adopción de las parejas del mismo sexo e intentado la supresión del matrimonio civil en Colombia; también se le conocía como opositor al derecho de los enfermos terminales a disponer sobre el final de sus vidas. Pero igualmente, para la época de su elección también se sabía, de acuerdo a Diego Olivares, en su artículo publicado por Las Dos Orillas el 13 de diciembre, que pertenecía a la Orden de la Legitimidad Proscrita, una especie de comunidad secreta dentro del ala extrema y más radical de la iglesia católica. Según la misma fuente, el grupo en referencia hace de la política una herramienta para expandir su ideario radical y sectario, en donde la diferencia no es posible. Como se puede anotar, todo apunta a que se trataba de un personaje totalmente contrario a las ideas liberales y obviamente a las de izquierda. Surge entonces la pregunta: ¿Qué determina al Senador Petro a dar semejante paso al vacio? Nadie lo sabe y él muy inteligentemente elude el tema.
Si bien es cierto el Procurador actuó en Derecho, la sanción de  inhabilidad política por 15 años al Senador no tiene explicación teniendo en cuenta lo que viene sucediendo con el exalcalde Moreno Díaz, pero lo que sí tiene la ya famosa sanción es un fuerte tufo  político. Señor Procurador: se le fueron las luces y quién sabe a qué costos en su contra. Sólo el tiempo lo dirá.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Entre el innombrable y la paz.

Por Armando Brugés Dávila.
Después de leer la columna del domingo antepasado del ex ministro Gabriel Silva Luján, no me queda más que quitarme el sombrero  ante semejante carácter y reciedumbre política. Ojalá ningún colombiano, a quien realmente le preocupe este país, deje  de leer tan contundente documento escrito por un ciudadano que fue, nada más ni nada menos que, Ministro de Defensa de Álvaro Uribe Vélez. Pero más importante que lo que dijo, fue precisamente lo que no dijo; veamos si no.
Resulta que la frase con que cierra el artículo es de una contundencia aterradora; sí, sencillamente aterradora cuando expresa: "Afortunadamente, la gente no es boba y, por más que intenten darle visos de legitimidad al dedazo de Uribe, es evidente lo que le pasaría al país si llegase a ser elegido Uribe en cuerpo ajeno. Nos espera un país a merced de lo que decida el Patrón. Y eso desembocaría en una nueva guerra civil". Teniendo en cuenta que lo dice alguien que tiene porqué saberlo, como que fue su Ministro de Defensa, la cuestión toma connotaciones tenebrosas. Colombia no puede darse el lujo de continuar con una guerra, que como todas,  sólo sirve para que unos pocos avivatos se enriquezcan a costilla del dolor y sufrimiento ajenos y en el caso específico nuestro, de los nacionales más pobres, quienes son los que al final siempre han servido de carne de cañón.
Pero qué sería lo que no dijo, este exministro con cara de bobo muy bien administrada,  que pueda ser más importante que lo que dijo? En mi concepto, en su contundente mensaje, en una especie de mensaje cifrado a la izquierda de este país, les dice que dejen de seguir jugando a la división cometiendo torpezas como aquella cuando el Polo Democrático, incluida Clara López, dejara solo a Gustavo Petro en su lucha contra el Alcalde Samuel Moreno, a quien acusaba de corrupto. O aquella otra perla mediante la cual, Petro “regala” su voto para que el fundamentalista Ordoñez, ahora mismo su verdugo, funja como Procurador General de la Nación. Como si todo lo anterior no fuera suficiente, se nos presenta una izquierda dividida en tres grupos muy disimiles entre sí: El primero de ellos, el Polo Democrático con candidata presidencial propia, Clara López Obregón, quien no tiene inconveniente en manifestar a una conocida periodista, que una alianza con las otras dos corrientes, progresistas y verdes, unidos ahora en Alianza Verde, más que una pesadilla podría considerarse una quimera. De hecho, no vislumbra alianza alguna con ninguno de estos grupos, menos ahora, diría yo, cuando la derecha comienza a enviarle cantos de sirenas mediante encuestas prefabricadas, con el claro propósito de que se mantenga en su punto y así mantenerlos divididos hasta cuando pase el aguacero.

De otra parte, la Alianza Verde es lo más de curiosa: por un lado están los verdes liderados por el “izquierdista uribista” Peñalosa y los progresistas a cuya cabeza se encuentra el que se llegó a considerar uno de los íconos de la izquierda, pero que después de haber gobernado a Nariño dejó un agridulce sabor uribista entre sus seguidores. Insisto, parece que la idea es mantener a la izquierda dividida, para facilitar así el ascenso a las mieles del poder al que Gabriel Silva Luján denomina “en cuerpo ajeno”. Algo así como el innombrable de Harry Potter.
Aparentemente, todo parece irremediablemente perdido, pues estos líderes de la izquierda sólo piensan en función de sus propios intereses y se muestran poco dispuestos a sacrificarlos en aras de los intereses de la patria. Pero de qué intereses estamos hablando? Nada más ni nada menos que de la paz de este país. Los grupos de izquierda, en este momento coyuntural de la historia, tienen la obligación moral de inmolarse en sus aspiraciones y darlo todo por la paz de este país. Los tres por separados no llegarán a ninguna parte y menos al poder, pero sí abrirán una brecha enorme para que por ella entre victorioso el dios de la guerra, el innombrable, el que terminará por arrasar lo que dejó de este país hace poco tiempo. El presidente Santos no es hombre de mi devoción y muchas de sus actitudes no las comparto, pero no puedo negar que admiro su audacia de intentar lograr la paz de este país. Para cualquier persona normal, lo más importante que le puede suceder a Colombia en estos momentos es alcanzar la paz y la próxima contienda electoral va a girar en torno a eso. Luego la izquierda debería unirse en torno a Juan Manuel Santos, quien representa la apuesta por la paz. Que se olviden que en un país conmocionado por la guerra como en el que vivimos, van a tener la más mínima posibilidad de gobernar como lo mandan los tiempos modernos; para ello necesitamos un país en paz, en donde se pueda instaurar un sólido sistema democrático que permita el cambio consensuado de modelos obsoletos y egoístas por modelos de convivencia universal. Hacer lo contrario, es hacerse el haraquiri con láser.






sábado, 2 de noviembre de 2013

Algo se derrumba en Occidente.


Por Armando Brugès Dávila.

El domingo 27 de octubre, The Washington Times sorprendió a sus abonados con una noticia que parecía originada en el Tercer Mundo. Pero antes de seguir adelante, quiero comentarles a los lectores, que el periódico en mención no es uno más en la fabulosa producción editorial del país del norte. Su propietario era nada más ni nadie menos que Sun Myung Moon, un multimillonario surcoreano líder de una secta religiosa denominada Iglesia de la Unificación, a quien no le  tembló la voz para decir que era el mesías, mejor dicho Cristo mismo en su segunda venida y por tanto, con la tarea específica de cumplir con la misión inconclusa que dejara en su primera venida. Infortunadamente para él y sus seguidores, murió en septiembre de 2012 y la misión que decía tener en la tierra, no la pudo cumplir y la misma quedó bajo la responsabilidad de su esposa e hijos, quienes fueron ungidos como herederos absolutos de esta especie de monarquía  religiosa. Pero este  político de derecha, a la par que erigía su monarquía espiritual se destacaba como un magnate empresarial en el ámbito de las comunicaciones, la hotelería, la industria y el deporte no sólo en Corea del Sur, sino también en Estados Unidos y Latinoamérica. El fuerte empresarial de esta secta lo es el grupo Tongil, uno de los mayores conglomerados económicos  de Corea del Sur y propietario entre otras cosas del Seongnam Ilhwa Chunma, el equipo de fútbol con más títulos de la K-League, (Liga Surcoreana de Futbol).
 Uno de esos medios de comunicación fue precisamente The Washington Times, fundado con el claro objetivo de combatir  al comunismo en el mundo. El periódico representa una sólida posición conservadora al interior del establecimiento estadounidense. Considerado uno de los periódicos más importantes de Washington, célebre por su ideología de derecha, hoy levanta su voz  de protesta contra el establecimiento, el mismo que lo ha amamantado en toda su existencia, manifestando  que prepara acciones legales contra lo que calificó como una intrusión injustificada  de la primera enmienda. Al parecer, la policía del estado de Maryland y agentes federales, se valieron de una orden de allanamiento  en procura de armas de fuego no registradas,  para incautar archivos privados de una galardonada experiodista  de investigación de dicho rotativo, quien había expuesto  problemas existentes  al interior del Servicio Alguacil Federal Aéreo del Departamento de Seguridad Nacional. Según la periodista Audrey Hudson, los investigadores, quienes sospechosamente incluyeron en el grupo a un agente del servicio de Guarda Costa de la seguridad Nacional,  incautaron sus notas privadas y documentos del gobierno, que había obtenido bajo la Ley de Libertad de Información, cometiendo de esta manera el Estado, ostensibles violaciones de la Primera y Cuarta Enmienda constitucionales.
El suceso no tendría importancia, si no fuera por el hecho de estarse llevando en América Latina una feroz  guerra mediática en torno a la no existencia de libertad de prensa en  países  que, como Venezuela, Bolivia, Ecuador,  Argentina  y próximamente Uruguay, decidieron tomar el toro por los cuernos al legislar en procura de una prensa responsable y antimonopólica, legislaciones   señaladas  por la mayor parte de la prensa continental como contrarias a la “libertad de prensa” de occidente.  Pero curiosamente, cuando el modelo de democracia en occidente muestra  grietas como ésta que se presenta entre  The Washington Times y el Estado  norteamericano, mejor dicho en el ombligo de la “democracia mediática” mundial, la noticia se mantiene en un perfil tan bajo que pasa casi desapercibida.
En Estados Unidos la controversia se produce no precisamente entre demócratas y republicanos, sino entre  sectores de derecha que detectan el poder real al interior del país hace mucho tiempo, lo que indica un importante nivel de crísis. El mensaje bien podría ser, que mientras Estados Unidos en los últimos tiempos se la ha pasado haciendo la guerra en el extranjero, dizque para instaurar en aquellos lejanos países del Oriente petrolero la democracia  y con ella promover la libertad de expresión y los derechos humanos, al interior de su territorio el gobierno  viola de manera flagrante dichos derechos y no precisamente en contra de sus adversarios políticos, sino de sus propios copartidarios de ideología. ¡Vaya lio!


lunes, 28 de octubre de 2013

Una cosa es decir y otra hacer.


Por Armando Brugés Dávila.

El mayor problema de América Latina, mejor dicho de su clase dirigente  ha sido, como bien lo expresara en alguna ocasión  el doctor Abdón Espinosa Valderrama, “el abandonar sus propias tesis para aceptar sin beneficio de inventario, las que pregonan y profesan otros estados a la luz de sus propios intereses”. Curiosamente, a través de los tiempos  eminentes estadistas latinoamericanos, entre los que podemos destacar a Carlos Menen de Argentina, Carlos Salinas de Méjico, Carlos Andrés Pérez de Venezuela y Alan García del Perú entre otros, han coincidido en afirmar que la salvación de América Latina sólo era posible mediante la unión de sus pueblos, como lo propusiera desde 1815 el Libertador Bolívar.
En la Quinta reunión de Presidentes de los países miembros del Pacto Andino (1989) realizada en Caracas, por ejemplo, durante la presidencia de Carlos Andrés Pérez; Bolivia, Ecuador, Perú, Venezuela y Colombia, coincidieron en afirmar que con el establecimiento de una zona de libre comercio, se iniciaba la gestión más importante para el logro de una real integración económica. Falsa ilusión.  Esa integración, por razones obvias,  no interesaba a Estados Unidos, y ellos, nos guste o no, mandaban totalmente la parada en la región. Recordemos que por la misma razón boicotearon el Congreso Anfictiónico en Panamá, al que Bolívar comparaba con “un coloso que haría temblar la tierra y ante la cual ningún estado podría resistirse”. De igual manera la Asamblea Nacional Constituyente de nuestro país en 1991, lo primero que hizo fue invitar a los gobiernos latinoamericanos a institucionalizar rápidamente la Comunidad Latinoamericana de Naciones, pero la fecha que propusieron para ello, 12 de octubre de 1992, ya de por si resultaba sospechosa en su intencionalidad. Igual, tampoco se concretó nada. Pero curiosamente en ese mismo año surgió un híbrido llamado Organización de Estados Iberoamericanos, que de inmediato fue apoyado por Estados Unidos y en la que aparecen involucrados países que, como dicen ahora los jóvenes, “nada que ver”. A ella pertenecen Estados como Andorra, España, Filipinas, Guinea Ecuatorial y Portugal. Su propósito se veía a leguas: ir a ninguna parte. Sus reuniones no han tenido proyección alguna. Es más, en una de ellas el monarca europeo, recordando tiempos idos, mandó a callar de manera por demás irrespetuosa y grosera a un presidente latinoamericano, atentando contra la majestad de su investidura. La propuesta resultó muy parecida a la contrapropuesta que en su momento hiciera Rivadavia desde Buenos Aires a Bolívar,  en la que le proponía una asamblea en la que participarían  España, Portugal, Grecia, Estados Unidos, México, Colombia, Haití, Buenos Aires, Chile y Perú. Todo lo anterior, para concluir que la unión latinoamericana siempre fue de buen recibo al interior de su clase dirigente, pero de labios para afuera. Cuando los  presidentes Lula y Chávez iniciaron  el proceso de constitución de UNASUR, la Argentina de Menem, el México de los Salina, el Perú de Alan García, igual que la Venezuela de los Pérez y Calderas, hicieron mutis por el foro, mientras que en Colombia  el presidente Uribe, después de solicitarle al venezolano ayuda diplomática para que le colaborara con la liberación de los secuestrados por la guerrilla,  lo acusó de “dictador y expansionista”. Epítetos curiosamente similares a los utilizados por la Cancillería estadounidense contra Bolívar cuando proponía la Gran Alianza Hispanoamericana, a quien señalaban  de usurpador, insaciable déspota e individuo arrogante.
Como solían decir los directores del cine mejicano en su época de oro: “Cualquier parecido es pura coincidencia”. Bien se puede decir, que el problema en América Latina no es de forma: es y sigue siendo, fundamentalmente de contenido. El nudo en Latinoamérica no está en lo que su clase  dirigente dice sino en lo que hace, presionada por la avaricia y el facilismo que, para saciarla, le ofrecen los poderosos expoliadores planetarios.




lunes, 21 de octubre de 2013

Cómo así que Mindefensa legisla?


Por Armando Brugés Dávila.
 Nada bueno, democráticamente hablando, se puede esperar de un país en donde las propuestas modificadoras de sus códigos de justicia, los presenta su ministro de Defensa. Ser juez y parte nunca ha sido fórmula de buen recibo en ningún pueblo que se precie de civilizado. Y cuando esto sucede, bien se puede decir que estamos hablando de una tragedia, y la fecha en que se produce el suceso parece corroborar la idea. Recordemos que el 11 de septiembre del año en curso, fue el día en que el ministro de defensa presentó el proyecto de reforma a la justicia. En igual fecha pero del año 2001, se produjo el más grande atentado que recuerde la historia en todos los tiempos: el de las torres gemelas en la ciudad de Nueva York. Terrible coincidencia, ojalá no sea premonitoria. El presidente Santos es un hombre desconcertante; el mismo día que permite el exabrupto, que su Ministro de Defensa sea quien presente su proyecto de reforma a la justicia, ese mismo día posesiona en el ministerio de Justicia a un duro en la materia, a quien le tocaría sancionarla como ministro del ramo. Los cercanos a Gómez Méndez aseguran que, dado el talante liberal del mismo, éste no firmará semejante esperpento jurídico que, a decir del constitucionalista Gregorio Hernández, pareciera hecho por el franquismo español en sus mejores tiempos de represión. Criminalizar la justa protesta es lo más injusto que puede realizar un Estado que se precie de democrático, y más grave aún, es asimilar el trabajo ilegal de la minería con el trabajo artesanal de la misma realizada por generaciones para sobrevivir, con el único e indecente propósito de defender intereses privados nacionales y transnacionales, con la perlita que al código de procedimiento penal se le añade un artículo que permite al cuerpo policial, destruir los medios o herramientas utilizadas en la exploración o explotación ilícita de minerales y otros. A propósito: este “otros” no queda claro a qué se refiere; pero lo cierto es que estamos hablando de maquinarias, equipos y bienes, en tanto que tal determinación sea tomada por un juez dentro de las 36 horas siguientes a la solicitud de un fiscal. Mejor dicho: quién dijo miedo. Pero hay algo más grave y es que la intencionalidad del ministro apunta, sin lugar a dudas, a crear una especie de exo-esqueleto jurídico con el cual el gobierno parece estarse preparando para la reacción, que seguramente sobrevendrá ante el incumplimiento de las promesas a los agricultores y campesinos de Colombia. O será que podrá pensarse otra cosa cuando en dicha propuesta se tipifica como delito la "obstrucción de las vías que afecten el orden público", proponiendo para ello, de tres a cinco años de prisión, además de multas y pérdidas de derechos a los que incurran en dicho delito, aclarando, eso sí, que son excluidos de esa penalización quienes cuenten con permisos de autoridad competentes para realizarlas. O sea, que sólo serán viables las protestas que el gobierno considere aceptables. ¡Qué chévere! Se la pusieron difícil al ministro de Chaparral: ahora sí vamos a ver si la esencia liberal que tanto pregonaba en programas de radio era real o sólo posturas de político sin puesto. No la tiene fácil, Ministro.

domingo, 20 de octubre de 2013

América Latina alza su voz en la ONU.

Por Armando Brugés Dávila.

Nunca antes en la historia de las Naciones Unidas, Latinoamérica se había hecho sentir con tanta fuerza como en esta 68 Asamblea General y nunca antes la organización había sido cuestionada con tanto fundamento.
La presidenta de Brasil Dilma Rouseff, una vez conocidas las filtraciones del ex espía de la CIA  Edward  Snowden, tomó una decisión que bien puede calificarse de histórica, dado que al no obtener respuesta del presidente estadounidense, determinó de manera valiente y digna cancelar la cita que para el 23 de octubre tenía programada con su par en Washington, y en la Asamblea de las Naciones Unidas calificó tal comportamiento como contrario a los derechos humanos y a la privacidad de los pueblos, hasta considerarla como una verdadera invasión por parte de USA a su país.
En tanto que el presidente de Bolivia, el indígena Evo Morales, en su parlamento aparentemente infantil proponía nada más ni nada menos que la sede de la ONU pasara a un país que cumpliera con el hecho elemental de haber firmado todos los tratados y convenios que se hubiesen suscrito en su seno. Idea que tiene mucho sentido, ya que no es lógico que la sede de organismos tan importantes, se encuentre ubicada en un país   que suscribe los tratados que  consideran conveniente a sus intereses y nada más. Pero Morales no quedó allí; propuso una reforma a fondo de los estatutos de la organización, ya que los mismos permitían que el querer de las mayorías fuera burlado por unos pocos, por lo que decía que la carta de la ONU era valiosa pero los poderosos la violaban. Nunca antes, en aquella asamblea, se había hablado tan claro en lenguaje tan sencillo.
Por su parte, el Canciller de Venezuela Elías Jaua, señaló en su discurso que infortunadamente la Organización de las Naciones Unidas, estaba secuestrada por un Estado poderoso que a veces cambiaba de nombre pero que todo el mundo sabía de quién se trataba, esto es,  del mismo que en aquella Asamblea no se comprometió a garantizar la seguridad de la delegación venezolana que, con el presidente Maduro a la cabeza, se preparaba a ingresar a territorio estadounidense. Argentina y Cuba por su parte pidieron acabar con el derecho a veto. Incluso Chile y Perú también pidieron reformas.
Por su parte, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), a nombre de América Latina, planteaban que resultaba insustentable, por decirlo de alguna manera,  decir que las armas atómicas y químicas sólo deberían estar en manos adecuadas. Para ambas instituciones, esas  armas son un peligro en cualquier mano, comenzando por Estados Unidos,  el único que las ha utilizado, pero que con sus aliados, obviamente incluido Israel, se ufanan de ser “los cuerdos” del mundo y por tanto los de “manos adecuadas”. Habrase visto mayor pendejada; de allí que la propuesta de ALBA y CELAC sea la eliminación total de las armas nucleares y químicas existentes en los arneses de las grandes potencias. De lo contrario, sólo quedaría repetir las palabras con que García Márquez terminara su discurso en la reunión internacional sobre temas nucleares en Ixtapa, México, el 6 de agosto de 1996:
Con toda modestia, pero también con toda la determinación del espíritu, hagamos ahora y aquí el compromiso de construir y fabricar un arca de la memoria, capaz de sobrevivir al diluvio nuclear. Una botella de náufragos siderales arrojada a los océanos del tiempo, para que la humanidad de entonces sepa por nosotros lo que no han de contarle las cucarachas: que aquí existió la vida, que en ella prevaleció el sufrimiento y predominó la injusticia, pero que también conocimos el amor y hasta fuimos capaces de imaginar la felicidad. Y que sepa y haga saber para todos los tiempos quiénes fueron los culpables de nuestro desastre, cuán sordos se hicieron a nuestros clamores de paz para que esta fuera la mejor de las vidas posibles, y con qué inventos tan bárbaros y por qué intereses tan mezquinos la borraron del universo.

jueves, 17 de octubre de 2013

DISCURSO A LA HUMANIDAD



Por Armando Brugés Dávila.

El discurso que lanzara el presidente de Uruguay, José Mujica, en la 68 Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas, resultó siendo un llamado angustioso a la humanidad, la  que más que atónita lo escuchó sin saber qué responder. Antes había escuchado alguna de las intervenciones de este señor de la política latinoamericana y a decir verdad siempre me impresionaron, pero cuando el Papa Francisco lo calificó como un hombre sabio, quedé realmente intrigado. Que un hombre de la talla del papa argentino se exprese en esos términos de un ex-guerrillero, no es nada común en la historia política-religiosa del Vaticano. Sólo ahora, después de escuchar a este hombre hablando ante la asamblea de la ONU, es cuando percibo en toda su trascendencia el significado real de tales palabras. En su discurso, el presidente uruguayo fustiga a la humanidad por no ser capaz de pensar como especie sino como personas; una manera de pensar que nos ha metido en un laberinto llamado consumismo, a cuya cabeza se encuentra un egoísta sistema financiero que todo lo ha convertido en  mercancía. La economía nos ha llegado a convencer que el  antivalor llamado riqueza es la felicidad misma, de allí que proponga que la primera tarea que tenemos en este momento los seres humanos es la de defender la vida como especie, lo cual, como el mismo lo reconoce, no es tarea fácil. Que los estados opresores ricos entiendan que los indigentes del mundo son de la humanidad y que se deben promover para que se desarrollen por sí mismos, no será nada fácil, pero es necesario que así suceda para lograr el objetivo de salvarnos como especie que somos. La vida de derroche que llevamos, en su criterio, nos está llevando a enfrentar el sedentarismo con caminadores, el insomnio con pastillas y la soledad con electrónica. En un grito casi desgarrador, expresa que el mundo requiere reglas globales que respeten los logros de la ciencia que actualmente gobiernan pero no para el bien. Igualmente, considera que la crisis ecológica del planeta no es otra cosa que un avasallante triunfo de la ambición humana, pero que también será su derrota ante la impotencia de poder adecuarse a un modelo que sin conciencia hemos construido. Pretender manejar la globalización sin contar con un pensamiento global es imposible, bien sea por limitación cultural o por limitantes biológicos. Y aunque reconoce que vivimos una época extraordinariamente revolucionaria, considera que adolecemos de una capacidad que nos permita una conducción consciente o por lo menos instintiva de ese mundo al que nos empujó la codicia mediante el progreso material, técnico y científico. A su crítica obviamente no escapó la ONU como organización "planetaria" a la que calificó como una corporación que languidece, a pasos agigantados diría yo, y burocratizada desde hace rato no sólo por falta de autonomía sino de poder real. Recordemos que el 60% del presupuesto de la ONU lo aporta Estados Unidos, lo que le permite contar a su interior con una burocracia adicta, capaz de cualquier cosa con tal de mantener su ración. Por algo se habla de la adicción al consumo, la cual nos ha conducido a la economía del despilfarro en la que nos estamos hundiendo cual arena movediza, sin que nos queramos dar cuenta de ello. Con la OEA sucede exactamente igual, tanto así que viendo cómo viene perdiendo terreno a su interior, ante la avasallante arremetida de algunos países latinoamericanos, africanos y asiáticos que se resisten a continuar obedeciéndoles, ya comenzó a apretar tuercas no sólo anunciando sino reduciendo de una, su aporte a la misma. Es decir, la burocracia adicta de la OEA entró en cuarentena y deben estar pagando escondederos a peso, para pasar desapercibidos y así lograr no perder su dosis.
La propuesta es diáfana: reaccionamos como especie o pereceremos como amebas perdidas en el universo vital cuando lo teníamos todo, para trascender en el tiempo y en el espacio como materia organizada  que llegó a tener la posibilidad de conocerse a sí misma.

 

sábado, 5 de octubre de 2013

Racionalidad, Ciencia y Egoísmo.


Por Armando Brugés Dávila.

Casi sin darnos cuenta, el mundo que creíamos hasta hace poco conocer con alguna certeza se nos está viniendo abajo y de qué manera. A mediados del siglo XIX  la ciencia, por ejemplo, participaba de la idea que los vegetales no tenían proteínas. Hoy día está comprobado no sólo que la contienen, sino que además para los seres humanos resultan superiores como nutrientes a las de origen animal por su alto contenido de antioxidantes.
Hasta ayer teníamos claro que las diferencias entre personas con comportamiento lógico, análisis crítico o detallistas y personas creativas, reflexivas y subjetivas, tenían su fundamento en el funcionamiento de uno de los dos lados del cerebro. Para nadie era un secreto, que en los primeros predominaba el lóbulo cerebral izquierdo. En tanto que, en los segundos la parte predominante era el derecho. Esto se había convertido en un axioma neurológico. No era sólo de cultura popular: en varias revistas y libros científicos serios de actualidad se encuentra aún esta concepción. Pero resulta que, una investigación realizada en estos últimos tiempos y publicada recientemente por científicos de la Universidad de Utah, esto no ha resultado ser sino otro falso supuesto de la ciencia. Según el estudio en mención, en los escáneres realizados en diferentes individuos no se encontró evidencias, que uno de los  hemisferios domine más que el otro. Las imágenes no distinguieron ninguna predominancia de hemisferio alguno. Según Jeff Anderson, director del estudio, las funciones cerebrales se producen de uno y otro lado del cerebro de manera mayoritaria. Es el caso del lenguaje, que se localiza en el hemisferio derecho, mientras que el centro de la atención se localiza en el izquierdo; pero a la vez, explica que el estudio les permitió observar, que ello no significa que  las personas tengan una red neuronal mayoritariamente derecha o izquierda, sino que la misma está determinada de acuerdo a las conexiones. No se detectaron patrones en toda la red de ninguno de los hemisferios, que evidenciaran que uno de ellos  estuviera  más activo o conectado que el otro, razón por la cual se puede afirmar, que los tipos de personalidad no tienen nada que ver con la actividad o conexión de un determinado hemisferio. Esta conclusión coincide con el planteamiento del científico colombiano Rodolfo Llinás, quién  habla de una especie de sinfonía neuronal que se realiza en el cerebro dado que,  siendo éste una totalidad, actúa como tal. Concepto similar al que llegó Colin Campbell, el autor de El Estudio de la China, cuando investigaba sobre el proceso nutricional al interior de los seres humanos. En su criterio, los alimentos no actúan como comúnmente se cree, por ejemplo que tal verdura por contener tal vitamina, debía administrarse en tales casos. No; los alimentos deben balancearse de forma tal, que actuando en una especie de sinfonía, tipo universo, logren el bienestar de la totalidad corporal. Para él, focalizar las enfermedades y darles tratamiento específico es  una forma incorrecta de manejar la salud humana. La ciencia avanza a una velocidad, que a algunos asusta pero que a otros nos alegra, en la medida que vamos develando misterios aparentemente insolubles, dando así la razón a  nuestro compatriota Llinás, quien sostiene que los misterios no existen y que el ser humano es capaz de conocerlo todo si cuenta con las herramientas adecuadas. No es por la  ciencia que la humanidad se encuentra como se encuentra, esto es, al borde de un holocausto nuclear. Estamos como estamos, no por la ciencia sino por culpa de nuestros propios  instintos animales, entre ellos el egoísmo, que si bien es cierto en un principio fue vital para la conservación de la especie, hoy día, cuando ya casi no lo necesitaríamos por el desarrollo logrado, no hemos podido sobreponernos a él con toda y nuestra tan cacareada racionalidad consciente.



lunes, 23 de septiembre de 2013

El premio Libertador al pensamiento crítico.


Por Armando Brugés Dávila
Hace poco en Venezuela le fue otorgado el premio "Libertador al pensamiento crítico" al sociólogo argentino Atilio Boron, ganador entre otros premios del José Martí concedido por la Unesco, por su contribución a la unidad e integración de los países latinoamericanos. Su discurso llamó mi atención en dos aspectos que resultan trascendentes. El primero de ellos tiene que ver con una frase que dijera el Libertador en el Congreso de Angostura: “Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir ni saber, ni poder, ni virtud”.  “Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición”. Actualmente a los pueblos no sólo de América Latina sino del mundo, se les mantiene en una total desinformación a través de un engaño mediático de proporciones gigantescas. Sobre todo en Latinoamérica. De vicios ni hablemos. Sin hacer mucho esfuerzo fácilmente se observa que entre más marihuana, cocaína y heroína producen los países tercermundistas para exportar a los grandes centros de poder, más degradados o sometidos  se muestran sus gobiernos. Coincidencias? No lo parece. El otro aspecto tiene que ver con una idea que se nos ha venido vendiendo en el sentido que Latinoamérica, es una región de quinta categoría en lo relacionado con las prioridades estadunidenses.  Y cita este politólogo el caso del Secretario de Estado Adjunto de Relaciones Interamericanas, Arturo Valenzuela, a quien en su momento al inquirírsele sobre  el golpe de Estado contra Correa en Ecuador, manifestó que al presidente Obama le preocupaban prioritariamente otros temas, caso Medio Oriente con su petróleo y su incondicional aliado Israel, siguiéndole en su orden Irán, Europa, China y en un quinto lugar América Latina. Pero todo no es más que un sofisma de distracción si tenemos en cuenta algunos detalles geopolíticos acaecidos en el área y en el mundo y en los cuales nos hace caer en cuenta Atilio Boron.  El primero de ellos, es que la primera doctrina de política exterior que produce Estados Unidos, lo hace en 1823 con América Latina, la famosa Doctrina Monroe. Luego la segunda doctrina de política exterior es de 1918 conocida como la doctrina Wilson la cual  tuvo que ver con Europa solamente; pero cuando se elabora la doctrina de contención en los años de la guerra fría, antes de que el gobierno americano firmara una serie de tratados regionales con países de Europa, Extremo Oriente y Asia, incluso antes de firmar el de la OTAN, Estados Unidos firma el TIAR (Tratado Interamericano de  Asistencia Recíproca). Todo lo anterior solo tiene una explicación a criterio del homenajeado y es que América Latina en términos de contención es más decisiva que todas aquellas otras regiones. Pero en su criterio hay una segunda razón más importante que las anteriores, se trata de la fagocitósica carrera energética del mundo industrial. En el cual América Latina y el Caribe  entran a jugar un papel definitivo y por lo mismo peligroso para ellas. La región cuenta con la mayor riqueza de recursos naturales del mundo, a saber: el,7% de la población mundial; el 45% del agua dulce del planeta; el país que dispone de las mayores reservas comprobadas de petróleo, Venezuela, que desplazó a Arabia Saudita, sin contar con las reservas existentes en Brasil, México, Colombia, Ecuador, Perú y Argentina. De igual manera sin incluir los grandes yacimientos de gas ni los grandes ríos potenciales generadores de energía hidroeléctrica. Dicho en otras palabras contamos con el fundamento del desarrollo de la economía mundial. En su área además se encuentran los 10 países que producen los minerales estratégicos que requiere la industria de la defensa estadounidense; la mitad de la biodiversidad del planeta tierra; tenemos la más alta capacidad para producir alimentos y somos, con La Amazonía, el pulmón del planeta. En mi criterio esta inconmensurable riqueza es la que resulta peligrosa para nosotros los latinoamericanos porque nos pone en el ojo del huracán de la avaricia mundial de las grandes potencias. De allí la necesidad urgente que tenemos de concretar eso que Bolívar denominó la Gran Alianza, porque de no lograr esa UNlÓN, nuevamente los intereses foráneos nos tomaran con los pantalones abajo, y la esclavitud será peor que antes, algo que la historia y nuestros descendientes jamás nos perdonarán.


sábado, 14 de septiembre de 2013

La soberanía alimentaria: un mito en Colombia.

Por armando Brugés Dávila.
La compleja situación que vive el campesinado colombiano y que hoy se debate y define en las carreteras del país, se devela como por arte de magia cuando nos topamos con un hombre  como Carlo Petrini, un italiano que logró convertir la gastronomía en una ciencia holística, en el sentido que cuando hablamos de ella nos referimos a todo lo humano. Suena raro, pero para él esta ciencia es física, química, biología, genética, agricultura, historia, antropología, sociología, identidad cultural y aunque no lo crean, economía política. Mi sorpresa fue mayúscula cuando leí que según él, en su país la debacle campesina había sido devastadora, al punto que en los años 50 su población era de un 50%, pero que hoy día sólo es de un 3%, con el agravante de que la mitad de ésta es mayor de 60 años. Será que llevamos el mismo camino? Por lo que manifiesta, sí. En su criterio, la industria alimentaria mundial es una industria criminal, teniendo en cuenta que el 80% de las semillas en el mundo pertenecen a sólo cinco multinacionales, entre las que obviamente se encuentra Monsanto, lo que le permite asegurar que en un futuro próximo, el campesino y el agricultor que conocemos desaparecerán, consecuencia de este absurdo monopolio. Como van las cosas, estos delincuentes de la nutrición humana asegurarán un control tal sobre los alimentos, que la llamada soberanía alimentaria  de los Estados pasará a ser una simple utopía. Lo que resulta aterrador es verlo señalar que en los últimos veinte años, la industria agrícola mundial ha usado más químicos que los usados en los 120 años anteriores, es decir, han convertido la tierra en una "adicta". Algo similar a lo viene sucediendo con los productos procesados con que la gran industria nos viene convirtiendo en adictos a los alimentos tipo chatarra.  Más grave aún resulta el hecho, según el mismo gastrónomo, que el 76% del agua mundial sea  usada en la agricultura de manera irracional, situación similar a la denunciada por Fidel Castro, en lo relacionado con la explotación  de petróleo mediante la inyección de grandes cantidades de agua irrecuperables para el consumo humano. Tomando en cuenta lo anterior, comprendemos entonces que la lucha que hoy mantienen nuestros campesinos y agricultores, no es simplemente por unos mejores ingresos: se trata en última instancia de una lucha en la que está comprometida su supervivencia misma. La famosa resolución 970, a más de comprometer subrepticiamente la soberanía nacional, pone sobre tales sectores una lápida que los condena a una desaparición forzada. No fue que el enano se creciera, fue que  el gigante de la producción de comida, el campesino, el único capaz de darnos la soberanía alimentaria, se siente cual fiera acorralada dispuesto a lo que sea, menos  dejarse morir impunemente.



miércoles, 11 de septiembre de 2013

Diálogo, no hay otra opción.


Por Armando Brugés Dávila
En los últimos tiempos, el presidente Santos está actuando como sin norte. No es el hábil jugador de póker que hemos conocido. Primero salió a decir que el paro campesino no había tenido la magnitud esperada, intentando con ello minimizar el proceso de protesta, que a todas luces parece justo, dado que para nadie es un secreto que los Tratados de Libre Comercio provocarían este desbarajuste de la producción nacional, con la consabida muerte laboral del campo colombiano. Y precisamente esta es la lucha que se está llevando a cabo al interior de la CELAC (Comunidad Económica Latinoamericana y Caribeña) en donde la propuesta, encabezada por Brasil, es que América Latina y el Caribe entren a negociar con las grandes potencias en bloque y no de manera individual. Hacerlo cada uno por su lado es el suicidio, tal como lo está sintiendo en carne propia la producción y el trabajo colombiano. Esto no es nuevo, ya Simón Bolívar lo había dicho en su Carta de Jamaica. De allí que la respuesta a la fundación de la CELAC (Comunidad Económica Latinoamericana y Caribeña) en febrero 23 de 2010, fue la contrapropuesta de Alan García, hoy día con problemas judiciales por corrupto en su país, solicitando la creación de la Alianza del Pacifico, invitando para ello a Chile, Colombia, México y Panamá. Todos con Tratados de Libre Comercio firmados con Estados Unidos. Pero si el anterior detalle no fuera suficiente, para vislumbrar lo perverso de la misma, nos encontramos con que en la Declaración de Lima, que es como se llama el documento fundante de la A.P. (Alianza Pacifico), se dice que la intención de la misma es: “alentar la integración regional…”.  ¿Luego, esto no fue a lo que se comprometieron estos mismos países cuando firmaron el documento constitutivo de la CELAC? A qué juegan entonces estos gobiernos? Al divide y reinarás para beneficio de terceros? ¿Será que esta alianza los beneficia a ellos realmente o hay otros intereses tras bambalinas? Por lo que se observa, la firma de los TLC no han beneficiado a estos países y la actualidad  colombiana es un buen ejemplo de ello.
Pero volviendo al tema, resulta que al presidente sus palabras se le devolvieron, al provocar la ira y solidaridad de un sector del campesinado que por pereza o cualquier otra circunstancia no había participado. Y quién dijo miedo; motivados desde la misma presidencia de la República, este campesinado se lanza a las carreteras, ahora sí a participar activamente y a decirle al señor presidente que la cosa sí tenía la magnitud que él se había imaginado. Y entonces, el primer mandatario de los colombianos dando palos de ciego, comienza a buscar culpables en su afán de desviar la atención pública, cada vez más solidarizada con el movimiento campesino. Primero fueron las Farc, pero no le cuajó el señalamiento y apuntó entonces no al Polo como organización política, sino a uno de sus más importantes representantes, el senador Jorge Robledo reconocido nacionalmente por su oposición a la firma de los TLC, pero también por su posición pacifista cien por ciento. Obviamente tampoco le cuajó y entonces sin saber para dónde coger se le ocurre echarle la culpa al grupo Marcha Patriótica. Pero el paro seguía en aumento cual bola de nieve rodando en pendiente y no había forma de detenerlo. Mientras tanto su ministro de defensa, cada vez que hablaba no hacía sino demostrar que nunca ha tenido un arma en la mano y menos los pantalones para dispararla, obviamente no tiene ni idea de lo espantoso que es una guerra, su vida la ha pasado entre las pesas y el modelaje, de allí su discurso guerrerista, ampuloso, poco pragmático y fuera de tono que en nada contribuye a un proceso de paz ya de por sí complicado. Todo parece indicar que al gobierno se le creció el enano.







sábado, 31 de agosto de 2013

Paren con tanto ruido.


Por Armando Brugés Dávila.
Quiero comenzar este comentario, haciendo un reconocimiento a las ambulancias de la ciudad por el gran servicio que prestaron el día del trágico incendio en la Troncal. Pero hace días me estoy preguntando, a quién diablos se le ocurrió darle patente de corso a los conductores de dichas ambulancias, para que en el momento en que les viniera en gana echaran a sonar  sus  sirenas, sin tener en cuenta nada más que  llegar primero como cualquier buitre a su presa en desgracia. Éste, casi siempre un irresponsable motociclista, quien además de estar acosado por su ignorancia sobre leyes de tránsito, de motos lo único que sabe es que van pa´lante como por obra y gracia de la divina providencia y como esta es la que lo dirige, no le va a pasar absolutamente nada, hasta cuando el totazo lo convence de lo contrario. Ese ruido de las sirenas que acompañan a estas ambulancias, además de ser ensordecedor, crea cierto ambiente de temor y aún de terror al interior de las personas. De eso se encargó el cine americano de la década de los 40 y 50, cuando a la vez que nos hacían creer que los malos eran los Pieles Rojas y los Siux quienes, según ellos, en una especie de locura demencial colectiva los atacaban a ellos, los blancos, sin razón alguna, siendo que éstos, lo único que deseaban  era posesionarse de todas las “tierritas” que quedaban hacia el oeste hasta donde llegara la vista. Cuidándose de decirnos o de hacernos caer en cuenta era, que esas “tierritas” eran de  esos indios enloquecidos, que no lograban entender por qué le iban a quitar lo que siempre les había pertenecido. Todo indica igualmente que quienes comenzaron con la barbarie de cortar las cabelleras al enemigo fueron los blancos para cobrar al Estado  la recompensa que este pagaba por cada indio asesinado. A su entender el indio bueno era el indio muerto. Y qué mejor prueba que la cabellera de este, puesto que cargar con el cuerpo no resultaba práctico. Pero en las películas los que cortaban las cabelleras eran los indios, sin explicar que lo aprendieron de los blancos venidos del Este arrasando con todo. Quizás una de estas películas fue la que le sirvió de ejemplo a un guerrillero en nuestro país, quien una vez hubo asesinado a su jefe, le cortó la mano para entregarla al Estado como prueba de su gestión delincuencial, para que éste le pagara la recompensa prometida. No es que hayamos avanzado mucho en este proceso de civilización en la cultura occidental.
Pero volviendo al tema de las sirenas, fue ese mismo cine estadounidense, mediante las películas referidas a la 1ª y 2ª Guerra Mundial, sobre todo de esta última, cuando produjo en la época películas  a granel con el único propósito de mostrar la invencibilidad de sus ejércitos y la de sus aliados. Allí en aquellas cintas, las ambulancias y sus sirenas generaban  ambientes de muerte y desolación. Personalmente, cuando las oigo me generan desasosiego y angustia. Todos tenemos derecho a ganarnos la vida, pero ese derecho no puede estar fundamentado en que los demás ciudadanos perdamos el derecho al sosiego y la tranquilidad.
Hay momentos, bien sea en el día o en la noche, en que la ciudad pareciera estar viviendo una tragedia de grandes proporciones, caso terremoto, guerra o algo por el estilo, dada la cantidad de ambulancias que pasan en una loca carrera por llegar primero al sitio donde se ha producido un accidente, porque de esta forma pueden recoger primero al o a los heridos  y llevarlos a la Clínica, en donde al parecer le pagan por accidentado. Algo así como lo del cuento de: vaca pasada vaca pagada.
La autoridad debe encontrar una forma de racionalizar el uso de este artefacto tan útil en casos de emergencia, pero inicuos y molestosos en otros. Cuentan que la diligencia sólo es notoria en los accidentes de motos, en otros casos parece que ni se mosquean.  El problema es que en la ciudad hay accidentes de motos a cada rato.


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martes, 27 de agosto de 2013

Será ingenuidad o perversidad?


Por Armando Brugés Dávila.
Viendo por la televisión española una manifestación en Madrid me llamó la atención una pancarta que decía: “Qué difícil es construir un país diferente con gente tan indiferente”. Era un portento de síntesis pero igual,  no daba respuesta al por qué de esa “indiferencia”. La solución  pareció llegarme mediante un correo enviado por un amigo desde Europa, cuyas diapositivas hacían ver que se trataba de un tal Andrew Oitke, catedrático de Antropología de la Universidad de Harvard, autor de un libro titulado Obesidad Mental. Debo aclarar que no pude conseguir ninguna información en Internet de este sujeto. En todo caso afirmaba que hasta hace poco la humanidad tomó conciencia del flagelo de la gordura producto de una alimentación irracional, y criminal diría yo. Para a continuación señalar que era el momento en que nos percatáramos que nuestros abusos en el campo de la información y conocimiento estaban creando problemas más serios que el de la gordura. En su criterio estábamos más abarrotados de preconceptos que de proteínas y más intoxicados de lugares comunes que de carbohidratos. Así mismo  aseveraba que los cocineros de esta comida “intelectual chatarra” eran los periodistas, comentaristas, editores, filósofos, argumentistas y realizadores de cine. Me llamó la atención que nos metía a todos en el mismo saco. Para continuar diciendo que los noticieros y las telenovelas eran las hamburguesas del espíritu y las revistas y novelas los donuts de la imaginación. Hasta aquí parecía ir teniendo la respuesta que requería en torno a la pancarta, pero de improviso este personaje hace un giro señalando que el problema radica en los padres y en los educadores, al aceptar que la dieta mental de sus hijos y estudiantes sean los dibujos animados, los videojuegos y las telenovelas. Ellos y solo ellos eran los culpables de semejante estado de cosas por eso para él terminar con la actual situación mundial no requiere ni de reformas ni de desarrollo, simplemente de dieta mental. El Estado y sus gobiernos o sean sus detentadores no tienen nada que ver. Quedé perplejo ante tanto facilismo. Me parecía increíble que esta fuera la conclusión de un catedrático de Harvard, por eso intente averiguar por él, pero no lo logré. Podríamos estar ante un típico caso de desinformación mediática, sobre la cual mucha gente cree que son meras calumnias de la oposición.
Como bien lo señala el chileno José Joaquín Brunner,  autoridad mundial en este campo, la comprensión lectora y el manejo numérico y de razonamiento, básico en la formación cognitiva de los seres humanos, cuando no se desarrollan a plenitud al interior de las escuelas en toda la población escolar y peor aún en las más vulnerables, el fracaso es del Estado y sus gobiernos. Pero hace un esguince sospechoso al decir que en América Latina el fracaso de la educación durante todo el siglo XX fue de los gobiernos rojos, azules o verdes, dado que su sistema educacional fue construido para una minoría privilegiada y cuando se intentó incorporar a los excluidos se hizo con colegios estatales de muy mala calidad, lo que no sucedió en los países europeos y algunos asiáticos. Quienes a su criterio, establecieron, desde la segunda mitad del XIX y durante todo el XX, una educación de alta e igual calidad para todos los niños y jóvenes. Evita de manera maliciosa abordar el problema que más allá de un estado o gobierno existe una filosofía supranacional de Estado que lo permite y promociona en función de sus intereses, de los cuales obtienen una pequeña tajada los colaboracionistas locales. Porque no se puede entender, por tomar un ejemplo, que las empresas mineras canadienses sean en su país modelos en lo relacionado con la defensa del ambiente y aquí se comporten como salvajes ante el manejo ambiental. Igual sucede con las petroleras estadounidenses. Y lo pueden hacer porque nuestra población no está ni ha sido educada para defender lo que le debería ser más sagrado, su patrimonio ambiental, del que depende el futuro de las  generaciones por venir. El asunto es tan grave que la Revista Semana acaba de publicar que nuestra administración departamental “faltando tres meses para terminar el periodo escolar” firmó un contrato por 20.000 millones para dar clases a 20.000 niños que se habían quedado por fuera. Y no pasó nada antes y no sabemos si después. ¡Qué asco! Pero no, los culpables son los padres y los maestros. Eso se llama tener…


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sábado, 17 de agosto de 2013

La ciencia y el lío temporal de Adán y Eva.

Por Armando Brugés Dávila.

Mezclar ciencia y religión nunca ha sido buena idea, lo cual se puede palpar a raíz de una controversia que se originó recientemente entre cibernautas en un sitio web a consecuencia de las conclusiones a que llegaron científicos de la Universidad de Stanford en Estados Unidos. Allí, mediante un estudio sobre la evolución de la especie humana, se llegó a la conclusión que el primer antepasado masculino, común a todos los hombres, había vivido hace unos 70.000 años en África. En genética humana, este ser se define como el individuo más reciente encontrado con posesión de un cromosoma, del cual descienden todos los cromosomas de la población humana, en tanto que la primera mujer sería  el ancestro mujer que posee las mitocondrias, de la cual descienden todas las mitocondrias  de la población humana actual.
Lo anterior tiene su sustento en el hecho de que los cromosomas Y se heredan por vía paterna, en tanto que los genes del  ADN mitocondrial se heredan sólo de la madre por medio de las mitocondrias del óvulo, dado que la mitocondria del espermatozoide no penetra. El lío se arma cuando por cualquier circunstancia, estos científicos que realizaban el proyecto de investigación, se les dio por darle a estos dos personajes nombres bíblicos: Adán cromosómico y Eva mitocondrial. Sin embargo, hasta aquí el problema aparentemente no existía; el agua comienza a revolverse en el momento mismo en que  los coordinadores del proyecto llaman la atención en el sentido de que el Adán y la Eva de origen científico, de acuerdo a los actuales conocimientos, no habrían vivido en la misma época ni en la misma región al interior de África. Lo anterior obviamente no encaja con la enseñanza bíblica de Adán y Eva viviendo en El Edén en medio de la armonía absoluta del Universo. A partir de este momento, fundamentalistas y opositores se enfrascan en una discusión de la que sin duda saldrán igual que antes, cada uno convencido de tener la razón. Todo ello debido al simple y complejo hecho del enfrentarse dos mundos totalmente diferentes: el racional y el emocional. El primero girando  en torno a la experiencia y su máxima expresión, la prueba y el segundo interpretando ese mismo mundo pero mediante la revelación  y su fundamento, la fe. La eterna dicotomía entre materia y espíritu. Es el dicotómico mundo  de  la neocorteza, última fase evolutiva del cerebro humano, y el sistema límbico, instancia evolutiva anterior en donde se desarrollaron no sólo las primeras fases de la memoria, fundamento del aprendizaje, sino también de las emociones como mecanismos de defensa más especializados en los seres vivos que más tarde reclama su espacio en la parte frontal del cerebro.
Siempre que trato este tema, recuerdo una entrevista que le hicieron al científico colombiano Rodolfo Llinás, quien al preguntársele que cómo era eso de que a lo que nosotros llamábamos alma estaba en el cerebro, él respondió, con esa tranquilidad que siempre le acompaña, que no era que el alma estuviera en el cerebro, sino que era el cerebro. Ante semejante respuesta, el interlocutor solo atinó a decir: ¿Y cómo le explica eso a una sociedad creyente? A lo que el científico respondió: Sencillamente no se le puede explicar. Es como cuando una persona dice: “Vi un fantasma.” Y usted le responde que claro, que las alucinaciones visuales existen, pero están, dentro de su cabeza. El obviamente insistirá: “Yo lo vi afuera”. ¿Cómo decirle que no? ¡No hay nada que hacer!
Lo realmente interesante de este proceso, es saber qué pudo haber pasado y con quién estuvo flirteando la Eva mitocondrial,  en el mientras aparecía en la escala biológica su supuesta costilla, el Adán microsómico, el cual según todo parece indicar, hasta ahora, aparece mucho más tarde. Ahora, el  que hubiese aparecido primero la Eva Mitocondrial, podría ser la explicación para comprender que debido a esa mayor madurez en el tiempo, ella resulte más inteligente que él al punto de convencerlo que quien manda en casa es él. ¡Pobres machistas!




 
Artículo publicado como Columna de opinión en El Informador de Santa Marta, Colombia el 17 de agosto de 2013.
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