Por Armando Bruges Dávila.
Lo que está sucediendo en Gaza no tiene nombre, el pueblo
palestino está siendo exterminado ante la mirada cómplice del concierto mundial de las Naciones. Independiente
de quien tenga la razón en la Franja de Gaza, el ejército israelí está
masacrando a civiles de manera indiscriminada.
¿Dónde está la ONU? Qué
estará pensando su Consejo de Seguridad,
al cual los ejércitos sionistas ignoran y ellos parecieran no darse
cuenta. Esta es una de las funestas consecuencias del derecho a veto que allí
impera, el mismo que permite a Israel el lujo de no respetar ninguna ley
internacional bajo el amparo de Estados Unidos. Y miren si miento. El día 13 de
este mes de julio este organismo demandó
de las dos partes un alto al fuego y un reinicio de las conversaciones de paz.
La respuesta del ejército israelí al día siguiente fue realizar la jornada más
mortífera hasta la fecha contra Gaza, en esa acción murieron 45 palestinos.
Han sido diez días de constantes bombardeos aéreos contra un pueblo totalmente indefenso,
ya van más de 265 muertos y miles de
heridos. Ante el terrible drama de haber asesinado con uno de esos bombazos a
dos niños que jugaban en una playa, estos señores lo único que le ofrecieron a
la ONU fue una tregua de cinco horas para que el pueblo palestino se aprovisionara
o abandonara el territorio. Terminado este tiempo inician una ofensiva
terrestre cuyo propósito no parece ser otro que borrar de la faz de la tierra al
pueblo palestino y quedarse con sus tierras.
Ban-kimoon por su parte eufemísticamente habla de muchos
palestinos muertos, mostrándose “preocupado” por el impacto que deja la acción
militar israelí en las familias palestinas;
pero a su vez manifiesta mostrarse “horrorizado” por las imágenes de familias israelíes teniendo que protegerse en refugios, pero no
habla de muertos judíos. Y esa es la realidad. Mientras el ejército israelita utiliza por tierra, mar y aire armas
ultramodernas, el grupo de resistencia Hamas utiliza cohetes hechizos que para
victimizar casi que necesitan impactar directamente en la persona. De allí que así
lancen 10,15,20 o más de sus famosos cohetes el daño que producen al enemigo es poco y para fortuna de todos casi que ninguna pérdida
humana . El complejo de culpa del señor
Ban-kimoon es tal, que califica los ataques de Hamas como “indecentes”, no se atreve a calificarlos de atroces o
criminales. La explicación es sencilla, Gaza no tiene fuerzas militares, no
tiene ejercito ni aviación ni marina, solo tiene un grupo armado llamado Hamas que
intenta defender la soberanía de su pueblo; Israel en cambio posee uno de los 10 ejércitos
más poderosos del mundo, con bomba Atómica incluida.
Por la misma razón la señora Hillary Clinton no tiene
fundamento alguno para justificar la
arremetida israelí contra un pueblo desarmado como lo está el de Gaza. Todos sabemos que con su postura pro-sionista,
la aspirante a la presidencia de su país lo único que hace es garantizar para
su candidatura los votos del sector
judío, uno de los más poderosos y reaccionarios de los Estados Unidos. En esta
señora no es raro actitudes como estas, el mundo todavía tiene en su retina el momento en que muerta de la risa
recibió la noticia del asesinato de Gadafi,
exclamando: “Fuimos, vimos y él murió”. Que desvergüenza.
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