Por Armando
Brugés Dávila.
Dice la
filosofía popular "Que no hay mal que por bien no venga", pero creo
que resulta mejor decir "Que no hay mal que su bien no tenga" y el
holocausto que la humanidad atónita observa que se realiza en la Franja de
Gaza, es un buen ejemplo. Las atrocidades que realiza el ejército israelí
contra la población en aquel territorio, sirve para ver claramente la
irracionalidad que tiene el famoso “derecho a veto” imperante en el Consejo de
Seguridad de la ONU. Recordemos que este derecho consiste en que cinco países
(Rusia, China, Francia, Reino Unido y Estados Unidos), además de ser miembros
permanentes por derecho propio, tienen la potestad de un poder ilimitado para
vetar cualquier determinación asumida por dicho Consejo, momento en el cual la
misma queda automáticamente bloqueada.
Precisamente,
esta antidemocrática e inequitativa norma ha sido la que ha permitido la
masacre en Gaza. Estados Unidos, valiéndose de semejante y absurdo privilegio,
se ha opuesto mediante su veto a que se
tome medida alguna contra su máximo aliado militar y político en Oriente Medio.
¡Habrase visto semejante canallada!
Esto es lo que ha permitido al ejército
sionista bombardear por cielo, mar y aire a la población civil gazatí,
incluidos hombres, mujeres y niños.
Por eso, Israel se da el lujo de romper las treguas cada vez que le da la gana, porque a ellos y sólo a ellos no les interesa la tregua; al títere de Ban Ki-moon, el secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry, lo puso de burla ante el mundo haciéndole afirmar que sí habría tregua, a sabiendas de que Israel no cumpliría; no obstante tener los palestinos más de 1700 muertos, de ellos 239 menores y de éstos, 166 con menos de 12 años, además de miles de heridos y ser las bajas israelíes apenas de 15 soldados muertos en combate, el gobierno americano ha solicitado al movimiento de Resistencia Palestina que suspendan los ataques a Israel ante la ofensiva militar israelí, esta última, en su criterio, por demás justificada. ¡Cuánto descaro! Es más, el Senado estadounidense acaba de aprobar una ayuda de 225 millones de dólares, dizque para reforzar el sistema de defensa antimisiles; el descaro es de tal magnitud, que al Washington Post no le tembló el pulso para publicar una conversación, sostenida entre el primer Ministro de Israel Benjamín Netanyahu y el Embajador de USA en Israel, Dan Shapiro, cuya fuente se mantuvo en el anonimato, en la que el primero le expresa su frustración por los esfuerzos de USA para forjar una tregua en Gaza a raíz del fracaso del alto al fuego y le solicita además, le diga a Obama "que no le critique más en lo que se refiere a Hamás”. Lo que en lenguaje no diplomático sería: "Dígale al negro pendejo ese que no me joda con el cuento de Hamás". Parece que al Nobel de la guerra se le está acabando su cuarto de hora.
Por eso, Israel se da el lujo de romper las treguas cada vez que le da la gana, porque a ellos y sólo a ellos no les interesa la tregua; al títere de Ban Ki-moon, el secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry, lo puso de burla ante el mundo haciéndole afirmar que sí habría tregua, a sabiendas de que Israel no cumpliría; no obstante tener los palestinos más de 1700 muertos, de ellos 239 menores y de éstos, 166 con menos de 12 años, además de miles de heridos y ser las bajas israelíes apenas de 15 soldados muertos en combate, el gobierno americano ha solicitado al movimiento de Resistencia Palestina que suspendan los ataques a Israel ante la ofensiva militar israelí, esta última, en su criterio, por demás justificada. ¡Cuánto descaro! Es más, el Senado estadounidense acaba de aprobar una ayuda de 225 millones de dólares, dizque para reforzar el sistema de defensa antimisiles; el descaro es de tal magnitud, que al Washington Post no le tembló el pulso para publicar una conversación, sostenida entre el primer Ministro de Israel Benjamín Netanyahu y el Embajador de USA en Israel, Dan Shapiro, cuya fuente se mantuvo en el anonimato, en la que el primero le expresa su frustración por los esfuerzos de USA para forjar una tregua en Gaza a raíz del fracaso del alto al fuego y le solicita además, le diga a Obama "que no le critique más en lo que se refiere a Hamás”. Lo que en lenguaje no diplomático sería: "Dígale al negro pendejo ese que no me joda con el cuento de Hamás". Parece que al Nobel de la guerra se le está acabando su cuarto de hora.
Esa es la
razón por la cual, mandatarios de
América Latina vienen proponiendo la necesidad de hacer un replanteamiento a la
legislación actual del Consejo de Seguridad, pues como está concebida resulta
lesiva al derecho de igualdad que debe imperar en tan importante órgano
mundial. Sobre el tema, la mandataria argentina Cristina Fernández, en la
Asamblea General de la ONU el año pasado, señaló que el mismo funcionaba sobre
la base de contextos ya superados como el de la Guerra Fría y por tanto, como
partidaria del multilateralismo solicitaba que en el 2015 se eliminara el
derecho de veto en dicho Consejo y que a partir de ese momento las decisiones
al interior de la ONU se tomaran por consenso. Amanecerá y veremos.
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