Esto del futbol mundial se ha
convertido en un verdadero dolor de cabeza orbital y no es para menos si tenemos en cuenta que
la FIFA, máxima rectora del futbol mundial, en 2011declaró ingresos por valor
de mil setenta millones de dólares, lo que traducido a pesos representa
aproximadamente la no despreciable suma de un billón novecientos veintiséis mil
millones ($1.926.000.000.000). Teniendo en cuenta que el dinero se ha
convertido en el mejor caldo de cultivo
para la corrupción, no resulta difícil imaginar lo que al interior de dicha
institución puede estar sucediendo. A propósito, recordé que una vez en
Barranquilla, al iniciar mi capacitación para trabajar en una de las más importantes empresas
editoriales del país, se me dijo de
entrada que lo primero que debía tener en cuenta era que allí se llevaban dos
contabilidades: una para mostrar a los agentes del fisco y la otra que era la
que manejaba la empresa. Y quedé con la inquietud. Pero al leer las últimas
noticias de la prensa, siento terror al imaginar lo que puede estar sucediendo
al interior de semejante transnacional, que tiene que ver con todo lo
relacionado con el deporte más popular del mundo.
Primero, la policía europea desmantela una red de apuestas ilegales
que supuestamente amañó cientos de partidos en el planeta, incluso de la Liga
de Campeones y de clasificación para el Mundial. Operación delincuencial que
implicaría la participación de dirigentes, jugadores y árbitros. Se habla de
una central en Singapur y de la manipulación comprobada de 380 partidos en todo
el mundo. Rob Wainwright, el Director de la policía europea, dijo que
escribiría al presidente de la UEFA, Michel Platini, para que tomara nota y se
pusiera en guardia.
Más adelante, la prensa vuelve y nos sorprende diciéndonos que a raíz
de las elecciones para la presidencia de la FIFA, se reventó el globo del
tape-tape que traían y que no pudo aguantar
más. La corrupción al parecer había desbordado los límites de la
prudencia social. Uno de los candidatos señaló en un correo, refiriéndose a
otro, “que si era que pensaba que podía comprar a la FIFA como compraron la
Copa del Mundo”, refiriéndose a la que
se realizará en 2020 en Qatar. Y se armó el escándalo. Con el agravante de que
ya se dice que en esa negociación incluso, habría participado también el señor
Platini. Igualmente, el presidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, ha sido
acusado en numerosas ocasiones de corrupción. Por otra parte, un total de 10 de
los 24 miembros de su comité ejecutivo, han sido acusados por lo mismo en el
último año. Como se puede observar, no se trata de un palmarés como para
envidiar.
Pero si arriba llueve, abajo no escampa. En Colombia, por
ejemplo, un valiente obrero (jugador) de
futbol que decidió defender sus derechos laborales, ha tenido que enfrentarse a
una maquinaria patronal conocida como DIMAYOR, filial de la FIFA, la cual,
según lo que parece ser vox populi, mediante un pacto secreto entre sus
directivos afiliados, crearon una
estrategias non sancta con el único y vil propósito de paralizar a jugadores que asumieran
posiciones rebeldes en defensa de sus derechos, a quienes, uno de esos
directivos, calificó de prostitutas del futbol. A este muchacho de nombre JohnnyRamírez, le han puestos todas las trabas posibles con
la única intención de impedirle jugar, es decir trabajar, para
ganar el sustento a que tiene derecho todo ser humano. Como dice el dominico
brasilero Frey Betto: En América Latina no se lucha por los derechos humanos,
esa es una vil mentira y un lujo que aún no nos podemos dar, se lucha por el derecho animal a comer y protegerse.
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