“No es sabio escuchar una sola de las
partes”.
Había
tomado la determinación de no referirme a la situación en Venezuela, por
considerar que abordarlo era ingresar al complejo e irracional mundo de las
emociones y no resulta nada fácil nadar en esas aguas, la mayoría de las veces
tempestuosas. En aquel extraño mundo sólo existe el blanco y el negro, lo bueno
o lo malo, lo demás es calumnia de la oposición, pero viendo el peligro continental que la misma puede generar,
considero un deber de latinoamericano, exponer mi punto de vista: Antes que
nada, el pueblo venezolano debe mantener la sensatez suficiente para no dejarse
arrastrar a una guerra interna en la que perderían todos. Irak, Libia, Siria y
Afganistán, en los últimos tiempos, son buenos ejemplos a tener en cuenta. El
bravo pueblo debe tener en todo momento presente, que posee la reserva
petrolera más grande del mundo, lo que la hace una presa ostensiblemente apetecida
de la industria mundial en general.
Desde
antes de las elecciones se comenzó a hablar de fraude, incluso se encontraron
camisetas con frases alusivas; no obstante Venezuela es el único país del mundo
en donde se audita por ley el 54% del total de las cajas de votación. Después
de las elecciones se habló de fraude pero no se hizo denuncia formal alguna, y
quién lo creyera, ni se ha hecho aún a la fecha y hora en que escribo este
artículo.
Realmente
están sucediendo cosas en el hermano país que son como para preocupar. Decir
que hubo fraude en el centro de votación Liceo Bolivariano, ubicado en la
parroquia Cuica del municipio de Carachi, Estado de Trujillo, porque allí
aparecieron 712 votos, no obstante el centro tener sólo 536 electores. Al menos
en este caso aparentemente tenía razón, 176 votos parecían espurios. Pero
cuando el Consejo Nacional Electoral explicó la situación, todo resultó siendo
una perversa o infantil equivocación. Según el CNE, en ese centro de votación
no había una mesa sino dos, que contaban con un total de 1066 votantes efectivos,
de los cuales en una mesa votaron 536 y en la otra 176, para un total de votos
de 712. Faltando por ejercer su derecho constitucional de votar 354 ciudadanos.
Pero desconcierta aún más, el hecho que en ese centro ganó el candidato
Capriles, quién además de no hacer la denuncia formal, sino la simple
aseveración ante los medios, no se disculpa ante la opinión pública, dejando en
el aire sembrada la duda y la venenosa cizaña. Hacer fraude para que gane el contrario,
no tiene sentido y resulta ridículo.
Por
último, el señor Capriles en un acto de fingida soberbia, envía un ultimátum,
mejor dicho una amenaza al CNE, diciéndole que
si en 48 horas no daban una respuesta a sus requerimientos, los que
además no habían sido presentados
oficialmente, el tomaría otras determinaciones. El CNE había determinado una
reunión en 48 horas, y él lo sabía puesto que uno de los miembros de esa
corporación es copartidario suyo. Reunión en la que se trataría lo relacionado
con los aspectos técnicos que se tendrían en cuenta para el auditaje del otro
46%. Concedido de manera graciosa por el CNE puesto que en su dependencia no
había solicitud oficial alguna al respecto. Y luego, como para sacarla del
estadio, el señor Capriles, tiene el abuso de manifestar que aún con la
revisión del otro 46% hecho por el CNE, solicitaría la realización de nuevas
elecciones.
No se
puede jugar con la estabilidad de un país de esa manera. Si algo ha mantenido a
los Estados Unidos en los primeros lugares de la política mundial, por ejemplo,
ha sido el respeto por la institucionalidad bajo cualquier circunstancia, lo
que se vio claro cuando la contienda electoral por el Partido Demócrata en 2000
entre George W. Bush y Al Gore. Venezuela como cualquier país del planeta,
merece el respeto no solo internacional sino fundamentalmente de sus
nacionales, una guerra civil sería desastrosa para ellos y ellas y para América
del Sur, Centroamérica y el Caribe. Algo muy grande parece moverse detrás del
telón.
Excelente análisis. Lo comparto plenamente. Parecería que esa Extrema derecha de Venezuela es PEOR y mas criminal que la nuestra. Saludos.
ResponderEliminarRoger Capmartin R
ya este señor capriles lo estan dejando solo porque maduro como un ajedrecista ha ido desactivando a los poderosos con el arma que mas les gusta..dolares...llamese mendoza, los dueños de medios, los bancos, etc. ahora estan sacando grabaciones sin dolientes para ver si asi logran algo pero quedaran en ridiculo nuevamente. este señor con esa votacion que tuvo pudo haber jugado una carta mas inteligente y ser mas politico y habria podido quizas derrotar a maduro en un revocatorio en dos años pero ahora creo que no, gracias diso por el bien de suramerica
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