Por Armando Brugés Dávila.
Por estos días, el innombrable twiteó: “Oigan esta perla, UNASUR, la organización representante
de la dictadura y de la tiranía en Venezuela,
donde la democracia ha sido violada, tiene que venir a vigilar las elecciones
en Colombia. Nosotros no podemos aceptar eso”. Al parecer, se le
olvidaron dos cositas a este señor: la primera, que ese fue un compromiso
asumido por los presidentes de los 12 Estados miembros de la Unión de Naciones
Suramericanas en Asamblea General, y la segunda, que ya él no es
presidente de este país. Además, se olvida que ese país, en donde según él
reina la tiranía y la democracia se ha violado, ha sido reconocido por la FAO y
la OMS como uno de los cuatro países que sufre menos hambre en América Latina.
Que si en algunos momentos hay escasez de alimentos, es porque
apátridas lo sacan hacia la frontera para venderlos más caros, pero que aun
así, resultan más baratos que aquí, si no, pásense por el mercado
público de esta ciudad y verán la saturación de productos de contrabando procedentes
de aquel país. Igualmente los avances de salud está entre los más destacados de la
región; la UNESCO le reconoce el mérito de ser el quinto país del mundo
con mayor matrícula universitaria, la que ha crecido en un 800 %, razón
por la cual su población estudiantil universitaria es superior a 2.600.000
estudiantes, y que allí se han abierto en los últimos años 11 nuevas Universidades
públicas; allí el 42% del presupuesto del Estado es destinado a
inversiones sociales, razón por la cual, según datos de la UNESCO, cinco
millones de personas han salido de la pobreza; el analfabetismo se erradicó y
el número de maestros pasó de 65 mil a 350 mil. Si lo anterior no fuera
suficiente, allí se han dado 19 procesos electorales, contando
con uno de los sistemas electorales más confiables del mundo. En la sola
capital, existen más de cinco canales privados de televisión y
no recuerdo el número de periódicos también privados, que le viven
diciendo al gobierno hasta de lo que va a morir, situación que en su gobierno
no se vio y de ello pueden dar fe los periodistas Daniel Coronel, hoy director
y vicepresidente de noticias Univisión y columnista de Semana; Ignacio Gómez,
Holman Morris, Fernando Garavito, quien muriera en el exilio en un extraño accidente
en México y Ricardo Vélez, de quien se supo, durante una conferencia de prensa
realizada en la Universidad Externado de Colombia, terminó en el exilio de celador
en un lavadero de autos en Estados Unidos.
En aquel país no se han presentado delitos
de cohecho como el que se presentara en éste con el caso de la
yidispolitica, que permitió la reforma constitucional que dio vía libre a
su reelección como presidente. Mucho menos se han dado casos de seguimientos
ilegales a magistrados y miembros de la oposición, con el único propósito
de desprestigiarlos ante la opinión pública para su provecho político. Los
golpistas de allá, gozan de prebendas aquí, no sólo en centros
universitarios sino también en medios de comunicación privados como la U.S.A. y
NTN24 de RCN. Ahora ni qué hablar de los mal llamados falsos
positivos, que no fueron otra cosa que ejecuciones extrajudiciales de
civiles, que al parecer servían para mostrar resultados.
Sucesos éstos, que en los últimos días han vuelto a
removerse por declaraciones dadas por algunos paramilitares que han comenzado a
hablar sobre la vinculación directa de políticos y militares de alto turmeque y rango, en estos
tristes sucesos de nuestra historia nacional. Tampoco se han dado allá hechos
tan vergonzosos, como aquel que dio motivos para que el
presidente del vecino país del Ecuador, en su discurso en la XX Cumbre del
Grupo de Rio, dirigiéndose a él, le dijera: “Presidente…, su insolencia indigna
más al pueblo ecuatoriano que sus bombas asesinas”.
Gústele o no a muchos, la UNASUR es
el primer peldaño, un paso gigante dado por América Latina y el Caribe en
procura de su independencia política y económica, suceso al que no puede dar la
espalda ningún ciudadano de este continente con visión de futuro y
responsabilidad histórica. Es la materialización de un sueño
inconcluso, que se abre como realidad cual crisálida de mariposa en el
Universo de los tiempos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario