El 14 de noviembre
sucedió un hecho realmente histórico: nunca antes el mundo había visto una
protesta laboral de carácter continental; más desconcertante aún que ello
sucediera en la Europa, otrora ejemplo y envidia del sector laboral en el
planeta. Hace apenas 20 años, un suceso como éste sólo era posible en las
películas de ciencia-ficción, tipo Planeta de los Simios. Más de veinte países
se vieron involucrados en este proceso, unos más, otros menos, pero
involucrados directamente en la protesta
estuvieron Grecia, España, Portugal e Italia. La represión policial que se vio
por los canales de televisión en aquellos países, fue digna de cualquier país
tercermundista.
En España, el gobierno
tuvo que intervenir para evitar que continuaran los desalojos. En ese país, en
15 años la burbuja inmobiliaria había dejado en la calle a 6 millones de
personas, 1 millón de casas vacías y miles de familias endeudadas. Desde 2008 a
la fecha se han realizado 350.000 desalojos y 250.000 están en proceso. En
octubre por ejemplo, se ejecutaron 526 desalojos diarios. Lo anterior ha dado
como resultado que del 2009 a la fecha, 9 personas se han suicidado por este
motivo. Pero se trata de una intervención que aparenta tocar pero no toca nada;
la nueva ley de emergencia sólo exime del desalojo y únicamente por dos años a:
1º Familia numerosa, de acuerdo a la
legislación española. 2º Familia con un hijo menor de tres años. 3º Familia con
dos hijos a cargo. 4º Cuando uno de los miembros de la familia tenga
discapacidad mínima de un 33%. Pero las leyes quedan iguales. La familia queda
sin casa pero con la deuda, la cual puede incrementarse por los gastos
judiciales. Con razón tanto suicidio. También habla el gobierno de dar casa a
los desalojados, pero como en otras partes del mundo, ese sistema corrupto y
avaro no dice cuándo ni cómo. De la desocupación laboral ni hablemos.
Ante este caótico
panorama, un comentarista español manifestaba que a propósito de la famosa
frase ¿Por qué no te callas? del Rey
Juan Carlos I de España, la misma debería cambiársele por la ¿Por qué no imitas
a América Latina?, seguramente haciendo
referencia a los cambios tan positivos que se vienen mostrando en esta parte del
mundo. En Perú, por ejemplo, el Instituto de Estadística y Finanzas, nos
muestra un crecimiento anualizado del 6.1%. De la economía colombiana se habla
maravillas en la península. Bolivia por primera vez en sus doscientos años de
historia presenta superávit presupuestal. Mientras en Venezuela la Gran Misión
de Vivienda que había programado la entrega de 350.000 viviendas, finalizando
este año ya lleva un 80% de su proyecto cumplido y tienen programado para
entregar 33.000 en este mes y otras 34.000 en diciembre. Entre 1999 y 2012, en
este país se generaron cuatro millones de nuevos puestos de trabajo,
disminuyendo el desempleo de un 27% a un 7.3%.
Llama la atención que
una propuesta similar, pero al contrario, la hizo al notablato criollo
grancolombiano, a comienzos del siglo
XIX, el profesor Simón Rodríguez, cuando les dijo: “Vean la Europa cómo inventa, y
vean nuestra América cómo imita. La América no debe imitar servilmente, sino
ser original. ¡Pero ya que tratan de imitarlo todo, imiten la originalidad de
la Europa”. Las vueltas que da la vida.
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