miércoles, 2 de noviembre de 2011

La XXI Cumbre Iberoamericana.

Por Armando Brugés Dávila.
Una de las fallas que tiene nuestra prensa nacional, en términos generales, es darle poca difusión a los sucesos internacionales suramericanos, salvo cuando de una u otra manera dichas noticias nos afectan como país.
Finalizando la semana anterior se realizó en la ciudad de Asunción (Paraguay) la vigésima primera Cumbre Iberoamericana. De los 22 jefes de Estados invitados, se excusaron de asistir 10 por diferentes motivos, pero igual, en su representación asistieron delegados de altísimo nivel.
Allí se sucedieron anécdotas y episodios interesantes para el acontecer histórico de Hispanoamérica. El primero de ellos fue la intervención del presidente de la misma, Fernando Lugo, de Paraguay, quien en su discurso inaugural manifestó que precisamente la crisis actual había puesto en evidencia la necesidad de rescatar al Estado del predominio y lógica del mercado, con lo que se identifica con los sectores de “indignados” que a nivel mundial vienen protestando contra ese mercado voraz e irracional que atropella de forma inmisericorde al planeta. De igual manera, consideró “inaceptable el que un club de estados pudieran decidir, en un momento dado, sin consulta alguna y sin debate democrático, la suerte de millones de seres humanos en el mundo entero”, abogando de este modo por el respeto de las potencias a la libre determinación de los pueblos. Actitud tan en boga hoy día.
Otro suceso que bien vale la pena mencionar fue la protesta que hiciera el presidente de Ecuador, quien se retiró del salón en el momento en que iniciaba su intervención la representante para América Latina del Banco Mundial, diciendo que lo hacía para no tener que escuchar a Pamela Cox, a quien consideraba una burócrata y chantajista internacional. Su acusación la basaba en el hecho que el día en que asumió el presidente ecuatoriano Alfredo Palacio, por destitución del titular Lucio Gutiérrez, y que él se posesionaba como Ministro de Economía, debía llegar la señora Cox, con un avance de 100 millones de dólares, de un préstamo de 200 que ya había sido aprobado por la entidad crediticia por haberse cumplido con todas las condiciones exigidas por el mismo. Pero de manera increíble, dijo, tres meses después al no llegar dinero alguno, decidió ir a Washington, allí lo atendió dicha señora en su calidad de vicepresidenta del BM, quien, según el presidente Correa, le manifestó que no le daba el préstamo porque él había cambiado unas condiciones que garantizaban la deuda con recursos petroleros. Esta era su razón para no entender que en un foro de países iberoamericanos se invitara a dictar cátedra de política económica y ética pública, a personajes de esta calaña.

Además, en la declaración final de la asamblea se aprobaron resoluciones, entre las que destacamos:

a) El compromiso de los países iberoamericanos a fortalecer la administración pública y garantizar la vigencia de reglas claras y previsibles en materia de gestión pública, para contribuir a la gobernabilidad democrática con participación ciudadana.
b) La promoción de cambios progresivos en las estructuras tributarias para la consolidación más eficiente, eficaz y transparente, que combata la evasión fiscal.
c) La reducción de la brecha digital y promover el acceso a capacidades en el uso universal de las TICs (tecnologías de la información y de la comunicación), con miras a la consolidación de una sociedad del conocimiento.
d) El rechazo a la criminalización de la migración y cualquier asociación que se realice vinculando a una persona migrante, independientemente de su situación migratoria, con la delincuencia transnacional y los temas transversales de seguridad.
e) La reafirmación en la necesidad de que los Gobiernos de la República Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reanuden, a la mayor brevedad posible, las negociaciones tendientes a encontrar una pronta solución a la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas.
f) La petición al Gobierno de Estados Unidos de América que cumpla con lo dispuesto en 20 sucesivas resoluciones aprobadas en la Asamblea General de la ONU y ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene Cuba.

Como se puede observar, las cosas han cambiado y mucho. Antiguamente en los foros internacionales era imposible ver a los gobiernos suramericanos hablando tan fuerte y claro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario