martes, 1 de enero de 2013

Movimiento Cultural en Santa Marta.

Por Armando Brugés Dávila.

Hoy, iniciando año,  dedico la columna a la inteligencia samaria. Tres importantes sucesos culturales tuvieron ocurrencia en Santa Marta este año que acaba de pasar, fruto del trabajo intelectual de hijos de ésta ciudad.
El primero de ellos el libro titulado "Simón Bolívar Nuestro",  autoría del amigo y vecino Armando Lacera Rúa. Se trata de un trabajo muy bien logrado sobre la vida de Bolívar, que bien pudieran tener en cuenta nuestros profesores de Ciencias Sociales de  décimo y undécimo grado para iniciar a estos jóvenes en el estudio de lo que fue, es y será, el pensamiento de la figura más brillante del movimiento  independentista de Suramérica y el Caribe en todos los tiempos. Hoy, Bolívar está más presente que nunca en el acontecer histórico Latinoamericano, dado que cada día son más los jefes de  Estados que se comprometen con este proyecto de unidad continental. Gracias tocayo por tan excelente trabajo.
El segundo corresponde a una serie de relatos titulado "Espejos astillados de la memoria" cuyo autor es el amigo José Alejandro Vanegas Mejía. Consta el trabajo, de 21 relatos que efectivamente remueven nuestra memoria permitiéndonos retrotraernos en el tiempo a una Santa Marta que ya pasó y que para bien o para mal, nunca más volverá. Relatos como "Nuestra calle no era la 6a sino la 20" sorprende por su  detalle novedoso y a  la vez  histórico. Mientras que su monólogo  "El terror de los arqueros" es de un angustioso dramatismo. Este es otro trabajo que debería  llevarse a las aulas para que nuestros jóvenes estudiantes se percaten que aún queda mucho por descubrir y crear en este planeta.
El tercero de ellos del amigo y también vecino Raúl Martínez Ceballos, antropólogo de profesión y gomoso de la fotografía, quien finalizando el año tuvo una exposición fotográfica en la Biblioteca de CAJAMAG, entidad que lo patrocinó. Se trató de una noche especial, llena de luces y colores que brotaban de las tomas fotográficas logradas por Raúl  en la legendaria y mítica región de la Sierra Nevada de Santa Marta. Una de las primeras fotos con que se encontraba el visitante era la  titulada "Cañón Apacible", la cual al observarla me hizo recordar las postales suizas que a menudo se ven en revistas y folletos de viaje y así lo comenté, pero con la intencionalidad de dar a entender que nada teníamos que envidiar a aquello paisajes europeos.  Mi perplejidad fue mayúscula cuando me enteré que en un concurso regional de fotografía en Riohacha, esa foto había sido descartada por considerar que dicho paisaje correspondía a una región de suiza. En otras palabras, de alguna manera se le acusaba a su autor de robo intelectual. Complejo muy típico nuestro.
Se trata de una exposición donde se hizo presente la poesía, "Kactus Cabeza de Obispo" no es sino eso, un poema hecho fotografía; también hay protesta como lo demuestran “Últimas taguas de la Tagua” y “Tala en el rio Ariguaní”.Y aunque todas tenían su encanto,  tres de ellas llamaron poderosamente mi atención: la anteriormente comentada  “Cañón Apacible”, "Kactus Cabeza de Obispo" y "Solidaridad". Esta última, personalmente la considero la joya de la Corona. Su mensaje humano de trabajo colectivo es impresionante y de la toma en sí  ni se diga, se trata  de un momento captado de manera tal que parece un acto de magia con fundamentación universal. Felicitaciones al amigo y vecino.
Y a propósito, con estos trabajos nuestro barrio Taminaka se pone, al menos por ahora, a la cabeza del movimiento cultural de la ciudad. Enhorabuena vecinos.


Feliz Año 2013

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